![20170724_201111[1]](https://imaginayvivetuviaje.com/wp-content/uploads/2017/07/20170724_2011111.jpg?w=322&h=522)
Hoy voy a recomendar una ruta preciosa dentro de los Picos de Europa, aprovechando que hay muchas personas que están de vacaciones en Asturias, en la zona oriental. Esta ruta viene bien hacerla si estás cerca de Arenas de Cabrales y si ya has hecho la senda del Cares o si quieres algo más «exclusivo» en cuanto a soledad en el camino.
La senda del Macizo de Ándara es preciosa y muy poco conocida, muy poco transitada, pero desde luego merece la pena.
Nosotros la ruta la hicimos en mayo con dos adolescentes protestones y resultó un éxito. En verano es conveniente empezarla pronto, porque tiene tramos muy al descubierto.
¿Qué debes saber? La ruta es de 16km, de una dificultad media, (Sólo tiene duro la parte final si se empieza por la subida al Refugio de Ándara, llegando al aparcamiento Jito Escarandi) La ruta es circular. Con un desnivel de unos 600 metros. El camino es por pistas forestales, no tiene perdida.
Como llegar: Desde Arenas de Cabrales coger la carretera que va a Sotres. Se pasa el pueblo dirección Tresviso hasta el collado y al aparcamiento señalizado del Jito de Escarandi a 3,5km de Sotres.
Bien señalizado, empezamos subiendo un poco hacia el refugio de Ándara, subiendo pero sin mucha dificultad.
En mayo había nieve y muchos sitios con hielo, en verano es posible que quede algún que otro nevero, para los niños eso es siempre un aliciente.
El Refugio de Ándara ya se puede ver, casi hemos llegado.
El refugio suele estar abierto en verano y los fines de semana. Al rededor del Casetón se ve una de las entradas a una de las Minas de Ándara. También se tiene la opción de subir al pico y llegar al lugar donde había dos lagunas (como los Lagos de Covadonga), pero esa opción con nieve hay que ir muy preparado y es una ruta más difícil.
Así que nosotros decidimos en ese momento hacer la ruta circular (para volver por otro sitio diferente) y es en el Casetón donde está es desvío al Vao de los Lobos PR-PNPE 28. Este tramo es una pista forestal.
Podemos ver el camino andado…
Resulta impresionante.
Unas cuantas curvas largas nos van mostrando el nuevo recorrido.
Sin duda uno de los atractivos de Picos de Europa es el modelado de las rocas, el resultado de la erosión kárstica, que a mi tanto me gusta….
Poco a poco vamos dejando el paisaje de alta montaña, para adentrarnos en una zona más de bosque.
Tranquilamente se llega a la fuente del Vao de los Lobos, donde es un buen lugar para comer y seguir el camino. Nosotros en esta ocasión preferimos terminar la ruta para comer ya en el aparcamiento. De aquí surge un nuevo cruce de caminos, nosotros el de la izquierda, dejando detrás la fuente, dirección Hoyo del Tejo.
Pasamos es primero de los bosques que veremos, el hayedo del Monte de la Llama, un bosque colgado sobre las cabañas de la majada del Cerezal y los acantilados del río Urdón.
Entramos en el Hayedo de Valdediezma, una zona forestal de las más valiosas del Macizo Oriental, ¡aquí ya no sabes si estás en Asturias o en Cantabria!
Para mi el peor tramo del camino es a partir de una nave gris hasta el aparcamiento, es todo subida y es como la última media hora de la ruta, pero… ¡Prueba superada! y el bien merecido bocata nos espera en el coche.
La tarde que estuvimos en Pampaneira ya vimos por donde teníamos que empezar la senda. Estábamos los trece muy motivados para hacerla, aunque nos habían dicho que lo más complicado sería la subida al primer pueblo del Barranco Bubión.

El calor aprieta, pero la bajada se hace menos dura para todos. Una breve parada en Bubión para un trago de agua y para esperar al pelotón.












Se cruza la carretera y nos encontramos con este panel informativo y con señales de distintas rutas. Nosotros queremos ir a la Fuentona y desde allí a la Atalaya.






Tenemos que presentarnos todos a las 9 de la noche en Mirador de Almanzor, para vestirnos con los trajes propios para la ocasión.

Al llegar al Restaurante Calatañazor comienza la cena en la que nos explicaran cada plato, su origen e historia, actuaciones de los músicos explicando instrumentos y el origen de las canciones, y una bailarina que bailaba la danza del vientre, dejándonos sin respiración.


Juego de orientación terminado, cogemos el coche y nos vamos a comer a Ideazabal en una taberna «Pilarrenea»(donde no probamos el queso), pero en la que comimos francamente bien, con pena porque hay que emprender la vuelta a casa.







La subida sigue…
Para mi la foto cautivadora de ese momento es la que representa el Midí desde el refugio.



Antes de llegar al embalse se supone que hay otra cueva, la de Molkorburu, pero creo que el día no era para ver cuevas, porque tampoco lo encontramos.




Para volver hacemos el mismo recorrido, lo que hace que podamos fijarnos un poco más en los detalles.