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Comienzo a escribir sobre uno de los viajes más increíbles de nuestras vidas y desde luego para mi, uno de mis sueños viajeros.
Salimos del Aeropuerto Adolfo Suárez – Madrid Barajas con un poco más de 1 hora de retraso. Estaba como zombi, sin estar excesivamente nerviosa, pero sí…
Llegamos más tarde de lo previsto, 9:40 de la noche, Mohamed (para nosotros Mohamed I) representante de Travel Milagro, (agencia encargada de nuestro viaje en Egipto). Nos recibe con nuestro nombre y un ramo de rosas para mi (todo un detalle).
Después de más de 1 hora esperando las maletas, (ya estábamos todos pensando ¡ahí las maletas!) empezaron a salir por la cinta transportadora.
Menos mal que estaba con nosotros para hacer el visado… Todo parece un poco caótico. 25$ o su equivalente en libras egipcias o en euros. (En agosto estaba igual el dólar que el euro, así que pagamos 25€ por el visado. En efectivo, no puede hacerse con tarjeta. El visado se puede tramitar por internet también, aunque es más caro, 49,95 € a 1 de octubre de 2022.
En agosto para entrar en Egipto ya no era necesario ningún tipo de prueba Covid-19, ni el certificado, solo para la vuelta a España tenías que tener el certificado Covid. (No no los pidieron).
Además del visado, es imprescindible rellenar un documento que diga que vas como turista, el tiempo que vas a estar en Egipto y dónde vas a alojarte (nosotros pusimos el primero de los hoteles donde estaríamos).
Dinero y visado 5 segundos, van a destajo. Después hay que hacer otra fila para entregar el papel que hemos rellenado y por fin salimos a la calle. Calor si, teniendo en cuenta el calor que hemos pasado en Madrid, no es más exagerado. Si diría más caos…
Una furgoneta nos esperaba para llevarnos a nuestro primer alojamiento en Guiza, en lugar de en El Cairo. Saliéndonos de las recomendaciones de nuestra querida Marga, de Ooh! Viajes. (Con quien hemos organizado este viaje). Viaje que os iré contando con detalle.
Ahora puede comenzar el debate: hotel estupendo o un hotel 😒🤐😱pero con las mejores vistas…
Pues sí, ese fue el que yo me empeñé en coger, un hotel aparentemente normal, en la puerta de las taquillas de la zona arqueológica de las Pirámides. Con vistas desde la habitación y con una terraza donde había visto que se desayunaba y podríamos cenar las dos noches que tendríamos que pasar. En lugar de un hotel de lujo en la plaza más céntrica de El Cairo que nos facilitaría visitar la ciudad y desde el que nos llevarían sin problema a descubrir las Pirámides…
Como llegamos de noche apenas se veía el hotel, Mohammed I desde luego que nunca había oído hablar de ese hotel y nunca había tenido que llevar a ningún cliente allí. Ya no podíamos cenar en el hotel y en ningún sitio…
Cuando yo lo había visto en Instagram en una cuenta que sigo, me había parecido muy aceptable…
Cleopatra Pyramids View es el hotel en cuestión. Si lo buscáis os aparecerá en Booking, la verdad es que lo ponen muy bien y las fotos están bastante bien de sus habitaciones, con detalles bonitos. Para nosotros no fue esa la sensación al llegar, muy descuidado el edificio. Una escalera con algunas fotos de las Pirámides y no demasiado limpia.



La habitación, sí con un cristal (en el que espero de verdad ver las pirámides cuando amanezca), pero desde luego no es la limpieza de las fotos (y no soy nada escrupulosa), tengo dudas de que la hubieran preparado de verdad para unos clientes.
Colilla en el baño, mata importante de pelos, muchos botes de geles abiertos, (que creo no se había limpiado), sábanas bajeras que no tapaban todo el colchón, que preferí no mirar demasiado…. Hay quien dijo que no pensaba ducharse en esa ducha en las dos noches… Decidí no pensar demasiado, tocar lo menos posible, aceptar mi equivocación e intentar dormir…
Ya estaba hecho y no había opción de cambio, pero el debate puede entrar en juego… Cuando amanece y miramos realmente por la ventana…




Parece que se olvida todo lo demás… Subimos a la terraza del hotel y aunque ciertamente no están preparados para los viajeros – turistas y sus horarios… En ese momento me merece la pena…

Mientras sube alguien a prepararnos el desayuno… Tenemos por primera vez en el viaje y por primera vez en nuestras vidas las Pirámides de Guiza delante de nosotros. Poco más hay que decir…






La luz de las fotos es de las 7 de la mañana… Ahí lo dejo…
Estoy segura que en estos momentos ya habéis olvidado cómo era nuestra habitación…
Los pequeños detalles de lo que va ocurriendo en la calle hace llevadera la espera. ¡Tenemos un hambre! Todo, absolutamente todo llama nuestra atención.
Dos días desayunamos en el Cleopatra Pyramids View, un buen desayuno egipcio, en el que la verdad, echamos un poco de menos el café, pero ya sabemos que el café cuando viajamos…





Como el hotel está tan cerca de las pirámides, subimos la segunda noche a la terraza para ver la puesta de Sol y esperar que anocheciera y ver el espectáculo de luces y sonido sin necesidad de sacar entrada.




El espectáculo de sonido y luces podéis encontrar distintas empresas que realizan esa excursión, alguna incluye cena. Os dejo la de Civitatis. Los hoteles y las agencias al preparar el viaje a Egipto también te dan la opción de llevar o sacar las entradas.
Tienen pases en varios idiomas, nosotros vimos el de primera hora, que era en inglés. (Para ser sinceros no se oía demasiado bien). Ya desde nuestra habitación nos dimos cuenta que volvían a repetir todo en español.
Porque estábamos y allí y viajando siempre es todo maravilloso, pero para ser sinceros, pensamos en ese momento que no era tan espectacular el espectáculo. Ahora viendo las fotos, me parece que fue bonito muy bonito.






El debate está servido, si nos olvidamos de la primera impresión, de que no limpiaron el día que estuvimos, si olvido que mi cama (era la del medio de tres) tenía una sábana que no tapaba el colchón y que tampoco se molestaron en colocar cuando colocaron las otras dos (he dicho bien, colocar), un wifi que no parecía muy real. (Menos mal que nos regalaron dos tarjetas de datos, que preferíamos reservar para los sitios donde no tendríamos wifi, en los hoteles lo teníamos asegurado y que tuvimos que utilizar porque cuando estábamos en el hotel no iba el wifi). Especialmente no fue muy agradable la mala cara del «jefe» cuando no dejamos propina al irnos…
Por si no lo sabéis las propinas en Egipto están a la orden del día, aunque te piden en muchos sitios que no des más del precio estipulado, siempre las esperan. Cuando realizas una reserva con una agencia de viajes desde España pagas una cantidad por persona de 50€ que cubre todas las propinas para todos los días. A nosotros, Mohamed I nos pidió 70€ porque decía que nuestro viaje era diferente a otros, que movía a muchas más personas. Por eso en contadas ocasiones dejamos otra propina diferente. Desde luego este hotel no fue el lugar de dejarla…
Si habéis llegado hasta aquí seguro que tenéis clara vuestra postura: buen hotel, me da igual las vistas. O, Las vistas son lo prioritario… A toro pasado me quedo con la imagen de la Esfinge en la ventana.
Poco a poco iré contando el maravilloso viaje que desde luego ha sido, de principio a fin. Aún hoy, mes y medio después, lo vivo como en un sueño.