Una rápida escapada a un lugar Patrimonio de la Humanidad, Úbeda, me hizo descubrir algo que no tenía ni idea de que existiera.
Al querer transformar unos inmuebles en apartamentos, en pleno centro de Úbeda, descubrieron unos arcos de una antigua sinagoga anterior al siglo XIV. Así se empieza a recuperar todo el recinto en 2007, para abrirlo a las visitas en 2010. La increíble Sinagoga del Agua.
La entrada de un adulto es de 4,50€ y siempre se visita con un guía oficial en castellano. La visita dura entre 30 y 45 minutos. Nuestra guía nos lo explicó todo muy bien, de una manera sencilla y fácil de comprender. Los grupos para visitarla son pequeños, porque no hay demasiado espacio para grupos grandes.
El lugar tiene siete salas donde destaca la galería de mujeres en la sinagoga y el baño ritual llamado “Mikveh”.
Sala Sinagogal. Unos arcos apuntados que estuvieron ocultos en las antiguas casas. Se conserva el techo con tablones, que también debió estar oculto, y unos pozos. En las sinagogas medievales, era muy importante el agua subterránea.
Galería de Mujeres. Lugar que ocupaban las mujeres durante las ceremonias.
A través de un pasadizo excavado en la roca, al principio se pensó que era una antigua bodega, aparececió entre escombros el baño ritual de purificación o Mikvéh. Los judíos se purificaban antes de entrar al templo. Los hombres lo hacían los viernes y en fiestas importantes. Las mujeres antes del matrimonio, después del parto y cuando terminaba su menstruación. Todo el cuerpo debía quedar dentro del agua purificadora.
También podemos ver la bodega y los hornos, se cree que podría formar parte de la casa ocupada por el rabino. Se utilizaba para almacenar el aceite, el vino y alimentos.
Cuenta también con una exposición de objetos religiosos judíos.
A mi desde luego me pareció un lugar mágico, un verdadero viaje en el tiempo. No parece que en tras esa fachada que nos encontramos en la calle Roque Rojas, esquina con la calle de Las Parras, nos vamos a encontrar esa maravilla.
Muy pocos lugares se han conservado en España tan bien como la Sinagoga del Agua en Úbeda.
Una pequeña recomendación que merece la pena ser vista.
Las fotografías y comentarios son de Imagina y Vive Tu Viaje en la Sinagoga del Agua en Úbeda, Jaén. Noviembre 2019.
Al organizar nuestro viaje a Bali, los últimos 4 días los habíamos reservado para descansar un poco, disfrutando de la zona Sur de la isla. Iríamos a Nusa Dua.
Pero del Sur que no habíamos visto nada, nos reservamos uno de esos días para intentar ver algo de lo más representativo.
Había encontrado en Internet una empresa que realiza 6 tours diferentes por la isla de Bali y justo uno de ellos se ajustaba a lo que nosotros buscábamos: El Sur.
La empresa es Ven a Bali. Cuando me puse en contacto con ellos, el tour estaba completo para los días que estaríamos en la zona. Pero Cristina, la persona con la que contacté nos propuso realizar la excursión sin guía, pero sí con conductor por 55€ los 5 en un coche grande (sólo incluye eso). No incluye las entradas a las playas y al templo Uluwatu, ni a su danza balinesa, comida por nuestra cuenta.
Nos pareció bien y lo cogimos haciendo algún que otro cambio en el itinerario. Putu sería nuestro chófer, a él le venía genial practicar español y a nosotros quien nos llevara a esos sitios. La verdad es que hizo casi de guia, nos contó muchas cosas muy interesantes. Habíamos suprimido la visita al Garuda Wisnu Kencana Park (estatua gigante del Dios Garuda, que está sin terminar, por eso decidimos no ir), para ir con más calma.
Putu nos recogió en nuestro Hotel en Nusa Dua y después de casi 1 hora de coche, (los atascos en Bali, son otra cosa) llegamos a la playa Padang.
Padang es playa para hacer surf y fué uno de los exteriores de «Come, reza, ama». De Julia Roberts y Javier Bardem.
Playa bonita, de arena blanca y agua turquesa, pero pequeña y llena de gente y de monos por todos lados. Por eso estuvimos poco tiempo, una amiga que viajaba con nosotros tiene bastante miedo a los monos y no pudo bajar a la playa.
La entrada a la playa cuesta 10.000 rupias indonesias, unos 65 céntimos de euro. Se hace por unas escaleras entre rocas un poco empinadas.
Un breve paseo con cuidado de no ser atacados por los monos y nos vamos con Putu de nuevo a la siguiente playa, Pandawa.
Allí sólo hay monos a la entrada del aparcamiento, no llegan a la orilla. Entrar en Pandawa cuesta 15.000 rupias, unos 97 céntimos de euro.
Los chicos alquilaron una canoa para hacer un poco de remo en ese agua tan bonita, uno de ellos se hizo un corte con la canoa y cuando fuimos al puesto del socorrista para que le curaran, bueno no se cómo explicarlo, el botiquín, no es que cumpliera unas condiciones mínimas de higiene, pero mejor no pensarlo. Le limpiaron bien con suero y le pusieron una tirita, ahora el trato fue increíblemente bueno, tratan fenomenal a los turistas.
Había gente en la playa, pero pocas personas bañándose, así que disfrutamos del baño.
A la playa llegaron unos jóvenes haciendo un cuestionario para su colegio y Pablo gustoso contestó a sus preguntas sobre el turismo en Bali.
Ya cambiados nos lleva Putu a comer a un sitio donde comemos fenomenal: Bejana, cerca del último templo que veríamos en Bali, Uluwatu.
Aparcamos en el aparcamiento del templo Uluwatu, Putu iba protegiendo a nuestra amiga de los monos, que aquí hay bastantes también, pero este templo no puede perdérselo.
La entrada cuesta 30000 rupias, 1,94 euros.
Vista del teatro
Vista del templo con meru de tres alturas
Llegamos para poder ver la preciosa puesta de sol y su famosa Danza Kecak en el teatro al aire libre que hay en el recinto. Esa entrada no recuerdo cuanto nos costó, la sacó Putu porque parecía un mercadillo la taquilla para sacar esas entradas, menos mal que las sacó él, creo que si no no las habríamos conseguido. El aforo no es mucho, para todas las personas que están viendo las instalaciones de Uluwatu.
La actuación es a las 6 de la tarde, justo para poder ver la caída del sol y nosotros la vimos muy bien.
70 hombres cantan, hacen sonidos al rededor de una antorcha de fuego, mientras otros personajes van interpretando la danza, a mi me encantó, era muy curiosa, con partes muy interesantes.
Tenemos que ir viendo la hoja que nos da Putu para ir entendiendo lo que pasa en la Danza.
Mientras vemos la Danza, también vemos el Sol. ¡Es tan bonito!
Después de la actuación los protagonistas se hacen fotos con el púbico y nosotros conseguimos hacernos alguna también.
Mis sentimientos en ese momento fueron de no querer terminar nunca ese viaje…
Pero hay que regresar a Nusa Dua y tenemos por lo menos 1 hora. La odisea de salir de Uluwatu, fue ¡¡¡tela con los monos!! Nos quedan tres días para poner en orden las ideas, las emociones y el «Espíritu de Bali» que ya me acompañará siempre.
Las fotografías y los comentarios son de Imagina y Vive Tu Viaje en Bali. Agosto 2018.
En nuestra bajada al Sur de Bali, la última parada sería Tanah Lot, dicen que es el lugar más romántico de todo Bali.
Una gran distancia desde Ullun Danu, un buen atasco balinés de los que a nosotros los españoles podría desesperarnos. A ellos no les causa ningún problema y no pierden la paciencia, así que nosotros ¿para qué íbamos a perderla? No conducimos, pues disfrutemos del camino en furgoneta y de las vistas por la ventanilla.
Como veis, todo es tan diferente a España, a Europa,… que no nos importa el atasco y lo lejos que está Tanah Lot. (Os dejo el mapa de la ruta de bajada al Sur).
Cuando llegamos, ya estaba «todo el mundo» esperando para ver la puesta de sol. Es famoso por ese motivo. La marea está baja y vemos a las personas caminar a su alrededor.
Tanah Lot punto de encuentro de la tierra (tanah) con el mar (lot). La parte que se abre al mar, está dedicada a la diosa balinesa del mar, Betara Tengah Segara. La que da a la tierra, cuentan que es la sede de los dioses del Gunung Batukau, (2º pico de la isla).
Pande nuestro guía, nos lleva a la parte de arriba del recinto, hay un montón de bares con terrazas para ver la puesta de sol.
Nos pedimos un coco preparados para el gran momento. Aunque está un poco nublado la vista es preciosa y el agua de coco tengo que deciros que está buenísima.
Nosotros no podemos acceder al interior, solo a una zona en la parte de abajo, pero no queremos hacer cola, con rodear la parte que está en tierra en la orilla ya nos merece la pena.
Con la sensación de que hemos hecho muchas cosas y de que ha sido un día muy completo, nos ponemos en marcha a nuestro último destino en Bali, Nusa Dua. Donde pasaremos los 4 últimos días de este gran viaje.
Las fotografías y los comentarios son de Imagina y Vive Tu Viaje en Bale. Agosto 2018.
Ulun Danu es uno de los templos más importantes de Bali, además de ser uno de los más fotografiados. Realmente son cinco templos y una estupa budista.
Como en otros templos de Bali, no se puede entrar a la parte sagrada. Nos tenemos que conformar con verlo todo por fuera, aún así es realmente bonito.
Como todos los templos de Bali cuenta con una puerta partida, candi bentar, que suele ser la entrada a un patio. Aquí hay muchísima gente, está lleno de turistas, de balineses y de otros indonesios disfrutando del lugar.
Lo que realmente llama la atención y es muy fotografiado es el pequeño templo que está en un lado del Lago Beratan, en honor a Dewi Danao, diosa del lago. Como ya habíamos visto en Besakih encontramos un meru de once alturas.
No sé si estaréis de acuerdo conmigo de que es un lugar muy fotogénico?
El recinto es enorme y puedes pasear por sus jardines, durante como mínimo una hora, enamorándote aún más de Bali.
Para terminar nuestra bajada al Sur nos queda enseñaros Tanah Lot, según Pande nuestro guía, el templo más bonito de Bali. Pero eso, os lo cuento otro día.
Las fotografías y comentarios son de Imagina y Vive Tu Viaje en Bali. Agosto 2018.
Nuestra bajada del Norte de Bali al Sur, comienza por visitar el único templo budista de la isla.
Brahma Vihara Ashrama, en Banjar, es uno de esos lugares que desde que llegas tienes la certeza de que no vas a olvidar jamás.
No sé si tendrá que ver con que apenas había gente (una pareja y una familia), pero ¡nos encanta! Se respira paz y sobre todo mucha positividad, aunque no soy capaz de explicar el por qué, traspasa la piel...
Es curioso, el templo es budista, pero constantemente hay mezcla con el hinduismo y sobre todo con el animismo que caracteriza especialmente a Bali.
Tiene muchas zonas para ver, puedes entrar donde rezan, descalzo. Hay estatuas de Buda por todas partes en distintas posturas de meditación.
En la primera estancia a la que accedemos está el Buda dorado.
Después es dejarse llevar, disfrutando de los detalles, del olor a incienso, de los colores de las flores, es momento de acordarte de personas con las que te gustaría estar viviendo ese instante, de llenarse de esa espiritualidad que necesitaremos ir dosificando después, a lo largo de todo el año….
El templo es moderno , fue construido en 1970 por un brahmán local convertido al budismo.
Tuvimos la gran suerte de escuchar un instrumento típico balinés: «gamelan», en una de las estancias.
Uno de los lugares con más espiritualidad quizá fuera el templo que tiene unas estupas perforadas, como campanas invertidas. Como el de Borobudur en Java, pero a lo pequeño.
Después debajo, estaba lleno de figuras de Buda, de ofrendas y de incienso.
Solo nos queda ver una puerta partida, candi bentar. Representa la montaña cosmica dividida en las fuerzas positivas y negativas del universo. Típica de los templos balineses.
Viajar es siempre un aprendizaje constante, y una de las cosas importantes que aprendimos en Bali, fue que son muy respetuosos con las creencias de todas las personas, y que ellos son profundamente religiosos.
Con esta paz que me produce recordar ese momento, doy paso a una semana de entradas sobre Bali. Nuestra bajada al Sur dio para mucho.
Las fotografías y comentarios son de Imagina y Vive Tu Viaje en Bali. Agosto 2018.