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Imagina y vive tu viaje

~ Paseos, rutas y viajes.

Imagina y vive tu viaje

Publicaciones de la categoría: De cafés…

Ultimo día en Milán

19 lunes Dic 2022

Posted by Una Viajera in Dando gusto al paladar en..., De cafés..., Otras ciudades Europa, Pequeños Grandes Viajes

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@café, @castillo, @castillosforzesco, @italia, @leonardodavinci, @miguelangel, @milano, @milán, @museos, @panzerotti

Una última visita en Milán antes de volver a casa, el Castillo de los Sforza. El Castillo Sforzesco es increíble, no pensábamos que fuera así de grande.

La entrada a los patios es gratuita y ya habíamos ido una noche para verlo iluminado. Desde el Duomo, pasando por la Plaza Cordusio, cogiendo la via Dante llegas al Castillo dando un paseo viendo los adornos navideños (si vas en Navidad) o disfrutando del paseo sin más.

Os recomiendo que lo veáis de las dos maneras, es muy diferente y merece la pena el paseo. Os dejo el enlace por si queréis ver las fotos del paseo y del Castillo de noche.

En nuestra última mañana fuimos directamente en metro desde nuestro hotel. La estación de metro que mejor nos venía era Cardona. (La línea roja, directa desde Duomo).

Se construyó como fortaleza en 1368, ampliándose en el siglo XIV. Realmente el señor de Milán Francesco Sforza en 1450 y su hijo Ludovico El Moro, convirtieron el castillo en una de las cortes más importantes de Italia.

Leonardo Da Vinci fue uno de sus invitados, también le hizo alguna que otra mejora al castillo. Leonardo diseñó una de las salas más famosas, la sala delle Asse, que no pudimos ver por estar en pleno proceso de restauración.

Fue entre los años 1893 y 1904 cuando el Castillo se restauró y se convirtió en un museo.

La taquilla está cruzando el patio y a la izquierda se pueden sacar las entradas. Nosotros las sacamos allí directamente. La entrada general es de 5€, para los estudiantes de 18 a 25 años y para mayores de 65 la entrada cuesta 3€. Tienes acceso a todos los museos y exposiciones temporales. El castillo es para verlo por lo menos durante una mañana. No teníamos tanto tiempo así que tuvimos que hacer una selección.

MUSEO DE ARTE ANTIGUO

En el museo de arte antiguo hay esculturas de excavaciones y lugares de Milán. También piezas de artistas de la Toscana. En este museo esta la famosa sala encargada por Ludovico el Moro a Leonardo Da Vinci, la Sala delle Asse. Una pena porque la sala está en restauración.

Hay varias salas que hablan de la dominación española. Está la armería, con una exposición de armas europeas desde finales del siglo XIV al siglo XIX.

Cambiar de un museo a otro hace que disfrutemos del castillo desde otro punto de vista.

MUSEO DE LOS MUEBLES Y LAS TALLAS

En este museo hay muebles desde el siglo XV hasta el siglo XX. Se recrean aposentos en su contexto histórico. También hay una parte dedicada al mueble contemporáneo.

Al salir de este museo, vamos al último que veremos y uno de los más importantes de todo el recinto, en el que se encuentra la última figura que realizó Miguel Ángel.

MUSEO PIEDAD RONDANINI-MIGUEL ÁNGEL

Entramos en el antiguo hospital del castillo. Estaba destinado a aquellos soldados que tenían la peste. En la bóveda podían leer partes del Credo cuando era la hora de oración. Aquí, en este lugar se conserva la última obra de Miguel Ángel Buonarroti.

Trabajó en la escultura los últimos diez años de su vida. Modificó varias veces a las figuras. En la que podemos ver la Piedad llamada de Rodanini y como veréis en las fotos, (por si no lo sabéis) está inacabada, pero ¡es increíble!

Quedan restos de una primera versión que se pueden ver en la figura, un brazo de Cristo a la izquierda y una parte de la cara de María a la derecha.

Tenemos que salir ya del Castillo de los Sforza para comer algo antes de ir hacia el aeropuerto.

No nos podemos ir de Milán sin probar los famosos panzerotti de Luini. Hasta el momento todas las veces que habíamos pasado por la puerta estaba cerrado, (tiene horarios especiales en Navidad). El último intento salió bien.

Se encuentra muy cerca del Duomo, en una de las calles laterales y se distingue bien cuando está abierto, porque hay una larga fila… Para nuestro gusto, mereció la pena, (aunque me gustó mucho más el panini en De Santis).

El panzerotti más famoso es el clásico Luini fried, que lleva mozzarella y tomate.

Rematando nuestro viaje, ya que no podemos ir a la Ópera en la Scala de Milán, nos queda tomarnos un café en su cafetería.

Ya sólo nos queda coger las maletas del hotel para ir al aeropuerto, de la misma forma que llegamos. Os dejo aquí el enlace con como llegar a Milán.

Arrivederci Milán, Arrivederci Italia…

Si habéis leído hasta aquí ¡GRACIAS! Y si tenéis alguna duda✍🏼

Las fotografías y comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Milán, Navidad 2021.

Seguimos descubriendo Milán.

05 lunes Dic 2022

Posted by Una Viajera in Dando gusto al paladar en..., De cafés..., Otras ciudades Europa, Pequeños Grandes Viajes

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@café, @cafeteria, @galeria, @italia, @leonardodavinci, @milano, @milán, @sanlorenzo

Después de haberos contado muchas cosas sobre la ciudad de Milán, me he dado cuenta que no he terminado de escribir todo lo que vimos en nuestro viaje de Navidad de 2021.

Os hago un pequeño recordatorio de las publicaciones sobre Milán por si estáis pensando visitar una de las ciudades más importantes de Italia.

  • Cómo llegar del aeropuerto de Milán Linate a la ciudad.
  • La Última Cena y otros rincones milaneses.
  • También os enseñé el Milán más desconocido.
  • Imprescindible el Duomo y sus alrededores.

Vamos de nuevo a la Galería Vittorio Emanuele II, uno de los pasajes cubiertos más famosos del mundo (y precioso por cierto). Tiene tiendas de grandes firmas, cafés, restaurantes y una exposición sobre Leonardo Da Vinci y su Mundo.

Comenzaron a construir las galerías en 1865 y las inauguró Víctor Manuel II dos años después. Se hicieron para conectar la Plaza del Duomo con la Plaza de la Scala.

En el suelo hay una cruz blanca sobre fondo rojo (escudo de la familia Saboya) y hay escudos de armas de cuatro grandes ciudades. El más famoso es el toro de Turín porque se dice que hay que apoyar el talón en sus testículos y girar 3 vueltas seguidas para volver a Milán.

En la bóveda hay mosaicos de Asia, áfrica, Europa y América.

En una de la salidas de la Galería, la que va a dar a la Scala, está la entrada de la exposición sobre los inventos de Leonardo «El mundo de Leonardo». Sacamos allí mismo las entradas, sin colas ni esperas por 9€ una reducida y 12€ la normal.

Si os gusta el mundo de Leonardo, sus inventos y máquinas, esa es vuestra exposición. Ir con niños también es muy buena opción. Podréis ver maquetas de muchos de sus inventos, muchos de sus bocetos, copias de sus códices y hay máquinas 3D interactivas.

Se sube a la primera planta de la galería y se tiene otra vista de ella a través de la ventana de la exposición.

Después de la exposición nos vamos a la iglesia de San Bernardino alle Ossa para ver su ossario. De origen medieval, pero reconstruida muchas veces. Una de sus capillas es la que está cubierta de huesos y cráneos humanos que pertenecían a los cementerios abolidos durante el siglo XVII.

Desde allí salimos en dirección a Navigli, porque nos quedamos con las ganas de comer allí en una pizzería a la que habíamos echado el ojo. Pizzería Premiata.

Llueve y no apetece pasear por los canales, así que por fin, después de varios intentos, entramos a San Lorenzo alle Colonne. Está considerada como basílica, pero está en obras y con andamios en su interior. Es de las más antiguas del mundo cristiano. Se hizo utilizando materiales del anfiteatro romano que había muy cerca.

2€ cuesta entrar en la capilla de San Aquilino, es la más importante por sus mosaicos, considerados de los mejores del Norte de Italia.

También tiene un sarcófago bizantino.

Muy peculiar son las dos columnas que están invertidas para simbolizar el renacimiento del cristianismo entre las ruinas del paganismo.

Unas escaleras nos llevan hacia abajo para ver los cimientos, donde están las piedras cogidas del anfiteatro.

En el exterior hay 16 columnas corintias de los siglos II y III que formaban parte de un templo que no se sabe el nombre. Se colocaron en el exterior en el siglo IV.

El viaje va llegando a su fin y hemos visto varias veces una cola terrible en el Starbucks y justo esa tarde no había nada. ¡Perfecto para descubrir su interior!

El café Starbucks Reserve Roastery está en el Palacio de Correos. Precioso en su exterior e increíblemente sugerente su interior. ¡Enorme! Precioso, con muchas tartas, galletas, bizcochos, muchos tipos de cafés, batidos, muchos accesorios de café y otros muy diferentes del lugar para su venta.

Puedes ver como se selecciona el café, se tuesta y se dirige a las muchas cafeteras que hay. Merece la pena entrar y empezar disfrutando de su olor…

Con un agradable sabor a café me despido hasta la próxima publicación, última sobre Milán.

Si habéis leído hasta aquí ¡GRACIAS! Y si tenéis alguna duda ✍🏼

Las fotografías y comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Milán, Navidad 2021.

Rinlo, capital del percebe y del arroz caldoso

26 lunes Sep 2022

Posted by Una Viajera in Dando gusto al paladar en..., De cafés..., Otras ciudades España, Pequeños Grandes Viajes

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@centrohistorico, @cetareas, @faros, @farosdeespaña, @fuerte, @galicia, @islapancha, @lugo, @mariñalucense, @percebe, @ribadeo, @rinlo

Hoy nos trasladamos a Rinlo, la villa que tiene el título de capital del percebe y del arroz caldoso de A Mariña Lucense.

En la Edad Media fue conocida la villa de Rinlo por su puerto de origen medieval. Tiempo después conocida por su pesca de los grandes cetáceos del mar, ballenas. Rinlo posee una de las cofradías de pescadores más antiguas de España. Y ya se sabe que en las poblaciones marineras con cofradías de pescadores, se come….. ¡Divinamente!

Rinlo es una villa de calles estrechas, yo os recomiendo aparcar en el aparcamiento municipal y recorrer el pueblo andando. Hay muchos coches de todas las personas que van a comer su famoso arroz.

Lo primero que vimos fue la iglesia de San Pedro. Es de 1930, tiene mezcla de estilos. En su interior se percibe la gran devoción que le tienen sus feligreses.

Un percebe gigante (es un contenedor para echar tapones), nos anuncia que aquí se viene a comer percebes.

No solo se va a Rinlo a comer, es cierto que ese es su gran reclamo. Merece la pena perderse por sus calles, pero sobre todo no dejéis de hacer la pequeña senda de las cetáreas.

Tenemos tiempo de sobra para hacer ese camino antes de comer. El paseo no tiene dificultad. Cruzamos un puente donde se pueden ver las casas marineras en el acantilado.

Seguimos un camino bien señalizado que nos lleva a las cetáreas, pequeñas piscinas naturales de mar donde se «cultivaban» bogavantes, centollas y otros mariscos. Hoy en día están abandonadas, pero el paisaje que se ha creado es muy bonito.

Podemos bajar a algunas de ellas caminando entre las rocas. Somos capaces de imaginarnos como a principios del siglo XX empezaron a funcionar, hasta que en los años 90, todas las cetáreas fueron abandonadas.

Los temporales se han encargado en convertirlas en lo que son hoy, un lugar para pasear y disfrutar.

Antes de llegar al final, hay una zona llana con bancos de piedra para disfrutar de la vista al mar Cantábrico, siempre increíble.

Algunos de los detalles del camino son muy bonitos, ¡de esos que enamoran! Cuando tenemos que regresar, la vista de Rinlo nos hace pensar ya en esa comida que nos espera.

Tenemos tiempo para adentrarnos en las calles estrechas de Rinlo y descubrir sus casas marineras. Muchas están rehabilitadas, pero conservando su origen.

Una de las casas más bonitas del Rinlo es la casa de Inocencio, uno de los muchos indianos que regresaron de América a sus pueblos con un gran patrimonio. Eso se veía en como construían sus casas. Esta casa cuenta con varios pisos, pero lo que llama mi atención es un pequeño mirador que tiene forma de faro. Después descubro que es el primer faro privado del Cantábrico. Al morir su propietario, la diputación de Lugo se encargó durante un tiempo de los gastos eléctricos del faro, mientras siguió alumbrando a los barcos. Hoy en día ya no está en uso.

Ha llegado el momento de ir a comer a uno de los restaurantes de Rinlo. Nosotros reservamos en Porto de Rinlo. (En la temporada de verano, muy importante reservar con tiempo).

Pedimos un cuarto de percebes porque estaban muy muy muy caros. (Entiendo perfectamente porqué es un producto tan carísimo). La carne espectacular y el arroz caldoso con bogavante cumplió las expectativas. Tengo claro que es uno de los mejores arroces de mi vida, de esos que no se olvidan, os lo puedo asegurar.

Hay que irse a dar una pequeña vuelta para bajar la comida, hacia el otro lado de la iglesia. Sin haber bajado demasiado el arroz, cogemos el coche hacia Ribadeo, pero haciendo una ruta panorámica preciosa en coche.

En nuestro camino hacia Ribadeo, paramos en el Faro Illa Pancha y así tomar un café con vistas.

En 1857 se levantó el faro antiguo de Ribadeo, de planta cuadrada (el de la derecha), funcionó hasta el año 1983. En ese mismo año se construyó el faro nuevo de Ribadeo, de forma cilíndrica y con franjas negras y blancas (el de la izquierda).

Hay que dejar el coche en un aparcamiento antes de llegar a la señal que vemos en la foto. Solo pueden pasar los coches que van al alojamiento turístico, que es el edificio cuadrado que vemos. Hay dos apartamentos para 4 personas cada uno. También pueden pasar los vehículos que llevan lo necesario para mantener la cafetería que hay).

Por un momento me imagino que es nuestro alojamiento por una noche… Me propongo investigar los faros que son alojamiento en España, porque merecerá la pena dormir seguro… Os dejo el enlace de su web.

La carretera panorámica a Ribadeo nos lleva al Fuerte de San Damián. Desde ahí ya se puede ver el Puente de los Santos que separa Galicia de Asturias por la Ría del Eo.

El Fuerte de San Damián fue construido en 1624 por el Marqués de Cerralbo para proteger la entrada de la ría. Fue destruido en 1719 por los ingleses. Reconstruido en 1774. Durante la Guerra de la Independencia, en 1809 fue otra vez convertido en ruinas tras una explosión. En la actualidad pertenece al Ayuntamiento de Ribadeo. El fuerte fue de nuevo restaurado, conservando distintos elementos originales. Hoy cuenta con unas salas de exposiciones.

A pocos metros hay un mirador «O Cargadoiro», encima de la ría. Las vistas desde aquí son preciosas.

De ahí directos a Ribadeo para perdernos un poco por sus calles. Ribadeo es grande así que elegid bien donde aparcar. Nosotros aparcamos al lado de la estación de autobuses.

Ribadeo cuenta con un centro histórico declarado Bien de Interés Cultural.

Uno de los edificios que llama más la atención es el llamado Pazo de Marqués de Sargadelos. Perteneció al fundador de Sargadelos Antonio Raimundo Ibáñez. Hoy es la sede del Ayuntamiento de Ribadeo.

Posiblemente el edificio más famoso es el de Torre dos Moreno. Vivienda indiana de dos hermanos de 1915. Diseñada por un discípulo de Gaudí. Tiene tres fachadas, pero lo que más destaca es su torre con una cúpula de cerámica vidriada. Cuando visitamos Ribadeo estaba en pleno proceso de restauración. En esta casa empieza un itinerario turístico de la ciudad para recorrer las casas indianas.

Nos quedamos con ganas de coger el tren turístico que sale de esta misma plaza… Ahí lo dejo, por si os apetece.

La verdad es que Ribadeo se merece un día completo por lo menos. Nosotros solo estuvimos una tarde, pero nos dio tiempo a fijarnos en muchos de sus detalles.

Vamos bajando poco a poco hacia el puerto y descubrimos que hay un ascensor panorámico que une el casco antiguo con el puerto.

21 metros de desnivel salva este ascensor. Construido en acero y cristal, con capacidad para 16 personas. Nosotros no lo cogimos, pero hemos leído que es gratis.

Así termina nuestro día en Rinlo y la zona de Ribadeo. Somos conscientes de todo lo que nos dejamos en ese recorrido.

Si habéis leído hasta aquí ¡GRACIAS! Y si tenéis alguna duda ✍🏼

Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Rinlo y Ribadeo. A Mariña Lucense 2021.

Nuestro Camino: Atapuerca – Burgos

15 lunes Ago 2022

Posted by Una Viajera in Dando gusto al paladar en..., De cafés..., Otras ciudades España, Pequeñas Grandes Rutas

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@atapuerca, @burgos, @CaminoDeSantiago, @caminofrancés, @catedral, @catedraldeburgos, @peregrino, @provinciadeburgos

Emprendemos camino desde Atapuerca dejando atrás tanta Historia descubierta del género Homo y toda la que queda por descubrir. Cada cierto tiempo van apareciendo nuevos restos que reorganizan el árbol genealógico.

Saliendo de Atapuerca pasamos por el pequeño puente que construyó san Juan de Ortega sobre el río Vena.

Desde aquí vamos subiendo poco a poco hacia la Sierra de Atapuerca.

Enseguida podemos ver un campo militar y a unos 2Km de ahí encontramos una cruz de madera. Una cantera y unas antenas de comunicación. Esa vista no es demasiado bonita, la mano del hombre deja huella en el Camino… No siempre es bonita…

Al bajar tenemos que elegir seguir hacia Cardeñuela o Castañares. Nosotros elegimos Cardeñuela, porque la señora de la casa rural de Atapuerca nos dice algún que otro truquillo para llegar mejor a Burgos.

Esa misma carretera nos lleva a Orbaneja.

Cuando pasamos un puente muy grande que atraviesa la autovía, la señora de la casa rural, nos dijo que nos fuéramos a la izquierda nada más pasar el puente, siguiendo un pequeño arroyo. Nos dijo que encontraríamos fácil las señales y nos costó un poquito, pero al final las encontramos.

Ese camino llega al aeropuerto de Burgos, si seguro que habéis puesto la misma cara que yo ¿Burgos tiene aeropuerto? Pues si, aunque creo que tiene muy poco uso. Teníamos que seguir toda la valla que rodea al aeropuerto.

Aeropuerto de Burgos

Llegamos a Los Tomillares y se supone que ahí teníamos que coger un desvío siguiendo el río Arlanzón, pero no fuimos capaces de encontrar ese desvío. Toca cambio de Zapatos, vuelvo a ser guiri y para no perdernos y hacer kilómetros a lo tonto, seguimos el camino que va justo al lado de la N-120.

Aunque es muy pesado enseguida vemos el cartel indicativo de que hemos llegado a la ciudad de Burgos.

Aunque hemos aprendido a ver que ese nunca es el final. Burgos desde aquí se nos hace enorme….

Pero llegamos a una plaza que recibe al peregrino con la calabaza.

Tengo que deciros que para mi entrar en Burgos es estar frente a la estatua del Cid, ahí es cuando sí que hemos llegado a Burgos. Emocionante es pasar en esta ocasión el Arco de Santa María, tantas veces cruzado, pero ninguna vez como esta siendo peregrino. Fue muy emocionante llegar a la catedral, aún hoy un año después me emociono…

Hemos llegado a Burgos… Solo dos, con los pies llenos de ampollas y los sentimientos a flor de piel… Con todo lo vivido dentro y fuera de la mochila, tenemos que sellar nuestra credencial sin esperar más…

Credencial Logroño – Burgos

Así como hemos llegado, muy felices nos vamos a uno de nuestros bares preferidos de Burgos, el Mesón Burgos, muy cerca de la Catedral, para comer sus preciadas patatas bravas, (una de las mejores bravas que probamos siempre que vamos a Burgos) también un vermut para relajar las piernas.

Ya más relajados pero muy cansados nos vamos a nuestro hostal (a mi me parece que está lejísimos y solo está a unos 10 minutos escasos).

Nos toca esperar a que esté preparada la habitación y que llegue nuestra mochila.

Aprovechamos a comer en un bar de enfrente a comer el mejor pincho de tortilla de Burgos, eso dicen… Estaba buenísima.

Descanso, ducha y pies al aire, vamos a la Catedral, ahora para ver bien la exposición «Las Edades del Hombre», que coincidía que se exponían allí durante unos meses.

Ver la Catedral de Burgos, siempre es maravilloso, pero si encima coincide que una de las mayores y mejores exposiciones de arte sacro del mundo está en su interior, es lo más…

La escalera de Siloé, la capilla de los Condestables, el retablo mayor, la tumba del Cid, el Papamoscas, el cuadro de Leonardo Da Vinci… Y cientos de detalles increíbles y maravillosos de la Catedral de Burgos, una de las catedrales góticas más importantes del mundo.

El verano pasado podías sacar las dos entradas, la de la catedral y la de Las Edades del Hombre, pero como la última ya terminó no os cuento nada sobre las entradas.

La catedral cuesta 10€ la entrada general. Para los peregrinos con credencial 5€. (Nosotros en esta ocasión).

En LUX, Edades del Hombre en la Catedral de Burgos, solo puedes hacer fotos en el claustro que visitas como parte de la exposición, porque nunca se incluye en el precio de la entrada a la catedra, no se puede ver de forma habitual.

Si la Catedral es imprescindible, también me parece imprescindible la iglesia de San Nicolás de Bari y su increíble retablo en piedra caliza de Hontoria de la Cantera. La misma piedra que se usó para hacer la Catedral.

En esta iglesia su amable párroco, nos selló la credencial y nos hizo prometerle que la etapa de Burgos a León tendríamos que ir allí y empezar nuestro nuevo camino. Eso está hecho….

También visitamos la iglesia de San Lesmes Abad, en la céntrica plaza de San Juan, merece una visita. Para nosotros es la primera vez que la vemos.

Café España

Mucho arte también nos lleva a parar para tomar algo. A mi me gusta mucho entrar a tomar un capuchino al Café España, en la calle de Laín Calvo.

Os enseño una pastelería que tenía muchas ganas de ver, bueno de entrar y probar sus tartitas.

Pastelería Colofón

Tengo que deciros que tenéis que probarla también, Pastelería Colofón. En el Paseo de la Audiencia, es el paseo que continua al del Espolón, al otro lado del Arco de Santa María.

También os quiero enseñar pequeños detalles que enamoran de los alrededores de la Catedral.

Aunque creo que Burgos se merece una entrada solo para ella. Es una ciudad que tiene de todo.

Aquí termino de contaros nuestro especial Camino de Santiago, en el que dedicamos una semana de vacaciones para ir desde Logroño hasta Burgos.

Día 1 Logroño – Nájera.

Día 2 Nájera – Santo Domingo de la Calzada.

Día 3 Santo Domingo de la Calzada – Belorado.

Día 4 Belorado – Atapuerca.

Día 5 Atapuerca – Burgos. Os dejo los datos prácticos de esta última de nuestras etapas de este año.

DATOS PRÁCTICOS

FECHAETAPAKMDIFICULTADTIPO DE CAMINOALOJAMIENTO
17/08/2021Atapuerca – Burgos20,6Fácil. Una subida llevadera a la Sierra de Atapuerca. Muy pesada la entrada a Burgos.Camino de tierra.
Camino de piedras.
Carretera.
Carretera al lado de la N-120
Hostal Acuarela

Un año después de realizarlo, poniendo en orden, mis notas, ideas, fotos y recuerdos, siento que este año tendría que haber seguido haciendo camino…

Un propósito me hago, entrenar durante todo este año (para mi, curso 2022/2023) para poder realizar de Burgos a León.

Mientras tanto grandes viajes me esperan, nos esperan. Os iré contando poco a poco…

Si habéis leído hasta aquí ¡GRACIAS! Y si tenéis alguna duda✍🏼

Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje, de Logroño a Burgos.

Camino de Santiago 2021.

Milán y «La Última Cena»

14 lunes Mar 2022

Posted by Una Viajera in Dando gusto al paladar en..., De cafés..., Otras ciudades Europa, Pequeños Grandes Viajes

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@capuccino, @laultimacena, @leonardodavinci, @milano, @milán, @museo, @panini, @patrimoniodelahumanidad, @pinacoteca, @pinacotecadibrera, @santamariadegracia, @viñedodeleonardo, @vino

Quizá el día que más esperábamos de todo nuestro a viaje a Milán, era este. Algunos verbalizando todo el tiempo y otros sin confesarlo…

Ver «La Última Cena» de Leonardo da Vinci en el Refectorio de Santa María delle Grazie era un gran sueño.

Vamos en metro desde nuestro hotel Marconi, en este caso nos viene bien coger la línea verde en Gioia, hasta la estación de Cardona FN. Os dejo el plano de Metro de Milán. Como conseguir los billetes y otras informaciones básicas os dejo aquí el enlace.

Cogemos la Via Carducci hasta que enseguida vemos las indicaciones para llegar a la Piazza Santa María delle Grazie número 2.

Y enseguida vamos viendo el ábside de la iglesia del Monasterio Santa María delle Grazzie. Nos aceleramos. Hemos llegado un poco pronto. Es IMPRESCINDIBLE reservar la visita online. Os dejo el enlace de la página oficial cenacolovinciano.

Muchas empresas realizan visita al refectorio con guía, pero son muy caras y vayas con quien vayas, solo entran 33 personas a la vez y solo dura 15 minutos la estancia dentro del refectorio. La entrada normal cuesta 15€ y para los jóvenes de 18 a 25 años sólo cuesta 2€. Tienes con la entrada un código QR para la audioguía, que como quieras escuchar dos veces alguno de los puntos, ya no te da tiempo a oír entero los audios.

Echar un vistazo a la página que os aclarará cualquier duda de cómo conseguir las entradas. ¡Por cierto! las entradas se abren trimestralmente, así que tenéis que tener en cuenta cuándo vais a ir, para estar pendiente de conseguir la entrada….

Como llegamos pronto, entramos a ver la iglesia, que no necesita reserva y se puede ver sin colas y sin entrada. La iglesia se construyó entre 1463 y 1490. Fue diseñada por Guiniforte Solari. Ludovico Sforza «El Moro» el gran señor de Milán quería que fuera mausoleo.

La fachada de ladrillo de Solari y la puerta diseñada por Bramante. En el luneto, la pintura de Leonardo da Vinci, un buen aperitivo…

La entrada se hace a través de una pequeña puerta donde se presentan las entradas y solo se puede ir entrando 15 minutos antes de la hora.

Un Patrimonio de la Humanidad nos espera.

Ludovico encargó a Leonardo una obra de La última cena para el refectorio del Monasterio. Os recomiendo también ver la serie en Amazon Prime de Leonardo. El libro de Christián Gálvez «Matar a Leonardo Da Vinci».

Las 33 personas que vamos a estar los 15 minutos pasamos por una parte del Claustro del Monasterio, hasta llegar a una sala donde hay que esperar un poco para poder pasar al refectorio. Mientras vamos viendo fotos de como se ha ido restaurando el edificio después de distintos acontecimientos..

Leonardo hizo la obra con tempera, no como se hacía los frescos en ese momento. Lo hizo igual que si hubiera pintado en un lienzo, porque decía que los detalles se podían hacer mejor, captar la luz, los gestos…

Lo que pretende Leonardo es plasmar el momento justo en el que Jesús les dice a los apóstoles, «…Uno de vosotros me traicionará». Es capaz de captar el instante de asombro ante las palabras.

Pero Leonardo no pensó en la duración de la imagen en el tiempo. Pared y tempera, no casan bien. Además de que no podía prever todo lo que ha ido ocurriendo en la Historia. Cuando llegó Napoleón se usó la sala como establo. En 1943 fue dañada con los bombardeos de la 2ª Guerra Mundial. La Última cena fue tapada con sacos de arena para intentar protegerla.

Solo puedo decir que era como estar en un sueño, ver La Última Cena como en la imagen de un libro, en el que siempre la había visto…. Esos 15 minutos, hay que exprimirlos y aprovecharlos….

En el extremo opuesto a la Última Cena, los dominicos del monasterio encargaron a Donato Montorfano una Crucifixión. Pero está en plena restauración, así que no pudimos verlo, ni tampoco unos retratos que hizo Leonardo de Ludovico El Moro, de su mujer Betrice y de sus hijos, con su firma y año 1495.

Al salir de la sala, por distintas puertas, hay una pequeña exposición sobre las diferentes restauraciones. ¡Qué pena que una mala restauración, pueda estropear una gran obra para siempre! Eso es lo que ha pasado con La Última Cena de Leonardo da Vinci.

Hay mil historias relacionadas con la obra, novelas, películas, gestos, símbolos…. Los 15 minutos son pocos para admirarla, pero es el tiempo que que consideran los expertos para que el aire que expulsamos, no dañe lo que queda de la obra más famosa del mundo. Aunque yo la verdad, tengo mis dudas…. Con las mascarillas seguro que el daño es menor.

Salimos casi sin palabras y con alguna que otra compra de la tienda. Justo enfrente está la Casa degli Atellani y la Viña de Leonardo.

Ludovico regaló a Leonardo en 1498 una viña en el barrio residencial de Milán, que creó para sus seguidores más leales. Leonardo podía ir desde la viña directamente hasta el refectorio para pintar la Última Cena. La casa Atellani es uno de los pocos edificios que quedan de ese proyecto.

Sacamos las entradas directamente en la taquilla, 10€ por persona con audioguía incluida. Desde la calle podemos ver el acceso que nos lleva a un pequeño patio. Aún viven personas en la casa, por eso hay que ser muy respetuosos en la visita y no se pueden ver todas las estancias. La casa es preciosa.

La audioguía nos explica muy bien el origen de la casa, de las familias que vivían, de los objetos que vemos.

Salimos al jardín de la casa que nos llevará al fondo a las viñas de Leonardo. Podéis leer la historia de la casa y de las viñas en el enlace que os he dejado sobre la casa.

No tenemos más remedio que probar el vino que se hace en la actualidad con las uvas de esas viñas. También hay que tomar un capuccino, en el moderno bar que hay en la zona de taquillas.

Callejeamos un poco, porque muy cerca está nuestra siguiente parada casi obligatoria: comer unos panini en De Santis, uno de los más famosos de Milán. Mientras esperamos que los saquen vamos a una pequeña galería que hay justo enfrente.

Para mí, una de las mejores comidas que hicimos en Milán. El mío de embutido típico milanés, para chuparse los dedos.

Seguimos callejeando, pero ya con el estómago lleno, nos encontramos una iglesia al lado del Museo Arqueológico de la ciudad. No podíamos imaginarnos que por dentro fuera así. ¡Nos dejó con la boca abierta la Iglesia de San Mauricio! En la calle Corso Magenta.

La entrada a la iglesia es gratuita, pero puedes dejar la voluntad. ¡Es verdaderamente preciosa!

De camino a San Ambrosio nos encontramos el monumento al Soldado Caído en el Templo de la Victoria.

San Ambrosio, fue construida entre el 379 y el 386 sobre un cementerio de los primitivos cristianos. En 1492 los Sforza pidieron a Bramante que restructurara la rectoría y el monasterio. En 1943 sufrió serios daños después de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Se conserva en el interior el sepulcro de San Ambrosio.

El atrio es quizá la imagen más conocida de la iglesia. Fue utilizado para que se refugiaran los habitantes de la ciudad, antes que se construyeran las murallas. Los capiteles de las columnas están decorados con historias de la Biblia y con animales fantásticos, simbolizando la lucha entre el bien y el mal. Algunas son del siglo XI.