Diario de mi viaje: Me parece mentira volver a salir de viaje de verdad, de vacaciones después del año tan intenso que he tenido. ¡¡Tengo unas ganas!! Ahora, lo de hacer la maleta, cada vez lo llevo peor y procrastino hasta el último ultimísimo momento.
Tenemos más de 6 horas, (contando paradas) hasta llegar a nuestro primer destino A Coruña y el Hotel Riazor, donde nos alojaremos las tres primeras noches.
El Hotel Riazor se encuentra en pleno corazón de A Coruña, frente a la emblemática playa de Riazor. El hotel de cuatro estrellas, combina un diseño moderno con el encanto atlántico. Completamente renovado, sus habitaciones sencillas y muy cómodas, muchas con vistas a la playa (la nuestra no, últimamente no tenemos suerte con las vistas😭). Esta vez cogimos alojamiento y desayuno, un estupendo bufé, lo que no probamos, fue su restaurante). La ubicación del hotel es privilegiada, literalmente a un semáforo de la playa, lo convierte en un punto de partida perfecto para explorar la ciudad a pie.
El hotel cuenta con un acuerdo especial con el aparcamiento público Riazor-Orzán, lo que permite tener tarifas preferentes y muy cómodo al estar muy cerca. Facilita el acceso sin complicaciones al resto de zonas de A Coruña, ya que es una península y tiene problemas de atascos, pudiendo ir a pie o en autobús a todos los lugares que tenemos previstos ver. La tarifa para alojados en el hotel es de 15€ por día.
Nuestra primera experiencia con la gastronomía gallega (en este año) fue en un bar que nos habían recomendado por casualidad y resulta que está al lado del hotel, El Kavras en la Plaza Cormelana, nos estrenamos con un rico raxo de cerdo y un choricito muy rico (todo viene con paratas, que están también buenísimas).
Decidimos en esa primera tarde caminar por el Paseo Marítimo hasta llegar al Domus (el cielo está muy muy gris y parece que va a llover) y así nos refugiamos de la lluvia viendo un museo interactivo y muy interesante.
La entrada al Domus, Museo del Hombre, es gratis para los profesores, la entrada general 2,06€, para estudiantes 1,03€. (No hemos llegado a descubrir porque tienen esos decimales en los precios a los museos y lugares que se visitan). En el museo estamos más de 1hora, si vas con niños es un plan perfecto para una tarde o una mañana lluviosa, por cierto la vista desde su mirador en la parte de abajo es muy bonita de toda las playas, del Paseo Marítimo y de ese perfil costero de la ciudad que la hace tan bonita.
Desde el Domus hacemos un recorrido por la ciudad y por la otra parte del Paseo (como es una península, el Paseo da toda la vuelta) hasta llegar al Castillo de San Antón, sede del Museo Arqueológico de A Coruña y que no tuvimos la suerte de poder ver (los domingos solo abren hasta las 15 horas), pero creo que es una visita que merece la pena. Te dejo aquí su web para que compruebes bien los horarios y los precios (sábados entrada gratuita).
Nos vamos directos al famoso Paseo de La Marina, el de las casas con balcones acristaladas, ese, que lo recordaba igual que en mi primer viaje a Coruña hace 40 años… Salvo por una cosa, y es que, han reducido en número de carriles por el que pueden circular los coches, ahora tiene más parte peatonal. ¡Qué bonito es! Se ha quitado el gris y el blanco de los cristales creo que reluce un poco más.
Vemos una cola enorme en una heladería por lo que deducimos que tiene cierta fama en la ciudad Helados La Ibi, pero como es nuestro primer día de viaje y estamos de vacaciones, no tenemos ninguna prisa y esperamos (luego no mucho, la verdad). ¡Qué rico está mi helado de limón! Nos sentamos a comerlo como todos los coruñeses en un banco corrido frente al puerto.
Cerveza en una buena copa, un buen pincho y hoy nos vamos pronto a descansar que mañana hay que madrugar🎶🎵, no sin antes ver la vista desde la terraza – solárium del Hotel.
A continuación comparto el itinerario que seguimos durante nuestra estancia en A Coruña y La Costa da Morte. Como bien sabes, elegir qué ver o hacer en un viaje no siempre es tarea fácil. En este caso, he recogido lo que realmente hicimos —como siempre, recuerda que este blog es un diario de viaje—. Aunque llevábamos muchas ideas y planes previstos, el ritmo y las decisiones fueron surgiendo sobre la marcha, según lo iba pidiendo el momento. (Pronto estarán completos todos los enlaces)
Diario de mi viaje: nuestro viaje 25 aniversario después de unos días increíbles en la Ribeira Sacra, continua en la comarca leonesa del Bierzo, con dos objetivos claros: el primero, conocer las Médulas y el segundo, alojarnos en Prada a Tope.
Día 4: Parada de Sil. Pasarelas del Río Mao. Hotel Palacio de Canedo. Prada A Tope.
Después de descubrir el bonito lugar de las Pasarelas del Río Mao, todavía en la Ribeira Sacra, nos vamos directos a Prada a Tope. Al llegar hacemos una entrada a lo Falcon Crest, desde el coche con viñedos a los lados y al frente, la casa.
El hotel de Prada a Tope se llama Palacio de Canedo, enclavado entre viñedos en el corazón de El Bierzo (León), en el pueblo de Cacabelos, muy cerca de Las Médulas. Es mucho más que un hotel: es una experiencia sensorial que combina historia, gastronomía y naturaleza. Este edificio del siglo XVIII, restaurado por el carismático José Luis Prada, ha sido transformado en una posada rural con encanto, restaurante, bodega ecológica y tienda gourmet.
Llevábamos mucho tiempo queriendo venir aquí y por fin, lo hemos conseguido y no defraudó. El hotel tiene 14 habitaciones con decoración personalizada y vistas al viñedo, cada una con su propia historia. Nuestra habitación, Los Castaños con regalito incluido de la casa.
Todos los rincones están muy cuidados hasta el último detalle. Te encuentras en las puertas, en el ascensor y en otros rincones frases muy motivadoras, de las que hacen pensar en positivo.
Después de dejar las cosas en nuestra preciosa habitación, fuimos a dar un paseo por sus viñedos (hay una senda marcada) con más de 30 hectáreas de viñedos ecológicos.
CURIOSIDAD: ¿Sabes por qué ponen rosales al inicio de los viñedos? Aunque parece que están ahí para decorar, los rosales cumplen una misión muy importante, se les llama «centinelas naturales» porque son más sensibles que las vides a algunas enfermedades, sobre todo a los hongos. Los rosales muestran los primeros síntomas de enfermedad antes que las vides, esto permite actuar rápido y prevenir que se extienda. Gracias a ellos, se reduce el uso de productos químicos y cuidar el viñedo de una forma más ecológica.
Es imprescindible visitar la Bodega histórica y realizar una visita guiada que incluyen catas y paseos entre cepas, en su original Carroviñas. Nosotros la reservamos directamente en el hotel y había pocos huecos, está muy solicitada y la verdad, es que merece la pena.
Cogimos la Visita nº 3 PREMIUM, que incluye: recorrido por las instalaciones del vino, cava, sus famosas conservas, el paseo en el Carroviñas con la persona que hace la visita guiada y una cata de selección de Prada, maridado con quesos y embutidos, por supuesto de El Bierzo. 40€ por persona.
He olvidado decirte que su frase estrella es ¡A Tope! Se repite todo el tiempo y por todo el mundo, nosotros lo vivimos ¡A Tope también!👍No te puedes perder su pequeño museo con grandes cosas relacionadas con el hotel, pero sobre todo con su dueño Prada, José Luis Prada Menéndez. Una persona muy influyente en la comarca, el mejor embajador que El Bierzo puede tener. Su historia y su vida muy interesante.
Cuenta con un Restaurante Prada a Tope, donde se sirven platos tradicionales como el botillo y pimientos asados, maridados con vinos propios. Por supuesto que nosotros probamos en varias ocasiones durante nuestra estancia, además el desayuno era en el mismo salón, bueno en un precioso balcón con vistas a los viñedos. El Palacio también tiene una terraza donde poder picar algo menos elaborado (que también probamos). Para mi las joyas del restaurante son los pimientos asados y sus cerezas en aguardiente. (Estos productos los tienen en todos sus restaurantes, también en el de Madrid, de la calle Príncipe, al que nosotros hemos ido mucho).
En una comida en el hotel, coincidimos con Prada y su mujer Flor, terminamos hablando con ellos en una sobremesa muy de las buenas, de las que compartes el momento.
La Tienda gourmet con conservas artesanales, vinos, licores y productos del Bierzo elaborados en el propio palacio, es de otro nivel, tienes ganas de llevártelo todo.
Declarado Bien de Interés Cultural, el Palacio de Canedo es el lugar ideal para desconectar, saborear lo auténtico y dejarse envolver por la magia de la tradición berciana. Creo que nosotros deberíamos celebrar cada aniversario de boda en este lugar tan maravilloso y con tanta buena gente (de momento no hemos vuelto, ojalá escribir en el blog nos haga volver).
Cada viaje nos transforma, y este lo ha hecho con estilo, sabor y alma. Si estás pensando visitar El Bierzo, no lo dudes: déjate envolver par la magia del Palacio de Canedo. Te aseguro que saldrás con el corazón más lleno de lo que llegaste. Saldrás ¡A Tope!
¡GRACIAS POR LLEGAR HASTA EL FINAL! SI TE HA GUSTADO, HÁZMELO SABER👍✍️. ME HARÍA MUCHA ILUSIÓN LEERTE Y SEGUIR COMPARTIENDO VIAJES.🫶🗺️
Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Prada A Tope, El Bierzo. Julio 2022.
Diario de mi viaje: Ha llovido toda la noche, y diluvia por la mañana. El día de ayer nos dejó un buen sabor de boca, incluso lo de la carrera al hotel mojándonos tuvo su gracia. Descubrir esa arquitectura modernista, un gran desayuno en el hotel y con los paraguas listos, salimos a descubrir otra zona de la ciudad y sus 12 Km2.
Día 2: Paseo Marítimo. Tour por Melilla la Vieja.
Hoy el plan es recorrer todo el Paseo Marítimo por la mañana. El horizonte está muy gris, pero ha dejado de llover y la temperatura es muy agradable. La idea es pasear viendo las diferentes playas y volver para comer antes de la visita guiada.
Melilla tiene 2 Km de playa de arena fina y dorada bañadas por el Mar Mediterráneo. Tienen Bandera Azul y aunque no hace buen tiempo vemos a muchas personas realizando deportes como el surf.
La primera playa es la de Los Cárabos, playa urbana cuyo nombre viene de unas pequeñas barcas pesqueras del país vecino, Marruecos.
Seguimos nuestro paseo hasta la siguiente playa, unos 300 metros. Sabemos que cambiamos de playa, porque cambia el nombre, nada más.
El Hipódromo es la segunda. Es la más larga de Melilla, tiene 750 metros, suele ser la más ocupada por los melillenses.
La última de las playas de esta zona de Melilla, es la de La Hípica. 580 metros de arena muy cerca de lo que llaman el Dique Sur y de la Valla, la famosa «Valla».
Ese tramo de valla no es el paso fronterizo que protagoniza o fue protagonista hace un tiempo en los telediarios. Es la frontera – barrera, literalmente con Marruecos, está ahí puesta para impedir el paso a inmigrantes. En 2022 hace ahora 3 años tuvo lugar una gran tragedia humana. 2000 personas intentaron cruzar a España y bueno lo que allí pasó fue eso, una tragedia.
Aunque sé que ese no es el punto exacto donde pasó, me impacta igual… Una parte de la valla es doble, en España está el Dique Sur, el rompeolas y el mar.
Nosotros vamos recorriendo a pie el Dique Sur, la vista de Melilla es muy bonita. Vemos muchos coches que hacen el mismo recorrido que nosotros y cuando llegan a la rotonda final, se dan la vuelta, nos parece muy raro raro, más tarde descubrimos que ellos van hasta allí para «rular» un poco. Nos explican que tienen pocos sitios donde ir, por eso los fines de semana cogen el coche y recorren los 12 Km de la ciudad, ahí lo cuento como nos lo contaron…
Vemos cañas en el rompeolas y nos damos cuenta que los pescadores están metidos en sus coches, viendo si pican o no los peces, surfistas cogiendo olas… Estar allí es una sensación agridulce que me cuesta explicar, hay silencio en nuestro camino de vuelta mientras recorremos el dique.
No lo he contado, pero imagino que es por todo el mundo conocido que Melilla, es uno de los tres lugares donde la Legión, (militares que llevan la cabra en sus desfiles), tienen uno de sus cuarteles más importantes, el «Tercio Gran Capitán». A los pies de la valla está la Caseta de la Legión, tiene fotos y sus lemas a gran tamaño en la fachada, por lo que son tan famosos. Nos queda claro lo importante que es para ellos el honor…
Yo no entro en temas que pueden llevar discusiones que no llevan a ningún sitio, pero sí que observamos que para los melillenses la Legión es algo muy importante y que llevan con mucho orgullo y yo, desde luego no entraré a criticarlo.
Nuestro paseo va ya de vuelta y es el momento de probar un té moruno ¡por fin! con lo que me gusta, lo probamos en uno de los muchos bares musulmanes que hay en Melilla, así que está riquísimo, calentito y con vistas al mar.
La temperatura ha aumentado, así que hacemos una breve parada en el hotel para dejar el jersey y quedarme solo con el abrigo y poner rumbo a la Plaza de las Culturas.
Habíamos visto una taberna andaluza con buena pinta, pero no, no sé porque (el día anterior la vimos llena), no nos hicieron mucho caso, tenían comidas en el interior y nos ignoraron bastante, así que repetimos en un bar en el que ya habíamos estado antes de ir a La Cervecería, comiendo unos ricos cucuruchos de embutido y unos bocadillos muy buenos.
Enseguida llega la hora de la visita guiada por la Ciudad Vieja. Había Reservado con una empresa que organiza tour por Melilla, Tu Guía en Melilla. Me había encantado su página web, especialmente su blog. Jennifer es su cara visible y la que organiza todo, se nota que hay un enorme trabajo detrás, una gran preparación de las visitas, pero sobre todo un amor incondicional por su ciudad y su rico patrimonio cultural, además de por la gastronomía y su gente. Resultó ser una gran embajadora de Melilla.
Yo había reservado una de sus visitas guiadas, Melilla la Vieja, el origen. Teníamos que estar cinco minutos antes de las 17 horas en la Plaza de las Culturas (donde teníamos intención de haber comido). Allí estábamos muy puntuales, como el resto del grupo. ¡Desde el primer momento supimos que iba a estar bien! El itinerario dura aproximadamente 2 horas, (creo que estuvimos un poco más) y cuesta 18€ por persona. Hace un recorrido por los lugares más importantes de la parte más antigua de Melilla, conocemos el origen de la ciudad y entramos en las Cuevas del Conventico, lugar con un encanto muy especial.
Una vez que el grupo está completo (seremos unas 15 personas) en la misma Plaza de las Culturas hay una puerta por la que vemos un túnel.
Nos introducimos en el túnel del tiempo…
y aparecemos en un pasillo que da a unos arcos y a una esplanada, donde nos cuenta los orígenes de la Ciudad de Melilla.
Unos huecos en la pared, son antiguos silos de la ciudadela. Caminamos por un pasillo abierto entre la muralla y la fortaleza, que nos lleva a atravesar un pequeño puente levadizo y una puerta para llegar al bonito mirador de la Ensenada de los Galápagos. Lugar donde desembarcó Don Pedro de Estopiñán para tomar Melilla con sus tropas, un 17 de septiembre de 1497. Es un acontecimiento importante porque Melilla, unos años después, pasó a formar parte de la Corona de Castilla en 1556 cuando Felipe II era Rey.
La vista es preciosa de la ensenada, del Fuerte Victoria Grande y de los chalés más caros de Melilla (En la visita nos enteramos de todo todo).
Estamos en una plaza anfiteatro, es la Plaza de Armas, donde Jennifer sigue contándonos la interesante historia de Melilla, de verdad que es interesante.
Esta plaza que utilizan para conciertos y actuaciones, da paso a la Puerta y Capilla de Santiago, con el escudo de Carlos I (realmente más conocido como Carlos V). Es diferente a las otras puertas, tiene la antigua puerta de madera, pero, como curiosidad decir que está en el techo para que se conserve mejor, la pequeña capilla de Santiago conserva la bóveda gótica y además la puerta también es un «codo» para hacer más difícil las posibles invasiones.
Salimos a otra plaza, Plaza de la Maestranza, donde están los aljibes árabes y los museos de Arqueología e Historia y el Museo Etnográfico, que no vimos con la visita guiada, porque se pueden visitar de forma gratuita y también con visita guiada, así que lo hicimos otro día.
Los aljibes árabes llamados Aljibes de las Peñuelas, son del siglo XVI y la verdadera maravilla la encontramos en el interior. Las dos puertas del centro son la de los aljibes y las dos de los laterales, se corresponden a la parte donde se recogía el agua de la lluvia, se purificaba al filtrarse en arena y grava, antes de pasar a los depósitos, se llaman decantadores. Los aljibes, cada uno, tienen una capacidad de 500 metros cúbicos.
Podemos entrar a ver los aljibes, pero somos muchos, todos queremos verlos y como mucho 3 personas pueden entrar, en los decantadores si hay más espacio, pero no nos preocupa, tenemos claro que el día siguiente lo dedicaremos a ver con calma, Melilla la Vieja.
Así que la visita continúa y subimos unas escaleras para llegar a otra plaza con el Museo de Arte y La Casa del Reloj (Museo de Arte Contemporáneo), (ya aviso que estos museos no nos da tiempo a verlos en este viaje a la Ciudad Autónoma…).
De la Casa del Reloj no tengo fotos del exterior, (apunta este sitio para ir). El edificio es Bien de Interés Cultural, su nombre oficial es Torre de la Vela. Me hubiera encantado ver las salas y las obras que había, pero nuestra guía nos llevó a la 2º planta, para ver la vista.
¡La vista es preciosa! Nos podemos hacer a la idea del tamaño de Melilla. Recuerda que no llega a 13 Km2.
Jennifer nos lleva por una calle donde estuvo situada la primera sinagoga de Melilla, hoy es el Mesón de la Tortilla.
Atravesamos una puerta con arco para llegar a la iglesia de la Concepción, actualmente desacralizada, así que podemos movernos como en nuestra casa. Puedes subir y entrar en las hornacinas que en su día fueron ocupadas por imágenes. No es una falta de respeto, es diferente, la verdad es que pasamos un rato divertido. De momento está en proceso de restauración, y quieren que vuelva a ser un lugar de culto, pero no se ve nada que haga ver que va a ser pronto.
A continuación vamos a la que posiblemente sea la estrella de la visita, las Cuevas del Conventico. Son unas galerías subterráneas debajo de un antiguo convento, que se construyeron en el siglo XVIII por presos gitanos, para que la población pudiera refugiarse cuando el sultán de Marruecos asedió la ciudad.
Al final de uno de los túneles del antiguo convento, hay una puerta que lleva a unas escaleras que conducen a una playa, la Cala de Trápana. (Solo se puede llegar a esta cala desde aquí o desde el mar AVISO: en la visita NO te puedes bañar). ¡Es increíble, el sitio me encanta!
Bajo a la playa, por supuesto, hay una gran cueva que imagino se llenará de agua cuando sube la marea. Una ola casi nos pilla a los osados que hemos bajado… El arco es muy curioso (no te cuento su historia porque de verdad quiero que vayas a Melilla y hagas esta visita 😉) se llama arco parabólico y su función es apuntalar la cueva.
Hay que volver a subir las pronunciadas escaleras, pero fáciles y desandar todo el camino andado por las galerías. Caminando hacía el viejo faro, miramos hacia atrás y nos encontramos esta vista.
Para poder ver las Cuevas del Conventico, pueden hacerse con la visita guiada de Tu guía en Melilla o accediendo directamente en la recepción de las cuevas, pero hay pases, así que, hay que reservar si o si, en este número de teléfono: 952680929 o en el correo electrónico: ciudadmonumental@melilla.es
Llegamos al final de la visita, el Faro de Melilla, situado en el Torreón del Bonete, uno de los edificios más antiguos de la Ciudad Vieja.
Cuando paseamos por la muralla para ver otra vista panorámica, el faro se enciende…
Ya ha terminado la visita y bajamos andando por la carretera hacía la ciudad nueva, hay un ascensor que podemos coger en el Centro de Interpretación (CIMLaV), que nos dejaría abajo del todo, pero no llueve, hace buena noche y preferimos andar. (Por cierto no nos dio tiempo a ver el Centro de Interpretación, museo sobre las fortificaciones).
Dejamos atrás la Ciudad Vieja para llegar a la Plaza de España y ver terminar el desfile de Carnaval. Vemos como se quema la sardina y nos vamos a cenar al hotel.
Así termina nuestro segundo día en Melilla, aún nos queda otro día completo más una mañana. Tenemos que ver con más detenimiento la Ciudad Vieja, queremos subir al Fuerte Victoria, comer en uno de los restaurantes más famosos de Melilla y adentrarnos en su parque más bonito. Pero eso será otro día.
SI HAS LLEGADO HASTA AQUÍ ¡GRACIAS POR LEERME HASTA EL FINAL! SI TE HA GUSTADO 👍✍️
Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Melilla. Febrero-marzo 2025.