Nuestro día en el sur de La Palma terminará con una bonita puesta de sol en las Salinas y faro de Fuencaliente.
Hoy, con esta cuarentena que nos acompaña como algo normal… Recuerdo ese día aun más especial desde el sofá, viendo las fotos, con el diario de viaje y escribiendo sobre lo que vimos: primero la subida al volcán Teneguía, después el baño relajante en las lagunas de agua caliente de la playa de Echentive, para terminar en Fuencaliente con una cerveza canaria, disfrutando de la vista.
El Faro más antiguo, hay dos, está construido con piedra negra, el faro moderno, es el típico faro blanco con franjas rojas.
El faro antiguo hoy es un centro de interpretación, que nosotros no llegamos a ver. Queríamos ver las Salinas.
Las salinas forman un paraje muy peculiar. Están catalogadas como sitio de interés científico. Es de una gran riqueza faunística, perfectamente compatible con la explotación de las salinas.
Hay un aparcamiento muy grande justo al lado de los faros, justo en la punta están las salinas.
Para ver las salinas hay un recorrido autoguiado alrededor de las cubetas o celdillas muy interesante. Os dejo las fotos para que veáis que os parece.
El recorrido empieza con una cubeta enorme, justo al lado del restaurante (que no abría para cenar, una pena porque estaba en nuestra lista de caprichos) y el bar con la terraza mirador sobre las salinas y el océano.
Después del paseo no puedes perderte visitar la tienda para llevarte sal de las salinas, hay distintos tipos. Pero imprescindible es la cervecita en la terraza. Asegúrate del horario del bar, porque no abre hasta muy tarde..
Hoy me voy a despedir con una rica cervecita canaria y ¡qué bien nos supo!
Las fotografías y los comentarios son de Imagina y Vive Tu Viaje en las Salinas de Fuencaliente. La Palma, agosto 2019.
Nuestro día en el sur de La Palma, casi no había hecho más que empezar. Después de la ruta al volcán Teneguía y al de San Antonio, y con sólo una bolsa de plátanos fritos en el estomago, nos fuímos a una playa que había llamado mi atención desde que la encontré cotilleando en Internet. Os dejo el enlace de la ruta que hicimos ese día para descubrir el sur.
La playa de Echentive o Playa Nueva, está a un poco menos de una hora desde el Centro de Visitantes del Volcán San Antonio. Ya sabemos que en La Palma parece que las distancias son cortas, pero se tarda.. También se encuentra dentro del Monumento Natural Volcanes de Teneguía.
Esta playa tiene una historia muy interesante. Se encuentra donde antes estaba la famosa Fuente Santa.
Desde los tiempos de los aborígenes, Se sabe que existía una fuente de aguas muy calientes en una zona que llamaban Punta Malpique. Era un manantial de aguas termales ricas en azufre y otros minerales. Personas de toda la isla la visitaban para beber o darse baños en sus aguas. Era buena para problemas de piel. Por eso se la llamó Fuente Santa.
Con la erupción del volcán San Antonio en 1677 se taponó la cueva donde estaba la fuente «milagrosa». Apareció hace poco y ahora hay como unas galerías que se hicieron para encontrar la fuente y donde se supone que se quiere hacer un balneario.
En 1971 cuando fue el volcán Teneguía entró en erupción se creó está playa, de ahí lo de Playa Nueva.
Se deja el coche en un aparcamiento, mas bien arcén ancho, a un lado de la carretera.
Para nosotros fueron imprescindibles las cangrejeras para bañarnos en las playas de La Palma. Y en esta desde luego, por eso las llevamos puestas desde que bajamos del coche.
Primero tenemos que bajar unas escaleras bien acondicionadas, viene mucha gente, y vamos viendo la playa a lo lejos y unos caminitos y al bajar vamos viendo unas galerías que se hicieron para buscar la Fuente Santa. También vemos una pequeña laguna de agua verde turquesa.
Esa primera laguna es de agua caliente que contrasta con el agua fría del Océano Atlántico.
En esa primera parte hay otras lagunitas entre restos de lava que cubren muy poco, ideal para que se bañen los niños más pequeños.
La playa es de arena negra y piedras, por eso vienen divinas las cangrejeras.
Investigando un poco en la zona de las lagunas que os he puesto arriba, hay un pequeño camino entre roca volcánica que desemboca en otras lagunas, que hacen de este lugar un verdadero paraiso.
Vimos a un grupo de chavales haciendo rappel por esas rocas de lava. Eran alemanes, iban con un señor que les iba preparando el material, ¡estaban encantados! Las personas que estaban tomando el sol y bañándose, eran canarios, que conocían perfectamente la zona.
Bañarse en ese agua es muy agradable, es como estar en un jacuzzy gitante en plena naturaleza. Es una pena no tener una cámara de agua, porque había rincones preciosos formados por la lava y el agua.
Estuvimos por lo menos dos horas disfrutando de la tarde y del agua. Nuestro siguiente destino en el sur de La Palma eran las Salinas de Fuencaliente, sin duda otro imprescindible de la Isla, perfecto para ver el atardecer.
Las fotografías y los comentarios son de Imagina y Vive Tu Viaje en La Playa de Echentive, La Palma. Agosto 2019.
Desde mi casa, como desde hace ya un mes, intento escribir sobre nuestros viajes del 2019. Pensaba que iba a tener más tiempo, para ponerme al día… Pero no sé como lo hago, que no me cunde nada.
Hoy que sigue gris y llueve y tampoco puedo caminar por la terraza, (lo estoy haciendo poco) y parece que sí estoy de vacaciones, voy ponerme con el viaje a La Palma que comencé a contar antes del confinamiento.
Os dejo los enlaces de lo escrito hasta ahora, por si os apetece leerlo todo seguido. Nuestra primera visión de La Isla Bonita fue nuestra casita rural Los Guanches y el pueblo de Tazacorte.
Pese a los cambios de planes por la ola de calor en la isla durante esa semana de agosto, comenzamos nuestro recorrido para descubrir la isla. Nuestro primer día nos llevó a hacer un recorrido al Mirador del Time, al Roque de los Muchachos y a las Piscinas de la Fajana.
Nuestro segundo día en La Palma lo dedicamos a descubrir La Cumbrecita en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, el Charco Verde y la playa del Remo.
Así que hoy os cuento nuestro siguiente día en La Palma. (Estuvimos desde el sábado 17 de agosto hasta el jueves 22 incluido), el 23 saldríamos a descubrir otra isla increíble, Fuerteventura. Pero eso sí que será otra historia.
Nuestro tercer día completo en La Palma lo dedicamos de nuevo a improvisar sobre lo programado.
Nos iríamos al Sur de la isla, con calma. Tardamos más de 1 hora porque había obras en la carretera.
Como en un momento de locura decidimos, después de pagar 5€ de la entrada, que primero iríamos al Volcán Teneguía, unos 6 km ida y vuelta. (Podemos entrar al Centro de Visitantes a lo largo de todo el día).
La ruta comienza en al lado del aparcamiento, donde se ve un pequeño camino y la señal de bajada al Faro de Fuencaliente. La ida fue estupenda, pese al calor, era todo bajada y las vistas increíbles.
Normalmente la ruta se hace desde aquí para bajar hasta el Faro de Fuencaliente y allí se coge el autobús de nuevo al Centro de Visitantes, pero nosotros bajaremos solo hasta el camino que sale al volcán Teneguía y de allí al cráter y cima del volcán.
El volcán Teneguía entró en erupción el 26 de octubre de 1971. Esta zona de la isla está más deshabitada y apenas produjo graves daños. Aunque varios días antes empezó a dar señales de actividad. Hoy en día, los conos del Teneguía y sus coladas forman un espacio protegido. Y eso es lo que vamos viendo hasta llegar al pequeño desvío que nos lleva al cráter.
La actividad más fuerte duró 24 días, su erupción se llama de tipo estromboliano. Algunas de sus lenguas llegaron al mar haciendo crecer la isla unos trescientos mil metros cuadrados por su costa sur. Se formaron varios conos, dos destacaron por su gran tamaño.
En gran parte del camino nos vamos encontrando también viñas que dan origen al famoso vino de Malvasía. Uno de los vinos de mayor calidad de todo el archipiélago canario.
Así poco a poco fuimos caminando directos al cráter.
Para mi la subida fue ¡espectacular! entre lava y piedra volcánica. Es una de esas vistas que merecen la pena guardar en la retina.
Al llegar a la cima, hay un caminito que nos lleva a la punta donde hay un hito de piedras y podemos disfrutar de la vista.
Se puede ver el Faro de Fuencaliente y la isla del Hierro.
La bajada del volcán fue bien hasta más o menos la mitad del camino, cuando tuvimos que subir hacía el Centro de Visitantes vara ir al volcán San Antonio.
Unas cuantas fotos de este lugar llenaron la tarjeta de la cámara.
La última subida para mi fue muy dura por el sol, no corría el aire y me costó bastante, la verdad.
Los chicos se animaron a asomarse a otro de los conos.
Al llegar arriba no podemos comer en ningún sitio, tuvimos que conformarnos con unas bolsas de plátanos fritos en la cafetería del Centro de Visitantes. Donde llegamos justo a tiempo de ver una proyección muy interesante sobre los volcanes.
Además en el centro hay una curiosa plataforma que simula el movimiento ce la tierra con la erupción de un volcán.
Como nos había sabido a poco la ruta, nos vamos a recorrer el cráter del volcán San Antonio y también es increíble. ¡Hay un viento! que nos hace perder hasta una gorra de los Celtics…
Nos encontramos un panel informativo donde nos cuentan que estamos pisando un suelo «bebé geológico». Tiene sólo algo más de 300 años. una parte del volcán San Antonio surgió el 17 de noviembre de 1677, manteniendo su actividad hasta el 21 de noviembre de 1678.
Su cráter es de mas de 300 metros de diámetro, en el interior hay un pequeño bosque de pinos canarios.
Después de los dos volcanes nos bajamos directos a la playa, habíamos decido ir a la de Echentive, fue genial, pero eso os lo cuento en el próximo post…
Las fotografías y los comentarios son de Imagina y Vive Tu Viaje en los volcanes Teneguía y San Antonio.
Un gran viaje siempre nos gusta terminarlo con algo que nos deje un buen sabor de boca y no podía ser diferente en nuestro Camino de Santiago, que desde luego fue un gran viaje.
Terminando el Camino en Logroño, habíamos decidimos quedarnos a pasar el fin de semana y saborear su rica gastronomía.
Estaba claro que teníamos que ir de pinchos por la Calle Laurel y la Calle San Juan. Además del «Bar Soriano» para comer unos de los mejores champiñones del mundo teníamos un objetivo: dar gusto a nuestro paladar en La Brasa de la Laurel.
Aún recuerdo que la calle estaba llena, no había ni un sólo hueco en todos los bares. Menos mal que nosotros habíamos reservado, para asegurarnos una gran comida.
Eso me hace pensar en cómo estará la calle ahora, la imagino vacía, como tantas calles de pinchos de España…. ¿Cuándo volveremos a ir a comer fuera? disfrutar de las calles, de los pinchos, de un buen vino, de la compañía de los que queremos….
Nosotros que íbamos a empezar este año nuestro Camino en Logroño lo vemos casi imposible…. Pero bueno sigo contando, bueno enseñándoos fotos para animar a a que cuando el estado de alarma termine y la situación se normalice, habría que visitar La Brasa de la Laurel.
Cuando llegamos el cartel de completo colgaba en la puerta, pero subiendo por unas escaleras a un salón en la primera planta nos esperaba nuestra mesa.
Casi en lo primero que pensamos es en el vino que vamos a pedir y un Roda Reserva es el elegido. ¡Me encanta la etiqueta! Os parecerá una tontería, pero me parece que también son importantes y ésta ¡es preciosa!
Nos ponen unas croquetas de aperitivo y nos pedimos de entradas una ensalada de tomate, atún con piparras y unas verduras a la brasa.
La verdad, es que llevaban pensando en su chuletón de vaca vieja, los 6 días de Camino.
Yo pedí unas chuletillas al sarmiento, que sigo recordando, sólo en otro sitio las había comido igual de buenas, que casualidad también fue en La Rioja. ¡Buenísimas!
Pasamos a los postres, también deliciosos.
Así de bien termina nuestro especial Camino de Santiago. Creíamos que la segunda etapa empezaría igual de bien que terminó la primera. Pero en estos momentos no hay nada seguro, sólo que no hemos podido entrenar nada, ni paseos… Ya tenemos reservados los alojamientos y lo más probable es que vamos a tener que cancelarlo, esperamos al último momento, porque ¡qué pena! Confiamos que todo vuelva a la normalidad, en la medida de lo posible.
Las fotografías y los comentarios son de Imagina y Vive Tu Viaje en La Brasa de la Laurel, haciendo el Camino de Santiago. Logroño. Julio 2019.