El Castillo de Praga es el inicio de la historia de la ciudad, fundado en el siglo IX, situado estratégicamente sobre el río Moldava, se convirtió en el centro del territorio gobernado por los Premysl. No solo construyeron un castillo, también iglesias, un monasterio y también un palacio. Todos esos edificios es lo que se llama el Castillo de Praga, es una pequeña ciudad, hoy un barrio de Praga.

El Castillo varias veces reconstruido, es desde 1918 residencia del Presidente de la República Checa. Es curioso ver su cambio de guardia cada hora, aunque el que tiene más parafernalia se realiza a las 12 de la mañana.  Ese día nosotros solo vimos el cambio normal.

Para ir al Castillo se puede coger el tranvía Nº22 o el Metro, Línea A : Malostranska o HradCanska.

Nosotros decidimos ir en Metro hasta Malastrana y subir andando hasta el Castillo recorriendo las calles en cuesta. En la Plaza está la Iglesia de San Nicolás, no pasamos porque su interior tiene varias partes en restauración, (Nos dio mucha pena).Subimos por la Calle Nerudova.

Para sacar los tickets hay que pasar por taquilla, aunque con la Praga Card tenemos GRATIS la entrada.

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Los guardias, esperan pacientes durante 1hora a que se produzca su relevo, mientras los pesados de los turistas queremos hacernos muchas fotos.

El primer sitio que vimos de todo la «pequeña ciudad» fue en antiguo Palacio Real.

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Vemos desde la terraza el famoso Puente de Carlos IV lleno de cabezas… parece que no coge nadie más.

El cambio de guardia «bonito» ya no lo íbamos a ver muy bien por la cantidad de gente que había en las primeras filas y teniendo en cuenta que la Catedral de San Vito los domingos abre a las 12, tuvimos que esperar unos 10minutos para poder entrar. ¡Estaba llena! Como siempre me gustó mucho el rosetón.

Preciosa también es el Pórtico Dorado (antigua entrada principal).

Las increíbles vidrieras de Alfons Mucha, mi gran descubrimiento en Praga, muy conocido por sus preciosos carteles.

Otros detalles de su interior hacen de la Catedral de San Vito un imprescindible de Praga.

La parte de atrás de la Catedral viendo los arcos arbotantes que rodean el exterior de la nave y el presbiterio que ayudan a sostener la estructura.

Después nos vamos al abarrotado Callejón de Oro, conocido por sus casitas de colores, construidas en los arcos de la muralla del Castillo, también se utilizó a finales del siglo XVI para que vivieran los guardias del castillo. Un siglo después los orfebres las ocuparon (de ahí el nombre).

En el Callejón vivió durante algunos meses Franz Kafka con su hermana en el nº22 entre los años 1916 y 1917.

Las casas tienen 2 plantas unidas entre sí. En la planta de arriba hay armaduras y trajes. La primera planta está dedicada a «la tortura».

Ahora las casitas son tiendas muy bonitas de marionetas, cosmética, vamos tiendas de recuerdos para turistas.

Cansados de tanta gente vamos hacia la salida, pasando antes por la Torre de Dalibor antigua prisión.

Ver el Castillo de Praga nos lleva toda la mañana, salimos justo para comer, volviendo a pasar por la entrada principal porque por la tarde queremos seguir en esa zona y buscar un sitio para comer.

Comemos más arriba de la calle donde está el Castillo y no puedo recomendar el sitio, porque al estar tan cerca de la zona turística fue muy caro.

La tarde estuvo llena de increíbles descubrimientos que contaré en otra entrada.

Las fotos y comentarios son de Imagina y Vive Tu Viaje en Praga.                 República Checa, Agosto 2017