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De nuevo me siento nostálgica y no me queda más remedio que seguir recordando momentos únicos de mi pasado. Casi a diario me vienen imágenes de los lugares, olores, colores de lo que vi,… Desde una foto que se cae para que tenga que colocarla y volver a oler ese té de manzana, o miles de carteles en la calle promocionando Turquía, o que últimamente muchas conversaciones terminan en Estambul. Está claro que he de volver a disfrutarlo aún más, a perderme por sus calles, recorrer el Gran Bazar, quedarme pasmada ante la Mezquita Azul o montar en globo por la Capadocia….
En apenas unos días decidimos emprender un viaje que para nosotros era de lo más exótico que habíamos hecho: La puerta de Europa junto a la de Asia, viajar a Turquía acompañada de esas personas que siempre están en mi alma y en mi vida.
Nuestra primera noche fue en Estambul con esa mezcla de culturas que se aprecia nada más llegar. Eligiendo una cena en un pequeño restaurante a través de un mostrador y con gestos,…La aventura comenzaba. Esa primera noche dormíamos en un hotel del barrio de Topkapi, deseando vivir en los siguientes días nuestra particular y propia Pasión Turca…
Un ferry al día siguiente nos lleva a Bursa Capital del Imperio Otomano en el año 1453 y a su Gran Mezquita (para nosotros la primera que veíamos en nuestra vida).
Esta foto es actual, en la mía, la fuente no estaba rodeada de cristal.
El Bazar de la Seda, nuestro primer contacto con las tiendas, regatear,…
Ya habíamos empezado a visitar las mezquitas y las veríamos casi todas. La Mezquita Verde y el Mausoleo Verde.
Hacemos noche en el Hotel Almira en Bursa, con toque exótico, pero lleno de turistas. Descansamos para disfrutar al máximo nuestro siguiente día, descubriríamos la bonita ciudad de Pérgamo. Cual sería nuestra gran sorpresa que el tempo de Zeus está integro en Berlín (en aquella época yo no lo sabía), nos quedamos decepcionados, no había nada, salvo unas pequeñas escalinatas… Menos mal que el Teatro y el Templo de Trajano nos salvó del desastre.
Yo disfruté de cada piedra, de cada estatua, de cada columna…
Lo siguiente que vimos fue El Asclepeión, con su teatro, su vía Tecta,…
Era un templo donde los peregrinos acudían a curarse: pasaban una noche allí, al día siguiente contaban sus sueños a un sacerdote y después les mandaban el tratamiento en los baños o en el gimnasio y todo eso en el año 300 a C.
Nuestro baño termal para deshacernos del calor del día y guardar nuestros momentos especiales, nos lo damos en el Mar Egeo, en Ayvalik. ¡¡Mi primer baño en otro mar que no sea uno de los que rodean España!!! Como para olvidar….
A la mañana siguiente un breve paseo por Esmirna, no recuerdo nada,… vamos a ver en el pueblo de Efeso la Casa de la Virgen María, muy sencilla, con una pequeña estatua de la Virgen y una fuente milagrosa, pero también con controversia, porque no todo el mundo piensa que estuvo allí al final de sus días, hay dos teorías. La otra la sitúa en Jerusalén. Si a alguien le interesa el tema… A investigar…
Nos sentamos en una tetería cubierta de Kilims y nos fumamos nuestra primera pipa, yo no fumo, pero esa fue una curiosa experiencia, la pipa llevaba te de manzana en la mezcla con el tabaco y fue muy divertido. Por la tarde teníamos uno de los platos fuertes del viaje: ver la ciudad de Éfeso y sus ruinas greco-romanas y sobre todo su famosa Biblioteca, de la que tan solo queda la fachada.
El bonito templo de Adriano.
Si eres un apasionado del mundo clásico tienes que ver esta ciudad, para disfrutarla….
Otro día de nuevo y seguimos inmersos en lo clásico. Vemos Afrodisías, ciudad famosa por su espectacular estadio muy bien conservado y la bonita entrada al Templo de Afrodita llamada Tetrapilón.
Afrodisías nos abre camino hacía otra de las perlas turcas Pamukkale, viendo en primer lugar la Necrópolis con sus tumbas parecidas a panteones, nos acercamos al increíble Castillo de Algodón de Pamukkale. Tengo que decir que en ese momento sentí una gran decepción (Por aquel entonces en la TV se había hecho un anuncio de Danone, en este lugar) nada que ver con lo que se veía en la tele y en los posters que veíamos de Turquía, estaba bastante sucio, no caía el agua en cascada de una «bañera» a otra. Podías meter los pies en una de las bañeras,… en ese momento me pareció un poco desastre. Apenas tengo fotos, fue una gran decepción. Después he ido viendo fotos y son impresionantes,.. tengo que volver.
La foto no es mía, la miro y remiro y me encanta, seguro que ahora está mucho mejor cuidado y me parecería mi lugar preferido en las «nubes» .
Después de hacer noche en un hotel cercano, dando cada uno nuestra opinión de lo visto en el día, caemos agotados,
Preparados para otro día caluroso, vemos el Lago Budur, lago de agua salada. Continuamos con nuestra visitas a ciudades de un gran valor arqueológico y le toca el turno a Perge en primer lugar.
Para terminar en Aspendos contemplando su maravilloso teatro, puede que uno de los que mejor conservados estén del Imperio Romano.
Un baño estupendo, esta vez en la costa mediterránea de Antalya, en un hotel donde un pequeño ascensor te subía y bajaba al mar, no había playa, el baño era a mar abierto y anocheciendo… precioso.
Al día siguiente emprendimos uno de los días más bonitos sin esperarlo, Visitamos una preciosa Necrópolis en Myra, donde las tumbas estaban escavadas en la roca.
De Myra cogimos un barco que nos lleva a Kekova «La ciudad sumergida del Mediterráneo».
Esta foto en ese año (1998) me pareció muy buena y la presenté a un concurso de fotografía, pero no ganó nada, lo que ganó es que todas las fotos que PJ ha hecho es una de mis favoritas.
Un estupendo baño en este precioso Mediterráneo, nos hace pensar que no hay nada mejor que viajar, ver y sentir.
Ese día termina en la bonita ciudad de Phaselis: En estas ruinas, quizá no las mas espectaculares, nos paso una cosa muy bonita, y porque no, una señal; nos encontramos una pequeña tortuga entre las piedras de las ruinas, las tortugas siempre me han parecido especiales (seguramente influenciada por Momo y por la Historia Interminable) pero estaba convencida en que nos traería suerte. Días más tarde en Estambul, en el Gran Bazar busqué un pequeño colgante, era una tortuga que lleva conmigo desde entonces.
Para no saturar se hicieron las partes…
Las fotografías y comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Turquía. Verano 1998.