¿Puede organizarse un sueño? Viajar a Egipto seguro que es un sueño para muchos, para mí desde luego sí. Claro que se puede organizar un sueño. Hay que tener claro qué quieres ver, cuántos días tienes, de cuánto dinero dispones para ese viaje y lo más importante, con quién quieres ir. Resumiendo, establecer tus prioridades es el primer paso para organizar un viaje al país de los faraones…
Organizar no significa que dejes la improvisación a un lado. No es eso, también es maravilloso improvisar, alargar momentos, quitar tiempo a algún sitio, hablar con esas personas con las que te encuentras hacen único el viaje, consiguiendo embellecerlo aún más. En definitiva dejarse llevar es increíble… Creo que eso está dentro de la organización de un viaje. Todas esas experiencias también marcan y llenan el alma.
Si eres de los que quiere llevar absolutamente todo todo controlado, a lo mejor te pierdes un olor, un sabor en un café o en un mercado, a lo mejor te pierdes una gran conversación con alguien desconocido frente una cerveza o un té, incluso una conversación con tus compañeros de viaje, ¡eso no tiene precio! Guarda momentos siempre sin organizar y simplemente déjate llevar.
Para los momentos organizados, dejo los lugares de nuestro viaje a Egipto por si sirve para otro viajero:
- Tabla de contenidos:
- El principio de un sueño.
- Museo Egipcio de El Cairo.
- Frente a frente con las Pirámides de Giza.
- Un día en el Oasis de Fayum.
- Crucero por el Nilo.
- Templos de Karnak.
- Templo de Lúxor.
- Valle de los Reyes.
- Edfú.
- Kon Ombo.
- Abu Simbel.
- Paseo en faluca – Pueblo Nubio.
- Philae – Aswan.
- Monte Sinaí.
- Sharm El Sheikh – Mar Rojo.
Tabla de contenidos:
Después de nuestra increíble experiencia en el desierto, tenemos que regresar a El Cairo para seguir con el sueño de este viaje. Nuestro vuelo no sale hasta el día siguiente, así que tenemos unas horas para descubrir (muy poco la ciudad). Dejamos las maletas en nuestro Steigenberger Hotel El Tahrir, con muchísimas medidas de seguridad para entrar y coger la habitación.
Hotel occidental de marca alemana que disfrutamos poco, porque debíamos salir de allí a las 5 de la mañana ya que a veces cortan las calles (cuando el presidente quiere salir con el coche), no quieren que perdamos el vuelo… Error viajero: si vas a estar muy poco en una ciudad, coge un hotel cerca del aeropuerto… Dos veces estuvimos en este hotel para coger aviones y las dos veces no vimos nada de la ciudad, nada de nada…
Bueno vimos un poquito poquito… Salimos a comer a una cadena de comida rápida muy conocida en El Cairo, Al Hamra Street Restaurant donde comimos sus famosos shawarma…
Desde allí con la aplicación de Uber nos fuímos al gran bazar de El Cairo Jan el-Jalili y en cinco minutos y menos de 2€ estabamos allí. Es todo un impacto para los sentidos, calles y calles de puestos (al estilo del Gran Bazar de Estambul). Preparado para el turismo, pero ¡cuidado! muchos (sobre todo hombres) quieren enseñarte zonas menos turísticas… Solo te digo que tengas cuidado.
Rodeados de mezquitas, entre ellas la más antigua de El Cairo, tengo que decir que me fue irresistible y compré un anillo de plata de la flor de loto y un pequeño brazalete con el ojo de Horus. En muchos puestos al comprar te regalan unos pequeños escarabajos de piedra de diferentes colores… ¡ahí los escarabajos…!
Para coger el Uber de vuelta fue un poco más complicado por el atasco. Tuvimos que cruzar por uno de los subterráneos peatonales que estaban también atascados. El Cairo es todo un caos, que no puedes dejar de mirar…
En el hotel probamos la cerveza egipcia, un poco de música, algo de cena y a la cama. Hay que madrugar mucho….. Tenemos que hacer el check out que es todo un mundo en los hoteles, además de recoger nuestro desayuno pic-nic. A las 5:45 tenemos hecho todo listo y preparado para esperar nuestro vuelo a Lúxor que sale a las 8 de la mañana. Tenemos tiempo de sobra para desayunar en una de las salas del aeropuerto. Creo que duermo durante todo el vuelo (1hora).
Recogemos las maletas y nos espera ya nuestro nuevo guia, Mohamed.
Crucero por el Nilo.
Llegamos al embarcadero donde nos espera nuestro alojamiento durante los próximos cuatro días. Nos dicen que nos han cambiado de barco a uno mejor. HS Moondance está atracado justo en la orilla donde está el templo de Lúxor.
Ya acomodados en nuestro camarote, podemos empezar a descubrir Lúxor y sus increíbles templos.
Después de sallir maravillados de Karnak nos vamos a seguir alucinando con el templo de Lúxor, además allí veríamos anochecer y eso aún lo hizo más mágico.
De Karnak nos vamos alucinando al Templo de Lúxor y esa entrada ¡madre mía! ¡Infinitamente mejor que en los libros!
«La sencillez de Lúxor» sobresale frente a la «grandeza de Karnak», primera frase que nos dice Mohamed al llegar a los colosos que nos reciben.
Templo de Lúxor.
Antes de cenar en el barco, un paseo en calesa para ver las luces, las calles llenas de personas que pasean, compran y viven en la actual Luxor. 25€ cuesta ese viaje con un rico zumo de caña de azúcar.
Los diez primeros minutos del trayecto en calesa no paramos de hacer fotos, grabar vídeos. Todo y cuando digo todo es absolutamente todo llama mi atención. Después guardamos las cámaras, lo que vemos sobrepasa lo visto hasta el momento. Nos hace valorar lo que tenemos, plantearnos qué es la miseria… ¡Uff! Choque de culturas, te planteas tantas y tantas cosas, maltrato animal, explotación infantil…
En ocasiones nos permitimos opinar, emitir juicios de valor y… ¿qué sabemos de lo qué vemos? Nada. Solo sabemos, pensamos que lo nuestro es mejor, pero ¡ahí madre el dilema!
Saborear el zumo subidos en la calesa nos recuerda que somos turistas en Lúxor, en el otro Lúxor, no en el faraónico ni divino, sino en el terrenal actual. Volvemos a la rutina del turista para cenar en el barco una rica cena, pero lo visto en las calles de Lúxor ya forman parte de nosotros.
Noche de pensamientos reflexivos… Amanece para nosotros a las 5:30 de la mañana porque nos vamos a otro de mis grandes sueños, el Valle de los Reyes.
Valle de los Reyes.
Un taller de artesanos que trabajan el alabastro y el granito nos vuelve a llevar a una realidad turística. Resulta interesante la visita, pero no hay nada que llame especialmente nuestra atención para comprar.
El viaje en autobús nos sirve para asimiliar lo visto en el Gran Valle de los Reyes. Volvemos al lugar donde nos espera la lancha que nos dejará en el barco. Toca disfrutar un poco de la piscina y del paisaje del Nilo. Desierto, palmeras, poblaciones, ver anochecer,… Navegar ¡precioso!
Vamos dirección Edfú y unas pequeñas barcas con con hombres se acercan a los barcos para vender a los turistas souvenir egipcios, práctica muy habitual en el Nilo.
Por la noche llegamos al embarcadero de Edfú, pasando por sus famosas esclusas. A veces se tarda un poco en pasar (hay cola de barcos). Resulta muy interesante ir viendo como el barco va encajandóse entre las paredes y el ruido que hace.
Una calesa (de nuevo) nos está esperando en el embarcadero para llevarnos al Templo de Edfú, también llamado Templo de Horus.
Edfú.
Increíble el mogollón que se forma a la salida del Templo de Horus, tenemos que ir buscando (como a una aguja en un pajar) nuestra calesa para volver al barco y seguir navegando, lo justo para un bañito, cerveza y un descansito para volver a salir al siguiente templo, Kom Ombo, el templo del Dios cocodrilo, Sobek.
Kon Ombo.
El Nilo es increíblemente bello, el sol se esconde y todo puede pasar, como en una novela de Agatha Christie… En el barco hay Noche Egipcia.
Aunque según Mohamed, somos un barco poco interactivo…. Nos retocamos para la ocasión… Nos enseñan bailes egipcios y también suena «La Macarena», así es, todo está globalizado…
No podemos trasnochar demasiado porque salimos a las 4:15 horas (noche cerrada) para ver otro plato fuerte, los Templos de Abú Simbel.
Abu Simbel.
En Egipto he descubierto que el día efectivamente tiene 24 horas. Después del madrugón, comida rápida y un descanso de una hora en el barco, nos espera en el mismo embarcadero una faluca, en la que daremos un paseo por el Nilo.
Paseo en faluca – Pueblo Nubio.
Última noche en el crucero y hay música tradicional egipcia, donde bailar algún que otro baile muy bonito.
Estar listos a las 8 en Egipto no es madrugar, es levantarnos tranquilamente para coger otro autobús que nos lleva al último templo que veremos, Philae.
Philae – Aswan.
Para despedirnos del mundo faraónico, vamos a visitar Thutmoses Perfumes Palace. Allí nos explican (siempre con té) los secretos de sus esencias. En esta ocasión sí que hicimos alguna compra, sobe todo esencias para nuestra casa. (Una crema hidratante, leche de Cleopatra, también me la traje).
Con tanto olor estábamos preparados para pasar un poco de calor, nos vamos a ver las Canteras de granito, de donde se han sacado la mayoría de las piedras con las que se han construido las Pirámides y los templos de todo Egipto.
Mohamed nos hace algunos dibujos en el suelo, para intentar contarnos cómo creen que tallaban esas piezas para los templos en la misma roca. ¡Convencidos estamos que eran unos genios!
Un vigilante nos enseña el hueco de donde se sacó el sarcófago de Hatsepsut, también unas piernas de Ramses II para uno de sus colosos. (No tenemos constancia real de que esa información sea cierta)
Algo curioso que vemos es un obelisco inacabado. Parece ser que se rompió cuando lo estaban tallando y ya nunca lo terminaron.
Nos despedimos del Alto Egipto para volver a El Cairo, apenas estamos unas pocas horas y mi tripa parece que no está bien. Cenamos en el hotel y de nuevo madrugón para coger otro avión con destino Sharm el Sheikh.
Sharm El Sheikh es una población muy muy turística dode se va a ver los corales y subir al Monte Sinaí, motivo por el que fuímos a esa ciudad egipcia.
Monte Sinaí.
Todo lo que había vivido hasta el momento había sido un verdadero sueño, ver todas aquellas maravillas hechas por los hombres no tiene nombre, pero lo vivido en el camino al Monte Sinaí, es otro verdadedo sueño, ese creado por la naturaleza. Es imposible comparar…
Sharm El Sheikh – Mar Rojo.
Alguna compra de última hora, sobre todo hibisco para hacerlo en infusión caliente o fría (en Egipto se bebe mucho), eso y todo lo vivido nos lo llevamos en la maleta de vuelta a casa.
Otra vez al aeropuerto, vuelo corto a El Cairo, muchísima cola allí, controles y más controles para embarcar dirección Madrid.
Agotados pero enamorados de nuestro viaje, volvemos a casa.
Una vez que he organizado (minímamente) el itinerario de «mi sueño», me encantaría saber que habéis leído hasta aquí.
Sé que a lo mejor resulta un tostón leer todo a mogollón, por eso he intentado dividirlo por días, bueno mejor dicho por lugares. Algunos enlaces todavía no están disponibles (voy despacio), pero lo estarán.
Si tienes alguna duda ✍️✍️ y te contestaré😉😉
Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Egipto, agosto 2022.