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Un nuevo día despierta en Barcelona y después del estupendo desayuno del NH nos vamos directos a la Sagrada Familia, menos mal que llevábamos las entradas, si no tres horas de cola. Primero la vimos a nuestro aire, como siempre llegamos pronto. Es simplemente diferente a todo lo que estamos acostumbrados a ver en cuanto a iglesias, es sorprendente.
La visita la habíamos cogido con guía y muy bien, nos contó cosas muy interesantes que no vienen en mi libro sobre la construcción de la Iglesia aún sin terminar. Explicando el sentido de cada escena de las dos fachadas, totalmente diferentes una de la otra. Una realizada por Gaudí, la otra ya no , pero siguiendo su idea.
Los detalles son preciosos e increíbles, voy a poner alguna foto de los que mas me llamaron la atención.
Y el interior,… cuando entras las grandes puertas están decoradas con pequeños insectos que te hacen adentrarte en un inmenso bosque, donde las grandes columnas como grandes árboles, te hacen levantar la cabeza buscando la luz del Sol. ¡Increíble!
Así podría seguir poniendo fotos y fotos de pequeños y grandes detalles, pero es imposible, hay que verla.
No se puede terminar la visita a la Sagrada Familia sin subir a alguna de sus dos torres. Yo decidí sacar la entrada para la entrada de la Torre de La Pasión, por ser la que tiene las vistas de Barcelona al mar y desde luego cumplió expectativas. Subes en un ascensor, pero puedes bajar andando,… y mientras ves y oyes a los obreros trabajar.
Cuando salimos nos prometemos los cuatro que volveremos para el 2026 y verla terminada, que es cuando quieren tenerla lista, celebrando el centenario de la muerte de Gaudí.
Pero mientras tanto seguimos viviendo Barcelona. Un breve avituallamiento y hacía La Casa Milá o como todo el mundo la conoce La Pedrera. El paseo hasta llegar allí es muy bonito, con muchas casas de estilo modernista, calles muy grandes y uno de los bonitos mercados de la ciudad, el de La Concepción.
Con calor pero por estas calles tan señoriales llegamos a La Pedrera, por mucho que la veas, siempre gusta ponerte delante de esa fachada y disfrutarla. Para entrar también había sacado las entradas, la cola también era importante.
Lo primero que ves cuando entras es el patio interior, donde nuestra audio guía nos sitúa en la época del edificio y Gaudí.
Pero si hay algo que llama la atención de este edificio es sin duda su azotea, es casi mágica, incluso con el calor de las 4 de la tarde es mágica, te envuelve y te lleva a otro mundo, allí donde tus pensamientos quieren llevarte.
Seguimos viendo el desván de la casa, ahora contiene una exposición sobre la Pedrera y de elementos de la naturaleza en los que se basaba Gaudí para sus construcciones.
Después se puede visitar la casa de los señores que se la mandaron construir a Gaudí, la Familia Milá.
Con muebles de la época y siempre los pequeños detalles de Gaudí.
Así terminamos la visita, y seguimos nuestro camino por la elegante calle Paseo de Gracia. La ciudad quiso agradecer a Gaudí todo lo que había hecho y pavimentó la calle con baldosas de sus diseños.
Una buena cerveza en uno de sus bares rodeados de tiendas de primeras marcas y ¡¡¡¡que bien sienta!!!!!
Muy cerca está la Casa Batlló, solo vemos la fachada, el interior lo dejamos para el 2026 también.
Con un buen heladito vamos andando hasta nuestro hotel, como una media hora larga, para descansar un poquito y salir a cenar a La Barceloneta.
No voy a recomendar el sitio donde cenamos, porque parecía mucho y luego estaba regular, pero en la zona del puerto hay muchos bares y restaurantes.
Paseo por las Ramblas para intentar tomar algo en la Plaza Real, pero la verdad, ambiente poco adecuado para niños. La zona de Las Ramblas cambia por la noche, vimos el bar de Manu Chao, pero tampoco entramos. Bueno en el 2026 ya serán más mayores y habrá otras Barcelonas…
Las fotografías y comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Barcelona. Verano 2015.