Si ya estás pensando algún plan para el fin de semana, te propongo uno muy completo para desconectar de la rutina semanal.

Coge el coche, sal de Madrid y vete a San Lorenzo del Escorial, a respirar aire puro y a comer bien.

Antes de llegar al Monasterio, antes de una cuestecita empedrada viendo el Monasterio a la izquierda, encontrarás un aparcamiento gigante donde podrás dejar el coche sin ningún problema, allí mismo empieza el paseo hasta la Silla de Felipe II.

20190309_115909_LI Hicimos la primera parte de la ruta que pongo en la foto atravesando el Bosque de la Herrería, hasta llegar a la Ermita de la Virgen de las Nieves y al aparcamiento que hay al lado para seguir las indicaciones a la Silla de Felipe II. ¡Cuidado con los coches! que hay un paso de peatones que atraviesa la carretera.

Al mirador de la silla se puede llegar desde allí subiendo por la carretera o por la senda que corta la montañita, nosotros nos gusta menos subir por carretera así que subimos atravesando, el camino parece más bonito.

La tradición indica que la Silla es un trono esculpido sobre un peñasco de granito, ordenado realizar por Felipe II para observar el desarrollo de la construcción del Monasterio de El Escorial (1563 – 1584). Pero no hay ningún documento en el que se haya escrito que Felipe II utilizara la silla, no parece tampoco el lugar apropiado para ver y controlar las obras. Los asientos tallados son estrechos y poco cómodos, poco acordes para el monarca.

El pintor Luis Álvarez Catalá realizó en el año 1889 un cuadro con una imagen en la que plasmaba esa tradición. Esto ayudó a consolidar la leyenda. El artista pintó al rey Felipe II junto al arquitecto Juan de Herrera contemplando las obras del Monasterio del Escorial desde la Silla.

Tal vez sí que pudo estar en la Silla, ya que la zona en donde se ubica, el bosque de La Herrería, era un lugar de caza habitual, por lo que aunque fuera sólo por este motivo, o por paseo, es posible su presencia en el lugar.

Lo que sí puede ser posible según algunas investigaciones, es que La Silla de Felipe II fuera un antiguo lugar sagrado del pueblo celta de los vetones, (siglos V a.C. y I a.C). Su forma escalonada y abarquillada, junto con las oquedades que presenta, lo asemeja a otros santuarios rupestres del mismo tipo realizados por este pueblo con el fin de rendir culto y ofrecer ofrendas a sus dioses, en zonas de Ávila.

20190309_123946

Lo que si es cierto es que muchas personas suben hasta la silla para contemplar las vistas del Monasterio y de la Sierra de Guadarrama, (también se puede llegar en coche) y para tomarse un aperitivo o comer en el Kiosco Bar Silla de Felipe II.

La bajada la hacemos por una senda pequeña que sale al lado del Kiosco, a la derecha del mirador.

20190309_115909_LI (2)

Una zona de rocas que sale de la senda a la derecha (no tiene pérdida), podemos tener otra vista impresionante del Escorial. Volvemos a la senda que nos lleva otra vez al paso de peatones, la Ermita, el aparcamiento y el mapa del principio.

Y así llegamos a la fantástica Plaza donde se encuentra la entrada al Monasterio.

Es la hora de comer y no nos complicamos demasiado, vamos a la Plaza de la Constitución donde los bares ya han sacado las terrazas a la calle y a disfrutar de una buena comida.

Elegimos El Sol sale para todos, es muy recomendable. Comemos pulpo a la brasa sobre patatas revolconas, atún rojo con salsa de pistachos y salmorejo y las primeras torrijas de la temporada.

Como veis, un plan perfecto para un sábado de des-conexión de la rutina semanal.

Las fotografías y comentarios son de Imagina y Vive Tu Viaje en El Escorial, marzo 2019.