¡Cómo se nota que no escribo para ser leída! Ahora que empiezo a dejar ver mi blog, recibo sugerencias para mejorarlo, así que iré haciendo caso. (¿Vale Patri?)
Pampaneira como dicen allí, es la puerta de la Alpujarra, el balcón a la Granada marinera.
Un pueblo de esos que aunque esté lleno de gente no pierde su encanto, aunque sea casi imposible hacer una foto y que no salga nadie más que los que quieres que salgan, merece la pena visitar.
Nosotros elegimos este destino para la pasada Semana Santa y es ideal para hacerla con amigos. Fuimos 13, 7 niños (entre 16 y 5 años) y 6 adultos. Creo que se dio gusto a todos y que la experiencia salió bien. (Cuando éramos más jóvenes ya viajábamos en Semana Santa juntos, pero sin niños, es positivo retomar viejas costumbres).
Una vez que estuvimos bien ubicados en nuestro Cortijo La Suerte del que hablo en Durmiendo en… nos fuimos a descubrir Pampaneira.
Parece vacío, pero no, aunque la gente estaba más en la Plaza del Ayuntamiento, en los bares y tiendas de al rededor.
Las tiendas muy bonitas y con productos muy originales, aunque las mejores las dejo para otro post que voy a preparar.
Un paseo hasta la era de la Ermita para una buena merienda de los niños…
Una buena cervecita y un buen aperitivo siempre es augurio de un buen viaje!!!
En el próximo post Lanjarón, ciudad del agua.