Diario de mi viaje: hoy no madrugamos, solo tenemos que estar listos a las 8:00 a.m. (Todos los días en el crucero por el Nilo hemos madrugado mucho mucho). Salimos de nuestro barco que está anclado en Aswan para coger la furgoneta que nos lleva al último templo egipcio de nuestro viaje a Egipto, Philae.
Visitar el Templo de Philae es adentrarse en uno de los rincones más evocadores del Antiguo Egipto. Situado en la isla de Agilkia después de su traslado al hacer la presa de Aswan. Alzado sobre las aguas del Nilo, rodeado de vegetación y, también muchos turistas.
Solo se puede acceder en barca, lo que convierte la llegada en una experiencia diferente. En la barca va un niño nubio que quiere vendernos todos los objetos que lleva para los turistas, ¡tiene unos ojos! Al desembarcar nos encontramos con el Quiosco de Nectanebo I, edificio más antiguo del recinto, dándonos la bienvenida al templo.
El protagonista indiscutible es el Templo de Isis. Entrada monumental, flanqueada por dos pilonos decorados con relieves de faraones sometiendo enemigos, se puede ver la marca del agua del tiempo que estuvo sumergido. Da paso a una sala hipóstila con columnas. En el interior, el santuario conserva relieves dedicados a Isis y Osiris, transmitiendo aún la devoción de aquellos que los hicieron.
En este lugar se puede ver la influencia ya de otras civilizaciones como lo muestran otros espacios. Como el Quiosco de Trajano; el Mammisi (templo del nacimiento divino; Diferentes capillas; puertas romanas y el templo de Augusto o el Nilómetro.
Después de tanto tiempo, me doy cuenta que las fotos no soy capaz de tener claro a qué espacio concreto pertenecen… Pero tienen la capacidad de trasladarme a ese mismo momento…
Volvemos al embarcadero para coger la barca, ya no está el niño nubio de ojos bonitos. Ese paseo tengo que disfrutarlo, porque el Antiguo Egipto se acaba.
Para despedirnos del mundo faraónico, vamos a visitar Thutmoses PerfumesPalace. Allí nos explican (siempre con té) los secretos de sus esencias. Alguna compra hicimos, sobre todo esencias para nuestra casa. (Una crema hidratante, leche de Cleopatra, también me la traje).
Estamos de nuevo preparados para pasar un poco de calor y nos vamos a las Canteras de granito, de donde se han sacado la mayoría de las piedras con las que se han construido las Pirámides y los templos de todo Egipto. Algo curioso que vemos es un obelisco inacabado. Parece ser que se rompió cuando lo estaban tallando y ya nunca lo terminaron.
Nos despedimos del Alto Egipto para volver a El Cairo, apenas estamos unas pocas horas y mi tripa parece que no está bien. Cenamos en el hotel y de nuevo madrugón para coger otro avión con destino Sharm el Sheikh.
GRACIAS POR LLEGAR HASTA EL FINAL! SI TE HA GUSTADO, HÁZMELO SABER. 👍✍️ ME HARÍA MUCHA ILUSIÓN LEERTE Y SEGUIR COMPARTIENDO RUTAS Y VIAJES. 🫶🗺️
Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Philae,. Egipto, agosto 2022.
Diario de mi viaje: el día amanece un poco triste para mi, pero llevadero. Tenemos todo el día por delante para seguir descubriendo Melilla.
Día 3: Fuerte de Victoria Grande. Museos de Melilla la Vieja. El Rincón de Casa Sadia. Parque Hernández.
Después del desayuno, toca hacerse fotos para reírnos un poco y nos vamos a la Plaza de España, para hacernos fotitos en las letras de Melilla. No podemos dejar de alucinar con los edificios modernistas, no he contado las fotos que tengo.
Queremos ir de nuevo a Melilla la Vieja, pero antes iremos al Fuerte de Victoria Grande, el monumento que está más alejado de todo, pero que se llega tranquilamente andando, disfrutando del paseo. Tenemos que subir por la calle de los «chalés caros» y descubrimos otra vista de Melilla la Vieja y de la Ensenada de los Galápagos. Podemos ver el balcón en el que estuvimos en la Casa del Reloj.
Seguimos subiendo por la carretera al Fuerte de Victoria Grande, pero no llegamos a la visita guiada de las 12 (hemos llegado 5 minutos tarde) y queda mucho hasta la siguiente, así que lo vemos por nuestra cuenta, fue una pena porque nos hubiera gustado mucho más. Por cierto la visita guiada es gratuita.
Este baluarte tenía como finalidad proteger Melilla, junto con otros dos más pequeños que no se conservan. En el interior hay unos cuadros explicativos de la Historia del fuerte, por lo tanto de la Historia de Melilla.
Lo vemos en menos de una hora y vamos bajando hacia la ciudad, descubrimos que hay unas escaleras por las que podemos atajar y llegar antes a la zona de los chalés.
Queremos volver a ver Melilla la Vieja, más detenidamente, entrar en alguno de los museos, llevar nuestro ritmo.
Volvemos a la Plaza de las Culturas para volver a introducirnos en ese túnel que parece que nos lleva a otra época y ahora conociendo un poco más la historia, nos fijamos en los detalles.
Entramos de nuevo en los Aljibes, no hay nadie y podemos leer tranquilamente los paneles que hay en las salas que son los decantadores.
Vamos al Museo de Historia, Arqueología y Etnología, ocupan los antiguos almacenes de las Peñuelas de abastecimiento de Melilla, construidos en 1781 bajo el reinado de Carlos III. Hoy en día después de su restauración, el interior se ha adaptado para ser museo. En sus salas está la Historia de Melilla desde la Prehistoria hasta la actualidad, espacios también para las diferentes culturas que han habitado y habitan Melilla.
La entrada es gratis y llegamos justo para la visita guiada, merece muchísimo la pena, la guía, otra enamorada de la ciudad, ¡maravilloso! Estamos dentro un poco más de una hora.
Melilla también llamada por los fenicios Rusaddir, tiene mucho que descubrir y por la hora vuelve a tocar descubrir su gastronomía. Vamos a un bar que nos recomienda Jennifer (nuestra guía en la visita guiada: Tu Guía en Melilla), Bar Sevilla. Un bar auténtico, muy conocido por los melillenses y ahora también por los forasteros.
Perfecto para abrir boca, nos hubiéramos quedado a comer tapeando sin ninguna duda, pero habíamos reservado en uno de los restaurantes más famosos de toda Melilla, El Rincón de Casa Sadia. Este restaurante está muy cerca de la sinagoga, que tampoco pudimos ver por no llegar a la visita.
Casa Sadia un restaurante muy demandado por turistas y melillenses y cierra pronto, así que es importante reservar. A nosotros nos tocó comer en una mesa alta, pero bastante bien.
Aperitivo nada más llegar, eso ya pinta bien, unas berenjenas fritas con miel de caña y sus famosos pinchitos (riquísimos). De plato principal uno pidió calamares a la plancha, (yo llevaba pensando desde que llegué a Melilla comer cuscus) por supuesto pedimos cuscus de pollo y tallin de cordero y un rico postre para compartir.
Un té moruno en otro sitio para alargar la sobremesa y compartir momentos, eso también es viajar. La buena conversación nos lleva a dar un paseo por uno de los parques más importantes de la ciudad, el Parque Hernández.
El Parque Hernández ubicado en pleno corazón de Melilla, es un oasis urbano que combina historia, arquitectura modernista y exuberante vegetación. Inaugurado en 1902 gracias a la visión del general Venancio Hernández Fernández, este espacio surgió sobre el antiguo cauce del Río de Oro como un lugar de esparcimiento para la creciente población melillense.
Lo que hace especial este parque, es que alberga más de 200 palmeras de distintas especies, ficus centenarios, araucarias y un impresionante ejemplar de drago. Su diseño recuerda a los jardines del Generalife, con paseos flanqueados por palmeras y fuentes ornamentales. Tiene un templete de música, pérgolas, esculturas de personajes ilustres y fuentes cibernéticas que se iluminan por la noche.
En 2007, fue reconocido como Parque Histórico por la UNESCO, consolidando su valor patrimonial y cultural. Es perfecto para pasear, relajarse o simplemente disfrutar del entorno, el Parque Hernández es una parada obligatoria para cualquier viajero que quiera conocer el alma verde de la ciudad.
Al recorrer el parque salimos por la puerta contraria a la de la Plaza de España, para seguir nuestro paseo por otra parte de la ciudad y ver otros edificios. Entre ellos la plaza de toros de Melilla, también llamada «la Mezquita del Toreo», es la única en activo del continente africano. Fue inaugurada en 1947 de estilo neobarroco andaluz, de planta circular, con capacidad para más de 8.000 espectadores.
Fue construida sobre una antigua necrópolis romana. Acoge corridas de toros, eventos culturales y se han realizado visitas guiadas. Declarada Bien de Interés Cultural, la plaza es un símbolo de la tauromaquia melillense y un testimonio arquitectónico de la ciudad.
Jugando como niños con las luces de una plaza cercana a nuestro hotel termina otro día en Melilla, nuestro último día completo. Nos queda la mañana del día siguiente, la pasamos viendo aquellos edificios modernistas que más nos habían gustado, tomando un café y haciendo alguna que otra compra. Así termina un viaje a una ciudad que sorprende y que desde luego invito a que visites y que la disfrutes en cualquier época del año😍.
¡GRACIAS POR LLEGAR HASTA EL FINAL! SI TE HA GUSTADO, HÁZMELO SABER👍✍️. ME HARÍA MUCHA ILUSIÓN LEERTE Y SEGUIR COMPARTIENDO VIAJES.🫶🗺️
Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Melilla. Febrero-marzo 2025.
Diario de mi viaje: Ha llovido toda la noche, y diluvia por la mañana. El día de ayer nos dejó un buen sabor de boca, incluso lo de la carrera al hotel mojándonos tuvo su gracia. Descubrir esa arquitectura modernista, un gran desayuno en el hotel y con los paraguas listos, salimos a descubrir otra zona de la ciudad y sus 12 Km2.
Día 2: Paseo Marítimo. Tour por Melilla la Vieja.
Hoy el plan es recorrer todo el Paseo Marítimo por la mañana. El horizonte está muy gris, pero ha dejado de llover y la temperatura es muy agradable. La idea es pasear viendo las diferentes playas y volver para comer antes de la visita guiada.
Melilla tiene 2 Km de playa de arena fina y dorada bañadas por el Mar Mediterráneo. Tienen Bandera Azul y aunque no hace buen tiempo vemos a muchas personas realizando deportes como el surf.
La primera playa es la de Los Cárabos, playa urbana cuyo nombre viene de unas pequeñas barcas pesqueras del país vecino, Marruecos.
Seguimos nuestro paseo hasta la siguiente playa, unos 300 metros. Sabemos que cambiamos de playa, porque cambia el nombre, nada más.
El Hipódromo es la segunda. Es la más larga de Melilla, tiene 750 metros, suele ser la más ocupada por los melillenses.
La última de las playas de esta zona de Melilla, es la de La Hípica. 580 metros de arena muy cerca de lo que llaman el Dique Sur y de la Valla, la famosa «Valla».
Ese tramo de valla no es el paso fronterizo que protagoniza o fue protagonista hace un tiempo en los telediarios. Es la frontera – barrera, literalmente con Marruecos, está ahí puesta para impedir el paso a inmigrantes. En 2022 hace ahora 3 años tuvo lugar una gran tragedia humana. 2000 personas intentaron cruzar a España y bueno lo que allí pasó fue eso, una tragedia.
Aunque sé que ese no es el punto exacto donde pasó, me impacta igual… Una parte de la valla es doble, en España está el Dique Sur, el rompeolas y el mar.
Nosotros vamos recorriendo a pie el Dique Sur, la vista de Melilla es muy bonita. Vemos muchos coches que hacen el mismo recorrido que nosotros y cuando llegan a la rotonda final, se dan la vuelta, nos parece muy raro raro, más tarde descubrimos que ellos van hasta allí para «rular» un poco. Nos explican que tienen pocos sitios donde ir, por eso los fines de semana cogen el coche y recorren los 12 Km de la ciudad, ahí lo cuento como nos lo contaron…
Vemos cañas en el rompeolas y nos damos cuenta que los pescadores están metidos en sus coches, viendo si pican o no los peces, surfistas cogiendo olas… Estar allí es una sensación agridulce que me cuesta explicar, hay silencio en nuestro camino de vuelta mientras recorremos el dique.
No lo he contado, pero imagino que es por todo el mundo conocido que Melilla, es uno de los tres lugares donde la Legión, (militares que llevan la cabra en sus desfiles), tienen uno de sus cuarteles más importantes, el «Tercio Gran Capitán». A los pies de la valla está la Caseta de la Legión, tiene fotos y sus lemas a gran tamaño en la fachada, por lo que son tan famosos. Nos queda claro lo importante que es para ellos el honor…
Yo no entro en temas que pueden llevar discusiones que no llevan a ningún sitio, pero sí que observamos que para los melillenses la Legión es algo muy importante y que llevan con mucho orgullo y yo, desde luego no entraré a criticarlo.
Nuestro paseo va ya de vuelta y es el momento de probar un té moruno ¡por fin! con lo que me gusta, lo probamos en uno de los muchos bares musulmanes que hay en Melilla, así que está riquísimo, calentito y con vistas al mar.
La temperatura ha aumentado, así que hacemos una breve parada en el hotel para dejar el jersey y quedarme solo con el abrigo y poner rumbo a la Plaza de las Culturas.
Habíamos visto una taberna andaluza con buena pinta, pero no, no sé porque (el día anterior la vimos llena), no nos hicieron mucho caso, tenían comidas en el interior y nos ignoraron bastante, así que repetimos en un bar en el que ya habíamos estado antes de ir a La Cervecería, comiendo unos ricos cucuruchos de embutido y unos bocadillos muy buenos.
Enseguida llega la hora de la visita guiada por la Ciudad Vieja. Había Reservado con una empresa que organiza tour por Melilla, Tu Guía en Melilla. Me había encantado su página web, especialmente su blog. Jennifer es su cara visible y la que organiza todo, se nota que hay un enorme trabajo detrás, una gran preparación de las visitas, pero sobre todo un amor incondicional por su ciudad y su rico patrimonio cultural, además de por la gastronomía y su gente. Resultó ser una gran embajadora de Melilla.
Yo había reservado una de sus visitas guiadas, Melilla la Vieja, el origen. Teníamos que estar cinco minutos antes de las 17 horas en la Plaza de las Culturas (donde teníamos intención de haber comido). Allí estábamos muy puntuales, como el resto del grupo. ¡Desde el primer momento supimos que iba a estar bien! El itinerario dura aproximadamente 2 horas, (creo que estuvimos un poco más) y cuesta 18€ por persona. Hace un recorrido por los lugares más importantes de la parte más antigua de Melilla, conocemos el origen de la ciudad y entramos en las Cuevas del Conventico, lugar con un encanto muy especial.
Una vez que el grupo está completo (seremos unas 15 personas) en la misma Plaza de las Culturas hay una puerta por la que vemos un túnel.
Nos introducimos en el túnel del tiempo…
y aparecemos en un pasillo que da a unos arcos y a una esplanada, donde nos cuenta los orígenes de la Ciudad de Melilla.
Unos huecos en la pared, son antiguos silos de la ciudadela. Caminamos por un pasillo abierto entre la muralla y la fortaleza, que nos lleva a atravesar un pequeño puente levadizo y una puerta para llegar al bonito mirador de la Ensenada de los Galápagos. Lugar donde desembarcó Don Pedro de Estopiñán para tomar Melilla con sus tropas, un 17 de septiembre de 1497. Es un acontecimiento importante porque Melilla, unos años después, pasó a formar parte de la Corona de Castilla en 1556 cuando Felipe II era Rey.
La vista es preciosa de la ensenada, del Fuerte Victoria Grande y de los chalés más caros de Melilla (En la visita nos enteramos de todo todo).
Estamos en una plaza anfiteatro, es la Plaza de Armas, donde Jennifer sigue contándonos la interesante historia de Melilla, de verdad que es interesante.
Esta plaza que utilizan para conciertos y actuaciones, da paso a la Puerta y Capilla de Santiago, con el escudo de Carlos I (realmente más conocido como Carlos V). Es diferente a las otras puertas, tiene la antigua puerta de madera, pero, como curiosidad decir que está en el techo para que se conserve mejor, la pequeña capilla de Santiago conserva la bóveda gótica y además la puerta también es un «codo» para hacer más difícil las posibles invasiones.
Salimos a otra plaza, Plaza de la Maestranza, donde están los aljibes árabes y los museos de Arqueología e Historia y el Museo Etnográfico, que no vimos con la visita guiada, porque se pueden visitar de forma gratuita y también con visita guiada, así que lo hicimos otro día.
Los aljibes árabes llamados Aljibes de las Peñuelas, son del siglo XVI y la verdadera maravilla la encontramos en el interior. Las dos puertas del centro son la de los aljibes y las dos de los laterales, se corresponden a la parte donde se recogía el agua de la lluvia, se purificaba al filtrarse en arena y grava, antes de pasar a los depósitos, se llaman decantadores. Los aljibes, cada uno, tienen una capacidad de 500 metros cúbicos.
Podemos entrar a ver los aljibes, pero somos muchos, todos queremos verlos y como mucho 3 personas pueden entrar, en los decantadores si hay más espacio, pero no nos preocupa, tenemos claro que el día siguiente lo dedicaremos a ver con calma, Melilla la Vieja.
Así que la visita continúa y subimos unas escaleras para llegar a otra plaza con el Museo de Arte y La Casa del Reloj (Museo de Arte Contemporáneo), (ya aviso que estos museos no nos da tiempo a verlos en este viaje a la Ciudad Autónoma…).
De la Casa del Reloj no tengo fotos del exterior, (apunta este sitio para ir). El edificio es Bien de Interés Cultural, su nombre oficial es Torre de la Vela. Me hubiera encantado ver las salas y las obras que había, pero nuestra guía nos llevó a la 2º planta, para ver la vista.
¡La vista es preciosa! Nos podemos hacer a la idea del tamaño de Melilla. Recuerda que no llega a 13 Km2.
Jennifer nos lleva por una calle donde estuvo situada la primera sinagoga de Melilla, hoy es el Mesón de la Tortilla.
Atravesamos una puerta con arco para llegar a la iglesia de la Concepción, actualmente desacralizada, así que podemos movernos como en nuestra casa. Puedes subir y entrar en las hornacinas que en su día fueron ocupadas por imágenes. No es una falta de respeto, es diferente, la verdad es que pasamos un rato divertido. De momento está en proceso de restauración, y quieren que vuelva a ser un lugar de culto, pero no se ve nada que haga ver que va a ser pronto.
A continuación vamos a la que posiblemente sea la estrella de la visita, las Cuevas del Conventico. Son unas galerías subterráneas debajo de un antiguo convento, que se construyeron en el siglo XVIII por presos gitanos, para que la población pudiera refugiarse cuando el sultán de Marruecos asedió la ciudad.
Al final de uno de los túneles del antiguo convento, hay una puerta que lleva a unas escaleras que conducen a una playa, la Cala de Trápana. (Solo se puede llegar a esta cala desde aquí o desde el mar AVISO: en la visita NO te puedes bañar). ¡Es increíble, el sitio me encanta!
Bajo a la playa, por supuesto, hay una gran cueva que imagino se llenará de agua cuando sube la marea. Una ola casi nos pilla a los osados que hemos bajado… El arco es muy curioso (no te cuento su historia porque de verdad quiero que vayas a Melilla y hagas esta visita 😉) se llama arco parabólico y su función es apuntalar la cueva.
Hay que volver a subir las pronunciadas escaleras, pero fáciles y desandar todo el camino andado por las galerías. Caminando hacía el viejo faro, miramos hacia atrás y nos encontramos esta vista.
Para poder ver las Cuevas del Conventico, pueden hacerse con la visita guiada de Tu guía en Melilla o accediendo directamente en la recepción de las cuevas, pero hay pases, así que, hay que reservar si o si, en este número de teléfono: 952680929 o en el correo electrónico: ciudadmonumental@melilla.es
Llegamos al final de la visita, el Faro de Melilla, situado en el Torreón del Bonete, uno de los edificios más antiguos de la Ciudad Vieja.
Cuando paseamos por la muralla para ver otra vista panorámica, el faro se enciende…
Ya ha terminado la visita y bajamos andando por la carretera hacía la ciudad nueva, hay un ascensor que podemos coger en el Centro de Interpretación (CIMLaV), que nos dejaría abajo del todo, pero no llueve, hace buena noche y preferimos andar. (Por cierto no nos dio tiempo a ver el Centro de Interpretación, museo sobre las fortificaciones).
Dejamos atrás la Ciudad Vieja para llegar a la Plaza de España y ver terminar el desfile de Carnaval. Vemos como se quema la sardina y nos vamos a cenar al hotel.
Así termina nuestro segundo día en Melilla, aún nos queda otro día completo más una mañana. Tenemos que ver con más detenimiento la Ciudad Vieja, queremos subir al Fuerte Victoria, comer en uno de los restaurantes más famosos de Melilla y adentrarnos en su parque más bonito. Pero eso será otro día.
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Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Melilla. Febrero-marzo 2025.
Diario de mi viaje: ¡qué ilusión me hace empezar este nuevo diario! sobre todo me ilusiona porque ha sido mi último viaje y lo tengo muy, pero que muy reciente, y me encanta escribir cuando tengo tan cerca los recuerdos. (También porque no sé cuando voy a volver a viajar…)
Información básica: Viajamos a Melilla, una de las dos Ciudades Autónomas que tiene España al norte de África en avión, una de las dos formas de llegar, también puedes llegar en barco desde Málaga, Almería o Motril.
Volamos pronto, el cielo nos regala un bonito amanecer y dos horas de vuelo después, llegamos a Melilla. Pequeño aeropuerto, que nos recibe gris y nublado. (Dan lluvia en toda España, una nueva borrasca nos acecha). Hay una pequeña Oficina de Turismo, una chica majísima nos pone al día de todo lo que hay que ver y hacer en Melilla. Nos dice que a la vuelta podemos coger del mostrador las postales que nos gusten de la ciudad, el que me conoce sabe que tengo una gran colección de postales. Desde luego que lo hicimos y también tomarnos una cervecita en su bar, llegamos con tiempo y a tiempo.
Coger un taxi es la mejor forma de llegar al hotel, sólo 3 km separan el aeropuerto del centro de la ciudad, como dato interesante, Melilla solo tiene 12 kilómetros cuadrados. El taxi nos cuesta 7,45€, merece la pena, somos 4 personas. No hay autobús para llegar y podemos ir andando, pero ya tendremos tiempo de andar durante los 4 días que tenemos en la ciudad.
Buscando hoteles, vimos que todavía no hay demasiada oferta hotelera, eso cambiará seguro, (tienen unas ganas enormes de abrirse al turismo). Nosotros elegimos el Hotel Melilla Puerto Affiliated by Meliá, está muy bien situado (justo al lado del «edificio raro» que todo el mundo conoce), también está muy cerca el puerto, la playa y el Paseo Marítimo.
Antes de entrar a hablar del hotel y de nuestro itinerario, os cuento que tienen un reclamo importante para visitar Melilla y es su «Bonos Melilla». Es un descuento del 75% en transporte y también en la estancia por persona. Es una buena opción que debéis contemplar si estáis pensando viajar a Melilla, la única condición es que saques el PAQUETE TURÍSTICO en una de las agencias de viaje colaboradoras. Nosotros hicimos la reserva del vuelo y del hotel directamente, en Iberia el vuelo con oferta de Black Friday, y en la web del hotel la reserva de las dos habitaciones, porque no conocíamos todavía el bono.
El hotel que elegimos fue el Hotel Melilla Puerto. Tiene un hall enorme y que deslumbra por su luz, es todo blanco y con todo lo que esperas de un hotel de 4 estrellas.
Casi todas las habitaciones del hotel tienen vistas al mar, la nuestra muy ladeada, se veía un poco el mar, pero es una habitación espaciosa y muy cómoda.
La Almoraima es el nombre de su restaurante, nuestra oferta incluía media pensión, así que teníamos las cenas incluidas. A elegir siempre entre varios primeros y segundos y un rico postre.
Cada noche estaba el restaurante lleno, bien por clientes del hotel como por melillenses, a cenar de cañas y tapas.
Estuvimos en Melilla cuatro días en el Puente que tenemos los profesores en febrero-marzo, está genial, porque siempre hay días entre semana y del fin de semana para ver la vida en diferentes momentos de las ciudades. Aunque mi diario de viaje siempre lo hago por días, (lo hago mientras estoy viajando), creo que es interesante tener en cuenta qué se debe ver en Melilla para aprovechar bien el tiempo:
Sus edificios modernistas.
Melilla la Vieja y si es posible hacer un Tour con Tu Guía en Melilla, ¡es genial! También es muy interesante verla por tu cuenta y entrar en los museos que no entras con el tour.
Subir hasta el Fuerte Victoria Grande y si es posible hacer la visita guiada, es gratuita.
Recorrer el Paseo Marítimo, al borde de sus playas, llegando a su también famosa valla, conocida precisamente por no cosas muy bonitas.
Por supuesto probar su riquísima gastronomía y su té a la menta.
Día 1: Llegada a Melilla, nos instalamos en el hotel, Modernismo.
En ese primer día después de volver a desayunar en el bar cafetería del hotel, nos vamos a conocer Melilla. Llegamos como primer punto para ver a la Plaza de España, con el Ayuntamiento a la cabeza y el Casino Militar, como segundo gran edificio de la plaza. Como buena ciudad turística que se precie, también tiene sus letras para tener una foto de recuerdo.
Poco a poco empiezan a aparecer los preciosos edificios modernistas de la ciudad. Había leído que es la segunda ciudad de España en importancia en su arquitectura modernista, detrás de Barcelona, pero no me imaginaba que fuera ser así, pensaba que podría ser un reclamo turístico un tanto exagerado, pero ni mucho menos, ¡es increíble!
Enrique Nieto y Nieto fue el artífice de todo esto. Nació (1880) y estudió la carrera de Arquitectura en Barcelona. Colaboró con Gaudí en la Casa Batlló y la Casa Milá. Llegó a Melilla en 1909 y vivió hasta su muerte en 1954. Realizó para el Ayuntamiento de Melilla muchas obras de estilo modernista y art déco.
Otros arquitectos también dejaron su huella en la ciudad, aunque de Nieto es del que más edificios hay. Hay edificios modernistas prácticamente en todo el centro de la ciudad, la Avenida de Juan Carlos I Rey es la arteria principal y tiene muchos edificios de los más bonitos, pero también están en otras muchas calles que vamos encontrando a lo largo del día.
Si tenéis mucho interés en la arquitectura modernista de Melilla, en la oficina de turismo o en internet, tienen bastante información sobre los edificios y las localizaciones, aunque yo voy a poner un «pero» que estoy segura que lo tendrán en cuenta y es que no hay apenas placas en los propios edificios con sus nombres, el arquitecto y algunas de sus características y creo que eso es un aspecto a mejorar. Yo no voy a poner el nombre de las casas, porque la realidad es que merece la pena dejarse llevar por el paseo modernista…
Melilla es un crisol de culturas, lo que se deja ver en la calle y también en alguno de sus edificios. Cuatro son las culturas que están presentes en la ciudad: cristiana, musulmana, judía e hindú. (las dos primeras son las más numerosas). Nos encontramos con una la Iglesia del Sagrado Corazónde Jesús, de principios del siglo XX, justo enfrente de la Plaza Menéndez Pelayo.
Casi sin darnos cuenta nos vamos adentrando en la zona musulmana.
Nuestro viaje coincide con Carnaval y el inicio del Ramadán, las calles están adornadas para los dos eventos importantes del momento.
Llegamos a la Mezquita de Melilla, que también es del arquitecto Nieto, es de estilo Neoárabe de dos plantas. Nosotros no podemos pasar porque solo está permitido el acceso a personas de religión musulmana.
Toda esa zona está llena de comercios para musulmanes y parece que nos hemos trasladado a El Cairo o a Ammán (porque son las que conozco, pero imagino que se parecerá mucho más a Marruecos). Aunque se puede ver algún que otro edificio modernista, el contraste es precioso.
Mezquita de Melilla
Nos metemos en el Mercado Central de Melilla.
Para llegar donde queremos tomar un aperitivo, desandamos el camino hecho, fijándonos en otros edificios, (cada vez que pasábamos por la misma calle, veíamos diferentes detalles).
El sitio en el que queríamos comer, también tomar el aperitivo (aunque en Melilla se come pronto, hay que tenerlo en cuenta), era La Cervecería para probar su riquísima tapa de pollo especiado (no hay foto, no dio tiempo🤣🤣). Su interior, por cierto no puede ser más bonito. Este sitio apuntarlo para comer😉😋
La Cervecería
Sus pinchos morunos, ¡exquisitos!
En las calles están preparando todo para el desfile de Carnaval, que será justo al día siguiente. Seguimos contemplando edificios modernistas, pero empieza a llover y nos vamos de estampida al hotel, llueve muchísimo y no tenemos paraguas. Mañana será otro día…
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Diario de mi viaje: un breve descanso después de una comida un rápida, en nuestro barco anclado en el embarcadero de Aswan y el viaje continua. La mañana ha sido increíble viendo Abu Simbel y la tarde también promete.
Al lado de nuestro barco nos espera una faluca típica del Nilo, para dar un paseo por el río.
Al llegar más o menos a la Isla de Elefantina, hacemos cambio de embarcación a una con motor (igual que la que nos trasladó de Lúxor al Valle de los Reyes).
Tenían preparado diferentes tés, dátiles y cacahuetes para tomar en la barca, todo perfecto… ¡Me encanta la infusión de hibisco!
El barquero nos lleva a un lugar apartado de las otras barcas para disfrutar del sonido de la naturaleza, (las otras personas con las que compartimos la barca ¡no se callan!) Es una pena porque es un momento precioso.
Podemos subir a la parte de arriba para intentar disfrutar aún más del paisaje, hasta que llegamos a una parte del río donde están y van todos los barcos, para que los turistas se bañen en el Nilo y por supuesto que lo hacemos.
El agua está fría, yo tenía la sensación de que estaría caliente, pero no, enseguida el agua nos cubre, ¡es increíble! Hasta este momento todo lo tenemos incluído en nuestro viaje, la visita al Pueblo Nubio que hacemos justo después, es algo que reservamos directamente con nuestro guía.
Aquí entro en el dilema de lo turístico frente a lo auténtico, ellos viven a su manera, pero para que los viajeros sepan y conozcan sus tradiciones es necesario contratar directamente con los guias locales las visitas o comprar sus productos, eso les permite vivir como hace cientos de años. Pero también puede parecer que no es real, que es un decorado de un parque temático. Nos aseguran que es real, pero…
Vamos viendo el pueblo muy colorido, al llegar a la orilla el guia nos quiere llevar a una casa concreta, que nos dice que es muy bonita. Para llegar a ella tenemos que ir recorriendo las calles del poblado.
La casa es verdaderamente bonita. Vemos el lugar de sus mascotas preferidas, los cocodrilos, que cogen cuando son crías en el Lago Nasser y las domestican hasta que son muy grandes y las devuelven al lago. Cogemos uno… Ya de perdidos al río.
Nos preparan un té a la menta y nos enseñan su casa. Hay una niña pequeña, intentamos aprender los números en nubio, que son diferentes al árabe. Fue un rato muy agradable.
Es habitual que en estos poblados hagan tatuajes, yo me hice una pequeña flor de loto, pero la verdad es que la señora que tenía que hacer mi dibujo, no puso demasiado interés, no sé si no lo había hecho nunca y la cogió por sorpresa o… La verdad es que salió bastante mal y luego tardó bastante en que se me quitara. ¿Me pregunto si hacer tatuajes es auténtico o turístico?
Salimos ya de noche para coger la barca y llegar de nuevo a nuestro barco, última noche en el crucero, hay música tradicional egipcia. Un baile muy bonito marca nuestro final del viaje por el río Nilo.
Dejamos el barco para coger la furgoneta que nos llevará al último templo que veremos en Egipto, Philae.
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Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en el río Nilo, Aswan.
4:30 am, vamos saliendo de Aswan sin apenas luces. Amanece casi 1 hora más tarde, ya en carretera, tenemos 280Km hasta llegar.
Todo el mundo conoce la historia de los templos y de su traslado (unos 60m), para que no quedaran inundados por el río Nilo al hacer la presa de Aswan. Yo no he sido capaz de valorar lo que se había hecho, hasta no estar allí delante.
He valorado por supuesto, a los arquitectos de Ramsés II, pero también a todo el equipo que trasladó los dos templos esos 60 metros. ¡Es fantástico!
Estoy como en una nube…
El autobús nos deja un aparcamiento donde ya hay decenas de autobuses y furgonetas. Tenemos que recorrer unos metros hasta donde podemos ver una pequeña colina, llana, lisa, con una pequeña puerta, (los arquitectos que hicieron el traslado, también tuvieron que representar la montaña donde estaban los templos). ¡Alucinante..!
Giramos un poco siguiendo el camino que bordea la montaña artificial y ya podemos ver el Lago Nasser a la derecha y la colina a la izquierda, donde unos primeros jeroglifos nos adelantan lo que estamos a punto de ver…
… Esa fachada maravillosa con las cuatro estatuas colosales de 21 metros de Ramsés en su trono, está igual que estaba en su lugar original… Creo que voy a llorar… Es el templo de Ramsés II.
Fuera no hace hoy mucho calor, hay tormenta de arena cerca y ha aminorado el calorcito… (Y deben ser como las 8 de la mañana).
Ramsés II construyó aquí uno de los templos más bonitos que hay en todo Egipto, pretendía demostrar a sus subditos nubios, su gran poder. Ramsés pensó que una forma de conseguir respeto y miedo también, era que vieran a un dios, por eso todas las estatuas le representan a él como dios guerrero. (Realmente todas las estatuas son la representación de Ramsés, en todas las facetas).
El interior parece un mercadillo de la cantidad de personas que hay y hace mucho, pero que mucho calor… No hay hueco libre para hacer una sola foto sin gente… No pasa nada, paciencia y a disfrutar ¡es increíble! Parece que no tengo otra palabra…
Vemos el carro de Ramsés con el efecto del movimiento del arco y la flecha… Alucino.
En el interior hay una de las dos estelas que están en Abu Simbel.
Otra imagen importante es la de los sacerdotes llevando la barca sagrada.
Al final del templo está el santuario con cuatro estatuas, donde tres de ellas representan al mismo Ramsés.
Los arquitectos de Ramsés fueron tan precisos al construir el templo que el 21 de febrero y 21 de octubre, día del nacimiento y coronación de Ramsés, consiguieron que los rayos del sol, Ra, dieran directamente a través de una ventanita a las tres figuras de Ramsés. Al trasladar el templo los 60 metros para que no se inundara, los arquitectos de nuestra época cometieron un error. En el nuevo templo ese efecto se produce el 22 de febrero y el 22 de octubre, hubo un error de cálculo de un día. ¡Increíble también!
Cuando estabamos allí viendo las estatuas, dos mujeres y un hombre ataviados con ropas y tocados de colores, el hombre lleva un bastón con muchos anillos…
SABÍAS QUE actualmente existen unos seguidores de Isis, especialmente en EEUU y Canadá, que realizan visitas y rituales en este lugar que consideran sagrado. ¡Alucinante!
Después de este mágico momento, tenemos dos salas solo para nosotros, lloro y no veo con las lágrimas…
Salimos al exterior, el aire (caliente) nos da en la cara para hacerme volver a la realidad, sí, estoy en Abu Simbel.
Vemos otra estela que no habíamos visto antes y es imposible no alucinar y no parar de hacer fotos.
Unos pocos metros más a la derecha está el templo de Nefertari, esposa favorita de Ramsés. ¡Es preciosísimo! En la fachada está Nefertari en dos de los nichos, y Ramsés en los otros cuatro. (siempre guardando la simetría).
Este templo también es conocido como templo de Hathor. También se escavó en la roca y está desplazado para que no se hundiera en el Nilo.
Hacer fotos en los templos egipcios con los egipcios tiene su precio, cuando sacan la llave ank para hacer que abren la puerta, como quieras hacer foto, euros, dolares o libra egipcia, todo vale…
El interior tiene columnas athoricas, ¡increíble todo! ¡No tengo palabras! Quisiera estar en este lugar todo el día…
En la gran esplanada donde están los dos templos, podemos ver el lago Nasser y hay unas gradas, donde si no hiciera tanto calor y tuvieramos más tiempo seguro que es fantástico contemplar las fachadas, imagino que ahí se podrá disfrutar de Abú Simbel a la luz de las velas.
No podemos quedarnos mucho más, tenemos que recorrer de nuevo los 280 Km hasta Aswan, para comer en el barco. Llegamos sobre las 13:30. Parece increíble lo que cunde el día… En Egipto me he dado cuenta que el día efectivamente, tiene 24 horas… Aún nos queda toda la tarde para dar un paseo en faluca, darnos un baño en el Nilo y ver un poblado nubio…
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Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Abú Simbel.
Diario de mi viaje: Después de estar en el gran Valle de los Reyes, solo me queda retener todo lo que pueda en mi cabeza, mis retinas y mi corazón, escribir lo que he visto y he sentido durante ese día también ayuda y desde luego la ilusión de volver algún día…
Tenemos la tarde para navear en el mágico crucero por el Nilo, disfrutando del río, del paisaje, de la increíble puesta de sol y también, porque no, de las comodidades del barco.
Ya de noche, llegamos al embarcadero de Edfú pasando por sus famosas esclusas. Hacemos noche allí.
De nuevo muy temprano, una calesa nos está esperando en el embarcadero para llevarnos al Templo de Edfú, también llamado Templo de Horus, el mejor conservado de todo Egipto y el segundo más grande (el primero es Karnak). La verdad es que la llegada al templo es muy bonita (sin tener en cuenta el caos de la ciudad).
El templo pertenece a la dinastía griega de los ptolomeos, (lo terminó de construir el padre de Cleopatra, la famosa). Se conserva un poco de muralla exterior y también de la interior. La fachada principal o pilono está muy bien conservada. Pudiendo verse sus características: dos torres con figuras simétricas que dan paso al patio.
El templo está dedicado al dios halcón Horus. Ese primer patio tiene relieves muy interesantes, dando paso al patio de columnas que se conserva techado. Este templo estuvo enterrado muchísimos años, incluso se habían construído casas en su interior, sin saber la joya que escondía. El techo está ennegrecido del humo y uso de esas casas.
Se conserva en su interior una Arca Sagrada de ofrendas (es un pequeño altar que transportaban como en procesión los sacerdotes).
Un santuario con su cielo estrellado… Infinitos detalles que hacen imposible apreciar todo. No sé donde mirar. Cuando se restauró salieron a la luz los colores originales, devolviendo así al templo su majestuosidad.
En el Templo de Edfú se conservan los paneles que indican cómo fue construído. También hay, (como en todos los que hemos visto) figuras quitadas la cara y el nombre. La información sobre el lenguaje, religión y mitología en la época ptolemaica es muy importante.
Cuando ya vamos a salir del templo nos encontramos con una familia de nuestro cole, y no es por nada, pero hace ilusión encontrarte en un lugar como este a personas conocidas…
Al salir tenemos que volver a coger la calesa para volver al barco, ¡hay que encontrar la misma! y es como buscar a Wally… Nos cuesta unos minutos.
Ya en el barco seguimos navegando hasta llegar a nuestro siguiente templo, el Templo del Dios Cocodrilo, Sobek, en Kom Ombo.
Al igual que el de Edfú, pertenece a la época griega. Cumple con las características en la construcción, aunque el templo de Kom Ombo tiene una diferencia y es que el el único que tiene dos templos en uno, uno para el bien y otro para el mal, simétricos, por supuesto… Los egipcios eran unos genios sin duda.
Otra de sus curiosidades es que es el único que tiene un relieve con instrumentos quirúrgicos de la época.
Se conserva un pozo donde tenían a los cocodrilos (es cierto que a veces me cuesta diferenciar los templos😖😖).
Fuera tiene un pequeño museo con piezas encontradas en el templo y los cocodrilos que se encontraron momificados.
Volvemos al barco y seguimos navegando… El Nilo es increíble, el sol se esconde y todo puede pasar, como en una novela de Agatha Christie…
Rematando el día, hay noche egipcia en el barco… Nuestro guia dice que somos un barco (refiriéndose al grupo de personas) poco interactivos, no somos demasiado animados vamos. Al final parece que vamos entrando al trapo del baile, y algo nos movemos al ritmo de «la Macarena», has leido bien, «la Macarena»… Aunque nosotros preferimos ver bailar a los egipcios al ritmo de sus canciones de pachanga…
No podemos acostarnos demasiado tarde, a las 4:15 horas tenemos que salir para el último de los platos fuertes del viaje, Abú Simbel.
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Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Edfú y Kom Ombo.
Diario de mi viaje: Amanece para nosotros a las 5:30 horas porque vamos a uno de mis grandes sueños «El Valle de los Reyes».
Salimos de nuestro barco en Lúxor para cruzar el Nilo en una lancha hasta la orilla occidental. Ni 5 minutos dura el trayecto.
Un pequeño recorrido en nuestro autobús y lo primero con lo que nos encontramos son los «colosales»Colosos de Memnon.
Estas figuras gemelas estaban en la entrada del templo de AmenhotepIII. Una de las cosas que he aprendido en este viaje, es que todos los nombres que nonocemos de Egipto, no son egipcios, y este es otro ejemplo de ello, se los ponían los griegos o los romanos.
En el año 27 a.C. Hubo un terremoto que derrumbó sobre todo una de las estatuas, a partir de ese momento, cuando amanecía, la estatua emitía un silbido. Estrabón escribió sobre este fenómeno y se convirtió en un lugar turísitico para los romanos ricos, que iban hasta Egipto para ver a las estatuas que cantaban al amanecer.
Seguramente era un efecto producido por las gotas de rocío al evaporarse y al viento cuando pasaba las grietas de la piedra… Cuando los romanos dominaron ya Egipto hicieron reconstruir las figuras, entonces, dejaron de cantar y dejaron de ser tan visitadas.
Hoy en día el único canto que se oye es el de los cientos de turistas que hacen fotos a cada increíble detalle de las estatuas que nos haga imaginar el bello silbido…
Nos vamos en nuestro pequeño autobús como en el inicio de un sueño, que no sabes si es real o no, al templo de Hatshepsut. Esa imagen que he visto cien mil veces, por fín está ante mi.
Un trenecito nos va llevando hacia el lugar en el que una gran mujer farón quiso que se la recordara.
Todo es muy emocionante, desde las raíces de los árboles petrificados, la escalinata y las grandes figuras…
Dentro todo me parece increíble a nivel artístico e histórico, pero increíble también me parece la estupidez humana, como los enemigos de Hatshepsut (los que debían ser sus amigos, su familia) destrozaron su imagen en todas sus representaciones y en todos los cartuchos con su nombre. El primer motivo por ser mujer y después por velar por el bien de su pueblo y ser un gran faraón.
Las paredes están llenas de historias, todo me emociona…
Mujer con templo y tumba en el Valle de los Reyes ¿Quién habla de feminismo?
De vuelta en el tren que nos lleva a la entrada (es la única forma de entrar y salir del recinto), allí nos espera nuestro pequeño bus para llegar al otro lado de la montaña, donde se encuentran todas las tumbas descubiertas de los grandes faraones de la Dinastia Nueva de Egipto.
SABÍAS QUE empezaban su construcción el mismo día de su coronación, ahí el dato.
Vuelve a ser emocionante coger otro tren y entrar en el Valle. En principio 62 tumbas abiertas, bueno encontradas.
Creeo que podría entrar en todas, pero no se puede acceder en un solo día. Con las entradas al recinto arqueológico tienes acceso a tres tumbas. Ese día, ese verano, eran la de Ramsés IX, Ramsés I y Ramsés III. (Nosotros llevabamos muchas entradas sacadas, porque aunque íbamos solos, nuestro viaje estaba organizado desde España). La entrada a la de Tutankamón es siempre aparte y sí entramos también. Esa la sacamos allí con nuestro guia egipcio.
Primero entramos a la tumba de Ramsés IX. Un pasillo largo, lleno, lleno de grabados, un hueco al fondo donde está el espacio que albergaba el sárcofago.
Casi con el «síndrome de Stendhal» salimos de esa primera tumba, el calor agobiante y como si acabaramos de salir de la ducha, la cantidad de gente, lo recargado del lugar…
Entramos en la segunda tumba, la de Ramsés I. Aquí hay unas escaleras que bajan y bajando ya vemos el sarcófago de granito enorme y ¡qué pinturas! ¡Increíbles! Los colores sin restaurar…
La última tumba que nos incluye la entrada es la tumba de Ramsés III. De nuevo un pasillo muy largo, lleno de grabados y muchísimo calor. Solo podemos llegar hasta una parte, en la que vemos una cámara oscura, donde debía estar la tumba. A los lados hay pequeñas habitaciones que servían de almacenes para guardar las ofrendas y todo lo que el faraón necesitaba en su viaje hacía el Mas Allá.
No sé si el plato fuerte es la tumba de Tutankamón, (creo que nos perdimos algunas que son una maravilla), pero sí es la más mediatica, la más conocida, la más famosa para los no expertos en egiptología, por todo lo que supuso y cómo fue su descubrimiento. Por eso, esa entrada se saca aparte y en las taquillas del recinto. Nos costó 150 LE (libras egipcias), creo que los estudiantes tienen otro precio.
Fue un momento muy emocionante para mi, por mí misma y por ver a mi hijo muy emocionado (estudia Historia y lleva viendo desde que es muy muy pequeño libros, fotos de Egipto). ¡Vaya dos tontos! Las lágrimas no las podemos evitar…
Unas escaleras muy pronunciadas ¡Cuántas veces habré visto y leído el descubrimiento de Carter, sóla y con los niños!…
Aunque casi todo está en el Museo de El Cairo, y en el nuevo museo, quedan tres cosas muy importantes en su interior:
La momia, que no se ha podido sacar por miedo a que se desintegre. La han metido en un sarcófago de cristal con una temperatura adecuada para su conservación. ¡De estremecer! Se puede ver que su pie izquierdo es mucho más delgado… Murió sobre los 20 años, llegó a reinar unos 10. Por eso se le llama «el rey niño». No se sabe si podría usar un bastón para andar (se encontraron muchos) o porque le gustaran.
Hay tantisímas incognitas todavía por despejar, también hay quien piensa que esa no es su momia realmente…
El sarcófago de granito que no se ha podido sacar de la tumba, no coge por la abertura.
Pinturas murales, que no se han podido extraer para no correr el riesgo de estropearlos.
En la pared norte hay 7 figuras que representan tres escenas diferentes. La primera escena empezando por la izquierda, hay tres figuras: Osiris abraza a Tutankamón que va junto a su Ka (fuerza vital). La escena de las dos figuras centrales representa a Nut (diosa del firmamento) recibe a Tutankamón. La última escena, la de la pareja de la derecha representa la apertura de la boca de la momia de Tutankamón por Ay, su sucesor y va vestido como un sacerdote.
En la pared oeste también llamada muro de los monos, en la parte de arriba, aparecen escenas del libro que describe las doce horas de noche que pasa Ra(dios del sol) en su barca por el Más Allá. El escarabajo es la representación del dios solar. En el recuadro de al lado aparecen cinco dioses más. En los otros recuadros hay 12 babuinos, dando la bievenida a Tutankamón, representando las 12 horas que deberá viajar por el Más Allá. Existe una teoría que detrás de este panel está la tumba de Nefertiti… Ahí lo dejo, para aumentar más el misterio.
Yo sé que no fue un gran faraón en el mundo egipcio, su historia tampoco tuvo gran relevancia. Se cree que fue un niño que podría estar enfermo, y que a lo mejor fue asesinado para conseguir el poder, pero lo que significó para la Historia, para la Arqueología, fue muy importante, un antes y un después…
Todo lo que se averiguó de aquella vida después de su muerte… Para alucinar…
Después de este sueño, que no sé si es sueño, realidad o incluso un espejismo increíble, volvemos a la realidad de los viajes, hay muchos turistas y así lo vemos en el taller de artesanía, donde los artesanos trabajan el alabastro y el granito. Comienza después nuestro crucero por el Nilo, para ver los templos maravillosos que esconden sus orillas.
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Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en el Valle de los Reyes.
La entrada al templo de Lúxor es infinitamente mejor que en los libros. «La sencillez de Lúxor sobrepasa la grandeza de Karnak» Nos dice Mohamed, nuestro guía que esas son las palabras de un importante escritor (pero no nos dice quién). Dos colosos sentados que representan a Ramsés II, nos reciben y ese pilono… Magia…
Vemos el hueco del obelisco que regalaron a los franceses a cambio de un reloj y que hoy en día se encuentra en la Plaza de la Concordia de París.
Al fondo hay un ábside de origen cristiano, una mezquita en uso y las historias que nos cuenta Mohamed… Un sueño…
Enseguida nos encontramos la mezquita Abu el Haggag, construída en el siglo XIII sobre los restos del templo.
El elemento más extraño es ese ábside de un antiguo templo romano. En el que se conservan unas pinturasde emperadores romanos, del siglo III.
Cada rincón de Lúxor es increíble, no sé si llorar o sacar mil fotos… Una columnata une el patio de Ramsés II con el de Amenhotep III. La parte más importante de los templos egipcios es el santuario con su sala de ofrendas, la sala de la barca y la sala del nacimiento y ahí es cuando me quedo sin palabras.
Poco a poco va bajando la intensidad de Ra y cambia el color y caminamos disfrutando del momento y también del famoso Paseo de las Esfinges que comunica con Karnak.
Lo visto en Lúxor ya forma parte de nosotros…
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Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en el Templo de Lúxor. Egipto, agosto 2022.
¿Puede organizarse un sueño? Viajar a Egipto seguro que es un sueño para muchos, para mí desde luego sí. Claro que se puede organizar un sueño. Hay que tener claro qué quieres ver, cuántos días tienes, de cuánto dinero dispones para ese viaje y lo más importante, con quién quieres ir. Resumiendo, establecer tus prioridades es el primer paso para organizar un viaje al país de los faraones…
Organizar no significa que dejes la improvisación a un lado. No es eso, también es maravilloso improvisar, alargar momentos, quitar tiempo a algún sitio, hablar con esas personas con las que te encuentras hacen único el viaje, consiguiendo embellecerlo aún más. En definitiva dejarse llevar es increíble… Creo que eso está dentro de la organización de un viaje. Todas esas experiencias también marcan y llenan el alma.
Si eres de los que quiere llevar absolutamente todo todo controlado, a lo mejor te pierdes un olor, un sabor en un café o en un mercado, a lo mejor te pierdes una gran conversación con alguien desconocido frente una cerveza o un té, incluso una conversación con tus compañeros de viaje, ¡eso no tiene precio! Guarda momentos siempre sin organizar y simplemente déjate llevar.
Para los momentos organizados, dejo los lugares de nuestro viaje a Egipto por si sirve para otro viajero:
Después de nuestra increíble experiencia en el desierto, tenemos que regresar a El Cairo para seguir con el sueño de este viaje. Nuestro vuelo no sale hasta el día siguiente, así que tenemos unas horas para descubrir (muy poco la ciudad). Dejamos las maletas en nuestro Steigenberger Hotel El Tahrir, con muchísimas medidas de seguridad para entrar y coger la habitación.
Hotel occidental de marca alemana que disfrutamos poco, porque debíamos salir de allí a las 5 de la mañana ya que a veces cortan las calles (cuando el presidente quiere salir con el coche), no quieren que perdamos el vuelo… Error viajero: si vas a estar muy poco en una ciudad, coge un hotel cerca del aeropuerto… Dos veces estuvimos en este hotel para coger aviones y las dos veces no vimos nada de la ciudad, nada de nada…
Bueno vimos un poquito poquito… Salimos a comer a una cadena de comida rápida muy conocida en El Cairo, Al Hamra Street Restaurant donde comimos sus famosos shawarma…
Desde allí con la aplicación de Uber nos fuímos al gran bazar de El Cairo Jan el-Jalili y en cinco minutos y menos de 2€ estabamos allí. Es todo un impacto para los sentidos, calles y calles de puestos (al estilo del Gran Bazar de Estambul). Preparado para el turismo, pero ¡cuidado! muchos (sobre todo hombres) quieren enseñarte zonas menos turísticas… Solo te digo que tengas cuidado.
Rodeados de mezquitas, entre ellas la más antigua de El Cairo, tengo que decir que me fue irresistible y compré un anillo de plata de la flor de loto y un pequeño brazalete con el ojo de Horus. En muchos puestos al comprar te regalan unos pequeños escarabajos de piedra de diferentes colores… ¡ahí los escarabajos…!
Para coger el Uber de vuelta fue un poco más complicado por el atasco. Tuvimos que cruzar por uno de los subterráneos peatonales que estaban también atascados. El Cairo es todo un caos, que no puedes dejar de mirar…
En el hotel probamos la cerveza egipcia, un poco de música, algo de cena y a la cama. Hay que madrugar mucho….. Tenemos que hacer el check out que es todo un mundo en los hoteles, además de recoger nuestro desayuno pic-nic. A las 5:45 tenemos hecho todo listo y preparado para esperar nuestro vuelo a Lúxor que sale a las 8 de la mañana. Tenemos tiempo de sobra para desayunar en una de las salas del aeropuerto. Creo que duermo durante todo el vuelo (1hora).
Recogemos las maletas y nos espera ya nuestro nuevo guia, Mohamed.
Crucero por el Nilo.
Llegamos al embarcadero donde nos espera nuestro alojamiento durante los próximos cuatro días. Nos dicen que nos han cambiado de barco a uno mejor. HS Moondance está atracado justo en la orilla donde está el templo de Lúxor.
Ya acomodados en nuestro camarote, podemos empezar a descubrir Lúxor y sus increíbles templos.
Después de sallir maravillados de Karnak nos vamos a seguir alucinando con el templo de Lúxor, además allí veríamos anochecer y eso aún lo hizo más mágico.
De Karnak nos vamos alucinando al Templo de Lúxor y esa entrada ¡madre mía! ¡Infinitamente mejor que en los libros!
«La sencillez de Lúxor» sobresale frente a la «grandeza de Karnak», primera frase que nos dice Mohamed al llegar a los colosos que nos reciben.
Antes de cenar en el barco, un paseo en calesa para ver las luces, las calles llenas de personas que pasean, compran y viven en la actual Luxor. 25€ cuesta ese viaje con un rico zumo de caña de azúcar.
Los diez primeros minutos del trayecto en calesa no paramos de hacer fotos, grabar vídeos. Todo y cuando digo todo es absolutamente todo llama mi atención. Después guardamos las cámaras, lo que vemos sobrepasa lo visto hasta el momento. Nos hace valorar lo que tenemos, plantearnos qué es la miseria… ¡Uff! Choque de culturas, te planteas tantas y tantas cosas, maltrato animal, explotación infantil…
En ocasiones nos permitimos opinar, emitir juicios de valor y… ¿qué sabemos de lo qué vemos? Nada. Solo sabemos, pensamos que lo nuestro es mejor, pero ¡ahí madre el dilema!
Saborear el zumo subidos en la calesa nos recuerda que somos turistas en Lúxor, en el otro Lúxor, no en el faraónico ni divino, sino en el terrenal actual. Volvemos a la rutina del turista para cenar en el barco una rica cena, pero lo visto en las calles de Lúxor ya forman parte de nosotros.
Noche de pensamientos reflexivos… Amanece para nosotros a las 5:30 de la mañana porque nos vamos a otro de mis grandes sueños, el Valle de los Reyes.
Un taller de artesanos que trabajan el alabastro y el granito nos vuelve a llevar a una realidad turística. Resulta interesante la visita, pero no hay nada que llame especialmente nuestra atención para comprar.
El viaje en autobús nos sirve para asimiliar lo visto en el Gran Valle de los Reyes. Volvemos al lugar donde nos espera la lancha que nos dejará en el barco. Toca disfrutar un poco de la piscina y del paisaje del Nilo. Desierto, palmeras, poblaciones, ver anochecer,… Navegar ¡precioso!
Vamos dirección Edfú y unas pequeñas barcas con con hombres se acercan a los barcos para vender a los turistas souvenir egipcios, práctica muy habitual en el Nilo.
Por la noche llegamos al embarcadero de Edfú, pasando por sus famosas esclusas. A veces se tarda un poco en pasar (hay cola de barcos). Resulta muy interesante ir viendo como el barco va encajandóse entre las paredes y el ruido que hace.
Una calesa (de nuevo) nos está esperando en el embarcadero para llevarnos al Templo de Edfú, también llamado Templo de Horus.
Increíble el mogollón que se forma a la salida del Templo de Horus, tenemos que ir buscando (como a una aguja en un pajar) nuestra calesa para volver al barco y seguir navegando, lo justo para un bañito, cerveza y un descansito para volver a salir al siguiente templo, Kom Ombo, el templo del Dios cocodrilo, Sobek.
El Nilo es increíblemente bello, el sol se esconde y todo puede pasar, como en una novela de Agatha Christie… En el barco hay Noche Egipcia.
Aunque según Mohamed, somos un barco poco interactivo…. Nos retocamos para la ocasión… Nos enseñan bailes egipcios y también suena «La Macarena», así es, todo está globalizado…
No podemos trasnochar demasiado porque salimos a las 4:15 horas (noche cerrada) para ver otro plato fuerte, los Templos de Abú Simbel.
En Egipto he descubierto que el día efectivamente tiene 24 horas. Después del madrugón, comida rápida y un descanso de una hora en el barco, nos espera en el mismo embarcadero una faluca, en la que daremos un paseo por el Nilo.
Última noche en el crucero y hay música tradicional egipcia, donde bailar algún que otro baile muy bonito.
Estar listos a las 8 en Egipto no es madrugar, es levantarnos tranquilamente para coger otro autobús que nos lleva al último templo que veremos, Philae.
Philae – Aswan.
Para despedirnos del mundo faraónico, vamos a visitar Thutmoses PerfumesPalace. Allí nos explican (siempre con té) los secretos de sus esencias. En esta ocasión sí que hicimos alguna compra, sobe todo esencias para nuestra casa. (Una crema hidratante, leche de Cleopatra, también me la traje).
Con tanto olor estábamos preparados para pasar un poco de calor, nos vamos a ver las Canteras de granito, de donde se han sacado la mayoría de las piedras con las que se han construido las Pirámides y los templos de todo Egipto.
Mohamed nos hace algunos dibujos en el suelo, para intentar contarnos cómo creen que tallaban esas piezas para los templos en la misma roca. ¡Convencidos estamos que eran unos genios!
Un vigilante nos enseña el hueco de donde se sacó el sarcófago de Hatsepsut, también unas piernas de Ramses II para uno de sus colosos. (No tenemos constancia real de que esa información sea cierta)
Algo curioso que vemos es un obelisco inacabado. Parece ser que se rompió cuando lo estaban tallando y ya nunca lo terminaron.
Nos despedimos del Alto Egipto para volver a El Cairo, apenas estamos unas pocas horas y mi tripa parece que no está bien. Cenamos en el hotel y de nuevo madrugón para coger otro avión con destino Sharm el Sheikh.
Sharm El Sheikh es una población muy muy turística dode se va a ver los corales y subir al Monte Sinaí, motivo por el que fuímos a esa ciudad egipcia.
Monte Sinaí.
Todo lo que había vivido hasta el momento había sido un verdadero sueño, ver todas aquellas maravillas hechas por los hombres no tiene nombre, pero lo vivido en el camino al Monte Sinaí, es otro verdadedo sueño, ese creado por la naturaleza. Es imposible comparar…
Sharm El Sheikh – Mar Rojo.
Alguna compra de última hora, sobre todo hibisco para hacerlo en infusión caliente o fría (en Egipto se bebe mucho), eso y todo lo vivido nos lo llevamos en la maleta de vuelta a casa.
Otra vez al aeropuerto, vuelo corto a El Cairo, muchísima cola allí, controles y más controles para embarcar dirección Madrid.
Agotados pero enamorados de nuestro viaje, volvemos a casa.
Una vez que he organizado (minímamente) el itinerario de «mi sueño», me encantaría saber que habéis leído hasta aquí.
Sé que a lo mejor resulta un tostón leer todo a mogollón, por eso he intentado dividirlo por días, bueno mejor dicho por lugares. Algunos enlaces todavía no están disponibles (voy despacio), pero lo estarán.
Si tienes alguna duda ✍️✍️ y te contestaré😉😉
Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Egipto, agosto 2022.