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Diario de mi viaje: Ya queda poco que contar de nuestro Viaje 25 Aniversario, Compartiendo Momentos. Ese que empezó en la Ribeira Sacra, terminando en la comarca del Bierzo para ver Las Médulas y disfrutar del Palacio de Canedo.
Día 5: Las Médulas. Lago de Carucedo.
Soy consciente que la publicación de este diario de viaje la hago tiempo después, además en un momento en que todo ha cambiado desgraciadamente, debido al incendio sufrido en este paraje durante el verano de 2025.
Tenía dudas sobre si debía publicarlo o no, porque ya no es lo mismo, pero quizá por eso me he decidido a hacerlo, para que no olvidemos las maravillas que tenemos en España y en el mundo, para recordar que debemos amarlas, respetarlas y cuidarlas. Quizá desanime a personas que no han disfrutado de este paraje y no quieran ir a hacer turismo, pero nada más lejos de mi intención, si lo escribo, es para concienciar y para ayudar a que la zona vuelva a activar su turismo y que se visite.
Por eso quiero contaros que Las Médulas son Patrimonio de la Humanidad, cultural, natural e inmaterial. Las Médulas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, son un paisaje cultural único en la comarca de El Bierzo, León, donde la intervención del Imperio romano hace más de dos mil años transformó la montaña en un escenario de belleza singular. A través de un ingenioso sistema de extracción de oro basado en la fuerza hidráulica, Roma dejó una huella monumental que hoy se funde con la naturaleza del entorno.

La técnica romana conocida como ruina montium transformó radicalmente el paisaje de Las Médulas, dando lugar a un entorno de formas caprichosas y valles inesperados. Mediante una red de más de 700 kilómetros de canales, los romanos canalizaban agua para provocar derrumbes controlados en el interior de las montañas, extrayendo el oro con una precisión asombrosa. Este proceso no solo dejó al descubierto el tuétano de las montañas, sino que también creó lagunas como la de Carucedo, hoy un humedal de gran valor ecológico. Las Médulas son, por tanto, un testimonio vivo de ingeniería antigua y de cómo la naturaleza y la mano humana pueden entrelazarse para dar forma a un paisaje inolvidable.
Tras más de 1800 años desde el abandono de la actividad minera, la naturaleza es la gran protagonista de Las Médulas, con una fuerza serena y transformadora. Ubicadas al pie de la sierra del Teleno y junto al río Sil, estas tierras se han convertido en un mosaico de contrastes: cumbres rojizas de arcilla y conglomerado emergen entre una vegetación mediterránea exuberante, suavizada por la influencia atlántica. Este entorno, ahora Monumento Natural y parte de la Red Natura 2000, alberga una rica biodiversidad donde conviven corzos, jabalíes y gatos monteses, y ofrece al visitante una experiencia sensorial única, con luces cambiantes que pintan el paisaje según la hora y la estación del año.
El patrimonio inmaterial de Las Médulas late en la vida cotidiana de sus pueblos, donde las tradiciones se conservan y se transmiten de generación en generación. La arquitectura popular en piedra y madera, las festividades con raíces ancestrales, el uso del gallego-leonés en el habla cotidiana y las prácticas agrícolas en armonía con la naturaleza conforman una identidad cultural viva y auténtica. Este legado convierte a Las Médulas no solo en un paisaje histórico, sino en un espacio donde la memoria colectiva sigue moldeando el presente.
La información de los cuatro últimos párrafos está extraída de Fundación Las Médulas.
Hay varias sendas y opciones de visitas, yo te cuento la que hicimos nosotros que fueron la Senda de las Valiñas y la Senda Perimetral que pasa por el famoso Mirador de Orellán.
Senda de las Valiñas
La Senda de las Valiñas es una ruta guiada circular, ideal para descubrir el corazón de Las Médulas, con una dificultad baja y una duración aproximada de 2 horas. Se puede hacer en diferentes horarios según la temporada. El precio es de 5 €, siendo gratuita para menores de 10 años acompañados por un adulto. El punto de encuentro con el guía es la puerta del Aula Arqueológica de Las Médulas, junto al aparcamiento en la carretera Carucedo-Las Médulas. Hay aparcamiento, por lo que puedes dejar el coche allí.
Nos adentramos entre castaños con una ligera subida, sin dificultad, en la que el guía nos va contando qué vamos a ver y qué son Las Médulas.
Es diferente a las imágenes que tenemos de Las Médulas, casi siempre desde arriba, desde el mirador de Orellán. En esta ruta caminamos viendo esas moles de roca desde abajo, es igualmente espectacular.
Disfrutando del paisaje evitando los rayos del sol gracias a los árboles, pasamos al lado de una valla de madera en un camino que nos lleva hasta una cueva, La Cuevona se llama y es el resultado del proceso de ruina montium de la explotación aurífera y la erosión después de tantos años (casi 2000).






Cuando estuvimos nosotros, no pudimos acercarnos por peligro de desprendimiento de rocas y por supuesto que cumplimos la indicación.
Desde este lugar ya regresamos hacia el aula de interpretación, aunque nosotros decidimos hacer otra de las rutas que hay, que es la Ruta Perimetral.








Ruta Perimetral
Es la más larga que hay en las Médulas, (estábamos en forma por eso no nos preocupa), esos sí elegimos el día de más calor del verano…🌞😎 (como parece nuestra costumbre). Empezamos a seguir el camino rosa de las señales.




La ruta es de 14,5 Km y también es circular, se hace en 4 horas. Tenemos que hacer una subidita hasta llegar a la parte de arriba, donde empieza el paisaje que más se conoce de Las Médulas.





Vamos andando hacía el Mirador de Orellán. No podemos dejar de maravillarnos por lo que vemos.
La última foto de el carrusel nos la hizo un «loco» como nosotros que estaba allí pasando calor, la he conservado (con dedos incluidos) porque es en la que mejor se ve Las Médulas con nosotros.
Hoy creo, que las maderas del mirador están destruidas por el fuego. Cuando llegábamos justo para ver las galerías, otra de las imágenes famosas, salían pitando las personas que se encargan de abrir y cerrar ese lugar, y con ese calor no podíamos esperar dos horas para entrar, así que hay que volver.
Yo creo que no me canso de hacer fotos. Si hay fotos que parecen repetidas, no lo son, son diferentes perspectivas para destacar detalles distintos.
Comenzamos la vuelta hacía el Aula de Interpretación. Hacemos una pequeña parada en el Deposito de Braña, punto importante para entender el funcionamiento de la red hidráulica.


La ruta es circular, por eso da un poco igual por donde empezarla y está muy bien señalizada todo el tiempo. ¡No hay perdida!



Llegamos a una parada obligada, en verano muchísimo calor, pero bueno, es el Mirador de Las Pedrices. Desde aquí podemos ver las vistas de Las Médulas y del pueblo.
Seguimos la senda y vemos a lo lejos un fuego y un helicóptero con bolsa con agua… al final, años después el fuego llega a Las Médulas🔥❤️🔥😭
Vemos que es Camino de Santiago, (yo con la ilusión de caminar por allí de peregrina en algún momento).
Achicharrados de calor pero satisfechos por haber realizado las dos sendas, llegamos al aula de interpretación, cogemos el coche y nos vamos a buscar un sitio para comer. Encontramos uno estupendo en la carretera de Carucedo, Casa de Comidas Arcadio Travieso.
Es una casona de más de 300 años, en el que se sirven platos tradicionales como el botillo, caldo casero y leche frita, aunque nosotros con todo el calor que pasamos, tuvimos que probar sus platos más ligeros.
El entorno es tan pintoresco como el interior: madera antigua, chimenea en un salón interior ideal para el invierno y una terraza perfecta para desconectar-conectar tras una caminata por las Médulas. ¿Sabes que es lo mejor? El café de puchero, inolvidable.
Antes de irnos a nuestro hotel Palacio de Canedo, queremos darnos un baño, creo que es lo único que nos va a quitar el calor y nos vamos al Lago de Carucedo y a su playa fluvial. (Bañador y toalla siempre tienen que ir en el coche).
Después del baño, regresamos al Palacio de Canedo, para disfrutar de los otros placeres de la zona, cena con productos del Bierzo.
Las Médulas fueron un final inolvidable para nuestro viaje de aniversario, lleno de historia, belleza y en este momento también de nostalgia. Aunque el fuego haya dejado su huella, el alma del lugar sigue ahí, en cada sendero, en cada piedra rojiza, en cada mirada que se pierde en el horizonte.
Al publicar este recuerdo quiero que sea un homenaje y a la vez una invitación a conocer o a volver a Las Médulas, al Bierzo, porque los paisajes pueden cambiar, pero la memoria y el amor por ellos ayudarán a reconstruirlos.
Hay lugares que, aunque heridos, siguen y seguirán siendo eternos.
GRACIAS POR LLEGAR HASTA EL FINAL! SI TE HA GUSTADO, HÁZMELO SABER. 👍✍️ ME HARÍA MUCHA ILUSIÓN LEERTE Y SEGUIR COMPARTIENDO VIAJES. 🫶🗺️
Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Las Médulas, El Bierzo. Julio 2022.




























































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