Un agradable reencuentro con amigos, registrarnos en nuestro hotel y darle un poco gusto al paladar es el principio para conocer Aveiro.
Practicamente lo primero que vemos de Aveiro es su famoso Puente Lazos de Amistad.
Hace tiempo y debido a que Aveiro es una ciudad universitaria con alumnos de diferentes partes del mundo, se decidió que una bonita forma de sellar la amistad antes de que cada universitario volviera a su lugar de origen, fuera poniendo un lazo en el puente. La tradición se ha extendido tanto que ya se hace en todos los puentes de la ría y los lazos se venden en las tiendas y quioscos de toda la zona. Así los turistas también pueden hacerlo.
No tenemos excusa para no colocar nuestro lazo, ya que este viaje lo hacíamos con amigos y todo vale cuando se trata de consolidar una bonita amistad.
Uno de los edificios más emblemáticos es la sede de la Asamblea Municipal de Aveiro. Ocupa el lugar en el que hubo un molino de mar y entre los años 1925 a 1993 fue la «Antigua Capitania» del puerto. En 2003 se rehabilitó y se convirtió en el Parlamento de Aveiro, con la sala de plenos y una sala para exposiciones.
El paseo nos lleva a la Oficina de Turismo de Aveiro, que además es el Museo de la Ciudad. Con fachada de flores y hierro. Dentro hay una exposición sobre la historia y costumbres de la ciudad. Puedes encontrar una pequeña tienda donde comprar productos típicos y de regalo. Allí puedes adquirir un billete único para visitar todos los museos de la ciudad. 7€ cuesta por persona, incluye el Museo de Aveiro /Santa Joana, Museo de la ciudad, Museo Arte Nova, Ecomuseo Marinha y la Iglesia de las Carmelitas.
Otro de los museos más importantes de Aveiro es el destinado a ser centro de interpretación del moviento modernista de la ciudad, es el Museo de Arte Nova, Museo de Art Nouveau. Antes era conocido como la Casa Mayor Pessoa. En la planta baja y con salida a un bonito patio está la famosa Casa de Té. Hace frío para sentarnos allí, esta terraza seguro que en primavera y verano tiene mucho ambiente. Los fines de semana puedes incluso ir a algún concierto de música en directo.
La Casa de Té tiene salida también a una de las plazas con más vida de la ciudad, la Plaza del Pescado (Praza do Peixe). Momento ideal para tomar un pastel de nata en el Café Central.
Después de entrar un poco en calor, porque hace frío ese día de febrero, hay que recorrer sus bonitas calles para descubrir esos otros edificios Art Nouveau, esas tiendas peculiares, otros puentes de Aveiro, como el de Botiróes donde ver caer el Sol,… Lo que viene siendo callejear para disfrutar del encanto de las calles…
De vuelta a la Plaza del Pescado nos encontramos con una pequeña iglesia, la Capilla de Sao Gonçalinho. Construída en el siglo XVIII compuesta por dos hexágonos. En ella se celebra una fiesta única en Portugal el 10 de enero. Muchas personas van a pedir al santo que les cuide los huesos y el matrimonio.😉
Parece que el tiempo pasa rápido cuando se viaja y no hay que olvidar que estamos en Portugal, si queremos cenar hay que seguir su horario. En nuestro paseo habíamos descubierto donde queríamos cenar, un restaurante muy acogedor que se llama Zeca.
Pedimos un vino del Duero y unas tapas típicas y tan divinamente, nos gustó tanto que repetimos la última noche para volver a cenar.
Último día en la «ciudad rosa» y aún nos quedan muchas cosas que ver y hacer. Después de descubrir los monumentos y lugares más importantes de Toulouse, de realizar una visita guiada muy interesante, un museo de arte abstracto de los mejores de Francia y de callejear por las calles donde ya huele a Navidad. Tenemos que ver El Ayuntamiento, en el corazón de Toulouse, en plena Plaza del Capitole.
El edificio es el más conocido de la ciudad, además de un teatro (la Ópera de Toulouse) y de salones de gala que se pueden visitar solo y de forma gratuita los domingos y festivos.
Desde el siglo XII construido por los Capitouls, alguaciles fue un lugar de poder en la ciudad. Sufrió muchos cambios, hoy nos encontramos un edificio neoclásico con ladrillo rojo en su fachada y piedra. Como la plaza está acondicionada con el mercadillo navideño más grande de Toulouse, no somos capaces de apreciar el gran tamaño del edificio.
Entramos por la entrada que da al patio de Enrique IV. Lugar en el que se realizaban ejecuciones.
Ya entrando en su interior nos encontramos con una escalera de piedra y una preciosa escultura de una violeta. Nuestra sorpresa al llegar a Toulouse es que las violetas están por todos los sitios, es la flor de la ciudad, en la comida, en las tiendas de flores y regalos y allí en el Ayuntamiento está, preciosa.
En el primer piso está la sala donde se reúnen los miembros del ayuntamiento.
En una de las salas de recepción en el techo están las preciosas Alegorías del Amor de Paul Gervais.
También encontramos unos cuadros enormes de Henri Martin. Pintor impresionista tolosano.
Nos llevó más de una hora disfrutar de este lugar.
Hace frío en Toulouse y es el momento de tomar un buen capuchino en uno de los cafés de la plaza del Capitol.
Que no se te olvide que eso también es viajar, descubrir sus locales de ocio y con el frío siempre viene fenomenal un café calentito.
Así podemos volver a callejear, porque no nos cansamos de pasear por esas calles y ahora ya que hemos entrado en calor nos fijamos en otros pequeños detalles.
Queremos entrar en el Museo de Saint Raymond, Museo de Antigüedades de Toulouse, que habíamos visto varias veces porque está justo al lado de la Basílica de Saint Sernin.
El Museo de Saint Raymond es un pequeño museo arqueológico donde poder comprender mejor la historia de la ciudad.
El museo está en un antiguo colegio del siglo XVI. Posee más de mil piezas que se corresponden a la época celta y romana en su paso por la ciudad y región de Toulouse.
En el sotano encontramos unos sarcófagos y restos arqueológicos que se encontraron en excavaciones de un horno de cal.
Con un poco de hambre nos vamos directos al Mercadillo de Navidad de la Plaza del Capitol para comer el famoso Aligot. Es un puré de patatas muy famoso que se mezcla con queso, crema, ajo y sal. Afortunadamente no hay cola en el puesto que durante estos días hemos estado viendo mucha cola para comerlo, así que nos decidimos a probarlo. Está bueno, con uno para los dos está bien porque llena un poco.
Aprovechamos a montarnos en el tren turístico y ver la ciudad desde otro punto de vista. Nosotros hicimos el circuito número 1.
Como no iba a ser de otra forma, descubrimos algún edificio que queríamos volver a ver y fuimos andando para verlo con más detalle. Como el Hotel D’Assezat, que alberga la fundación Bemberg, pero que no pudimos ver su interior porque se estaba celebrando un evento privado en alguna de sus salas, y otras están en plena restauración.
La casa que desde el tren nos había llamado la atención era una que tenía unas cariatides y ladrillo rojo.
De camino a recoger las maletas en el hotel para ir al aeropuerto seguimos viendo bonitos detalles.
Deseo que te haya gustado y que te hayan entrado ganas de conocer esta bonita ciudad francesa a tan solo una hora en avión de Madrid.
SI HAS LLEGADO HASTA AQUÍ ¡GRACIAS POR LEERME HASTA EL FINAL! SI TE HA GUSTADO 👍🏼✍🏼
Las fotografías y comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Toulouse. Noviembre 2022.
Una última visita en Milán antes de volver a casa, el Castillo de los Sforza. El Castillo Sforzesco es increíble, no pensábamos que fuera así de grande.
La entrada a los patios es gratuita y ya habíamos ido una noche para verlo iluminado. Desde el Duomo, pasando por la Plaza Cordusio, cogiendo la via Dante llegas al Castillo dando un paseo viendo los adornos navideños (si vas en Navidad) o disfrutando del paseo sin más.
Os recomiendo que lo veáis de las dos maneras, es muy diferente y merece la pena el paseo. Os dejo el enlace por si queréis ver las fotos del paseo y del Castillo de noche.
En nuestra última mañana fuimos directamente en metro desde nuestro hotel. La estación de metro que mejor nos venía era Cardona. (La línea roja, directa desde Duomo).
Se construyó como fortaleza en 1368, ampliándose en el siglo XIV. Realmente el señor de Milán Francesco Sforza en 1450 y su hijo Ludovico El Moro, convirtieron el castillo en una de las cortes más importantes de Italia.
Leonardo Da Vinci fue uno de sus invitados, también le hizo alguna que otra mejora al castillo. Leonardo diseñó una de las salas más famosas, la sala delle Asse, que no pudimos ver por estar en pleno proceso de restauración.
Fue entre los años 1893 y 1904 cuando el Castillo se restauró y se convirtió en un museo.
La taquilla está cruzando el patio y a la izquierda se pueden sacar las entradas. Nosotros las sacamos allí directamente. La entrada general es de 5€, para los estudiantes de 18 a 25 años y para mayores de 65 la entrada cuesta 3€. Tienes acceso a todos los museos y exposiciones temporales. El castillo es para verlo por lo menos durante una mañana. No teníamos tanto tiempo así que tuvimos que hacer una selección.
MUSEO DE ARTE ANTIGUO
En el museo de arte antiguo hay esculturas de excavaciones y lugares de Milán. También piezas de artistas de la Toscana. En este museo esta la famosa sala encargada por Ludovico el Moro a Leonardo Da Vinci, la Sala delle Asse. Una pena porque la sala está en restauración.
Hay varias salas que hablan de la dominación española. Está la armería, con una exposición de armas europeas desde finales del siglo XIV al siglo XIX.
Cambiar de un museo a otro hace que disfrutemos del castillo desde otro punto de vista.
MUSEO DE LOS MUEBLES Y LAS TALLAS
En este museo hay muebles desde el siglo XV hasta el siglo XX. Se recrean aposentos en su contexto histórico. También hay una parte dedicada al mueble contemporáneo.
Al salir de este museo, vamos al último que veremos y uno de los más importantes de todo el recinto, en el que se encuentra la última figura que realizó Miguel Ángel.
MUSEO PIEDAD RONDANINI-MIGUEL ÁNGEL
Entramos en el antiguo hospital del castillo. Estaba destinado a aquellos soldados que tenían la peste. En la bóveda podían leer partes del Credo cuando era la hora de oración. Aquí, en este lugar se conserva la última obra de Miguel Ángel Buonarroti.
Trabajó en la escultura los últimos diez años de su vida. Modificó varias veces a las figuras. En la que podemos ver la Piedad llamada de Rodanini y como veréis en las fotos, (por si no lo sabéis) está inacabada, pero ¡es increíble!
Quedan restos de una primera versión que se pueden ver en la figura, un brazo de Cristo a la izquierda y una parte de la cara de María a la derecha.
Tenemos que salir ya del Castillo de los Sforza para comer algo antes de ir hacia el aeropuerto.
No nos podemos ir de Milán sin probar los famosos panzerotti de Luini. Hasta el momento todas las veces que habíamos pasado por la puerta estaba cerrado, (tiene horarios especiales en Navidad). El último intento salió bien.
Se encuentra muy cerca del Duomo, en una de las calles laterales y se distingue bien cuando está abierto, porque hay una larga fila… Para nuestro gusto, mereció la pena, (aunque me gustó mucho más el panini en De Santis).
El panzerotti más famoso es el clásicoLuini fried, que lleva mozzarella y tomate.
Rematando nuestro viaje, ya que no podemos ir a la Ópera en la Scala de Milán, nos queda tomarnos un café en su cafetería.
Ya sólo nos queda coger las maletas del hotel para ir al aeropuerto, de la misma forma que llegamos. Os dejo aquí el enlace con como llegar a Milán.
Arrivederci Milán, Arrivederci Italia…
Si habéis leído hasta aquí ¡GRACIAS! Y si tenéis alguna duda✍🏼
Las fotografías y comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Milán, Navidad 2021.
Después de haberos contado muchas cosas sobre la ciudad de Milán, me he dado cuenta que no he terminado de escribir todo lo que vimos en nuestro viaje de Navidad de 2021.
Os hago un pequeño recordatorio de las publicaciones sobre Milán por si estáis pensando visitar una de las ciudades más importantes de Italia.
Vamos de nuevo a la Galería Vittorio Emanuele II, uno de los pasajes cubiertos más famosos del mundo (y precioso por cierto). Tiene tiendas de grandes firmas, cafés, restaurantes y una exposición sobre Leonardo Da Vinci y su Mundo.
Comenzaron a construir las galerías en 1865 y las inauguró Víctor Manuel II dos años después. Se hicieron para conectar la Plaza del Duomo con la Plaza de la Scala.
En el suelo hay una cruz blanca sobre fondo rojo (escudo de la familia Saboya) y hay escudos de armas de cuatro grandes ciudades. El más famoso es el toro de Turín porque se dice que hay que apoyar el talón en sus testículos y girar 3 vueltas seguidas para volver a Milán.
En la bóveda hay mosaicos de Asia, áfrica, Europa y América.
En una de la salidas de la Galería, la que va a dar a la Scala, está la entrada de la exposición sobre los inventos de Leonardo «El mundo de Leonardo». Sacamos allí mismo las entradas, sin colas ni esperas por 9€ una reducida y 12€ la normal.
Si os gusta el mundo de Leonardo, sus inventos y máquinas, esa es vuestra exposición. Ir con niños también es muy buena opción. Podréis ver maquetas de muchos de sus inventos, muchos de sus bocetos, copias de sus códices y hay máquinas 3D interactivas.
Se sube a la primera planta de la galería y se tiene otra vista de ella a través de la ventana de la exposición.
Después de la exposición nos vamos a la iglesia de San Bernardinoalle Ossa para ver su ossario. De origen medieval, pero reconstruida muchas veces. Una de sus capillas es la que está cubierta de huesos y cráneos humanos que pertenecían a los cementerios abolidos durante el siglo XVII.
Desde allí salimos en dirección a Navigli, porque nos quedamos con las ganas de comer allí en una pizzería a la que habíamos echado el ojo. Pizzería Premiata.
Llueve y no apetece pasear por los canales, así que por fin, después de varios intentos, entramos a San Lorenzo alle Colonne. Está considerada como basílica, pero está en obras y con andamios en su interior. Es de las más antiguas del mundo cristiano. Se hizo utilizando materiales del anfiteatro romano que había muy cerca.
2€ cuesta entrar en la capilla de San Aquilino, es la más importante por sus mosaicos, considerados de los mejores del Norte de Italia.
También tiene un sarcófago bizantino.
Muy peculiar son las dos columnas que están invertidas para simbolizar el renacimiento del cristianismo entre las ruinas del paganismo.
Unas escaleras nos llevan hacia abajo para ver los cimientos, donde están las piedras cogidas del anfiteatro.
En el exterior hay 16 columnas corintias de los siglos II y III que formaban parte de un templo que no se sabe el nombre. Se colocaron en el exterior en el siglo IV.
El viaje va llegando a su fin y hemos visto varias veces una cola terrible en el Starbucks y justo esa tarde no había nada. ¡Perfecto para descubrir su interior!
El café Starbucks Reserve Roastery está en el Palacio de Correos. Precioso en su exterior e increíblemente sugerente su interior. ¡Enorme! Precioso, con muchas tartas, galletas, bizcochos, muchos tipos de cafés, batidos, muchos accesorios de café y otros muy diferentes del lugar para su venta.
Puedes ver como se selecciona el café, se tuesta y se dirige a las muchas cafeteras que hay. Merece la pena entrar y empezar disfrutando de su olor…
Con un agradable sabor a café me despido hasta la próxima publicación, última sobre Milán.
Si habéis leído hasta aquí ¡GRACIAS! Y si tenéis alguna duda ✍🏼
Las fotografías y comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Milán, Navidad 2021.
Hoy nos trasladamos a Rinlo, la villa que tiene el título de capital del percebe y del arroz caldoso de A Mariña Lucense.
En la Edad Media fue conocida la villa de Rinlo por su puerto de origen medieval. Tiempo después conocida por su pesca de los grandes cetáceos del mar, ballenas. Rinlo posee una de las cofradías de pescadores más antiguas de España. Y ya se sabe que en las poblaciones marineras con cofradías de pescadores, se come….. ¡Divinamente!
Rinlo es una villa de calles estrechas, yo os recomiendo aparcar en el aparcamiento municipal y recorrer el pueblo andando. Hay muchos coches de todas las personas que van a comer su famoso arroz.
Lo primero que vimos fue la iglesia de San Pedro. Es de 1930, tiene mezcla de estilos. En su interior se percibe la gran devoción que le tienen sus feligreses.
Un percebe gigante (es un contenedor para echar tapones), nos anuncia que aquí se viene a comer percebes.
No solo se va a Rinlo a comer, es cierto que ese es su gran reclamo. Merece la pena perderse por sus calles, pero sobre todo no dejéis de hacer la pequeña senda de las cetáreas.
Tenemos tiempo de sobra para hacer ese camino antes de comer. El paseo no tiene dificultad. Cruzamos un puente donde se pueden ver las casas marineras en el acantilado.
Seguimos un camino bien señalizado que nos lleva a las cetáreas, pequeñas piscinas naturales de mar donde se «cultivaban» bogavantes, centollas y otros mariscos. Hoy en día están abandonadas, pero el paisaje que se ha creado es muy bonito.
Podemos bajar a algunas de ellas caminando entre las rocas. Somos capaces de imaginarnos como a principios del siglo XX empezaron a funcionar, hasta que en los años 90, todas las cetáreas fueron abandonadas.
Los temporales se han encargado en convertirlas en lo que son hoy, un lugar para pasear y disfrutar.
Antes de llegar al final, hay una zona llana con bancos de piedra para disfrutar de la vista al mar Cantábrico, siempre increíble.
Algunos de los detalles del camino son muy bonitos, ¡de esos que enamoran! Cuando tenemos que regresar, la vista de Rinlo nos hace pensar ya en esa comida que nos espera.
Tenemos tiempo para adentrarnos en las calles estrechas de Rinlo y descubrir sus casas marineras. Muchas están rehabilitadas, pero conservando su origen.
Una de las casas más bonitas del Rinlo es la casa de Inocencio, uno de los muchos indianos que regresaron de América a sus pueblos con un gran patrimonio. Eso se veía en como construían sus casas. Esta casa cuenta con varios pisos, pero lo que llama mi atención es un pequeño mirador que tiene forma de faro. Después descubro que es el primer faro privado del Cantábrico. Al morir su propietario, la diputación de Lugo se encargó durante un tiempo de los gastos eléctricos del faro, mientras siguió alumbrando a los barcos. Hoy en día ya no está en uso.
Ha llegado el momento de ir a comer a uno de los restaurantes de Rinlo. Nosotros reservamos en Porto de Rinlo. (En la temporada de verano, muy importante reservar con tiempo).
Pedimos un cuarto de percebes porque estaban muy muy muy caros. (Entiendo perfectamente porqué es un producto tan carísimo). La carne espectacular y el arroz caldoso con bogavante cumplió las expectativas. Tengo claro que es uno de los mejores arroces de mi vida, de esos que no se olvidan, os lo puedo asegurar.
Hay que irse a dar una pequeña vuelta para bajar la comida, hacia el otro lado de la iglesia. Sin haber bajado demasiado el arroz, cogemos el coche hacia Ribadeo, pero haciendo una ruta panorámica preciosa en coche.
En nuestro camino hacia Ribadeo, paramos en el Faro Illa Pancha y así tomar un café con vistas.
En 1857 se levantó el faro antiguo de Ribadeo, de planta cuadrada (el de la derecha), funcionó hasta el año 1983. En ese mismo año se construyó el faro nuevo de Ribadeo, de forma cilíndrica y con franjas negras y blancas (el de la izquierda).
Hay que dejar el coche en un aparcamiento antes de llegar a la señal que vemos en la foto. Solo pueden pasar los coches que van al alojamiento turístico, que es el edificio cuadrado que vemos. Hay dos apartamentos para 4 personas cada uno. También pueden pasar los vehículos que llevan lo necesario para mantener la cafetería que hay).
Por un momento me imagino que es nuestro alojamiento por una noche… Me propongo investigar los faros que son alojamiento en España, porque merecerá la pena dormir seguro… Os dejo el enlace de su web.
La carretera panorámica a Ribadeo nos lleva al Fuerte de San Damián. Desde ahí ya se puede ver el Puente de los Santos que separa Galicia de Asturias por la Ría del Eo.
El Fuerte de San Damián fue construido en 1624 por el Marqués de Cerralbo para proteger la entrada de la ría. Fue destruido en 1719 por los ingleses. Reconstruido en 1774. Durante la Guerra de la Independencia, en 1809 fue otra vez convertido en ruinas tras una explosión. En la actualidad pertenece al Ayuntamiento de Ribadeo. El fuerte fue de nuevo restaurado, conservando distintos elementos originales. Hoy cuenta con unas salas de exposiciones.
A pocos metros hay un mirador «O Cargadoiro», encima de la ría. Las vistas desde aquí son preciosas.
De ahí directos a Ribadeo para perdernos un poco por sus calles. Ribadeo es grande así que elegid bien donde aparcar. Nosotros aparcamos al lado de la estación de autobuses.
Ribadeo cuenta con un centro histórico declarado Bien de Interés Cultural.
Uno de los edificios que llama más la atención es el llamado Pazo de Marqués de Sargadelos. Perteneció al fundador de Sargadelos Antonio Raimundo Ibáñez. Hoy es la sede del Ayuntamiento de Ribadeo.
Posiblemente el edificio más famoso es el de Torre dos Moreno. Vivienda indiana de dos hermanos de 1915. Diseñada por un discípulo de Gaudí. Tiene tres fachadas, pero lo que más destaca es su torre con una cúpula de cerámica vidriada. Cuando visitamos Ribadeo estaba en pleno proceso de restauración. En esta casa empieza un itinerario turístico de la ciudad para recorrer las casas indianas.
Nos quedamos con ganas de coger el tren turístico que sale de esta misma plaza… Ahí lo dejo, por si os apetece.
La verdad es que Ribadeo se merece un día completo por lo menos. Nosotros solo estuvimos una tarde, pero nos dio tiempo a fijarnos en muchos de sus detalles.
Vamos bajando poco a poco hacia el puerto y descubrimos que hay un ascensor panorámico que une el casco antiguo con el puerto.
21 metros de desnivel salva este ascensor. Construido en acero y cristal, con capacidad para 16 personas. Nosotros no lo cogimos, pero hemos leído que es gratis.
Así termina nuestro día en Rinlo y la zona de Ribadeo. Somos conscientes de todo lo que nos dejamos en ese recorrido.
Si habéis leído hasta aquí ¡GRACIAS! Y si tenéis alguna duda ✍🏼
Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Rinlo y Ribadeo.A Mariña Lucense 2021.
Emprendemos camino desde Atapuerca dejando atrás tanta Historia descubierta del género Homo y toda la que queda por descubrir. Cada cierto tiempo van apareciendo nuevos restos que reorganizan el árbol genealógico.
Saliendo de Atapuerca pasamos por el pequeño puente que construyó san Juan de Ortega sobre el río Vena.
Desde aquí vamos subiendo poco a poco hacia la Sierra de Atapuerca.
Enseguida podemos ver un campo militar y a unos 2Km de ahí encontramos una cruz de madera. Una cantera y unas antenas de comunicación. Esa vista no es demasiado bonita, la mano del hombre deja huella en el Camino… No siempre es bonita…
Al bajar tenemos que elegir seguir hacia Cardeñuela o Castañares. Nosotros elegimos Cardeñuela, porque la señora de la casa rural de Atapuerca nos dice algún que otro truquillo para llegar mejor a Burgos.
Esa misma carretera nos lleva a Orbaneja.
Cuando pasamos un puente muy grande que atraviesa la autovía, la señora de la casa rural, nos dijo que nos fuéramos a la izquierda nada más pasar el puente, siguiendo un pequeño arroyo. Nos dijo que encontraríamos fácil las señales y nos costó un poquito, pero al final las encontramos.
Ese camino llega al aeropuerto de Burgos, si seguro que habéis puesto la misma cara que yo ¿Burgos tiene aeropuerto? Pues si, aunque creo que tiene muy poco uso. Teníamos que seguir toda la valla que rodea al aeropuerto.
Aeropuerto de Burgos
Llegamos a Los Tomillares y se supone que ahí teníamos que coger un desvío siguiendo el río Arlanzón, pero no fuimos capaces de encontrar ese desvío. Toca cambio de Zapatos, vuelvo a ser guiri y para no perdernos y hacer kilómetros a lo tonto, seguimos el camino que va justo al lado de la N-120.
Aunque es muy pesado enseguida vemos el cartel indicativo de que hemos llegado a la ciudad de Burgos.
Aunque hemos aprendido a ver que ese nunca es el final. Burgos desde aquí se nos hace enorme….
Pero llegamos a una plaza que recibe al peregrino con la calabaza.
Tengo que deciros que para mi entrar en Burgos es estar frente a la estatua del Cid, ahí es cuando sí que hemos llegado a Burgos. Emocionante es pasar en esta ocasión el Arco de Santa María, tantas veces cruzado, pero ninguna vez como esta siendo peregrino. Fue muy emocionante llegar a la catedral, aún hoy un año después me emociono…
Hemos llegado a Burgos… Solo dos, con los pies llenos de ampollas y los sentimientos a flor de piel… Con todo lo vivido dentro y fuera de la mochila, tenemos que sellar nuestra credencial sin esperar más…
Credencial Logroño – Burgos
Así como hemos llegado, muy felices nos vamos a uno de nuestros bares preferidos de Burgos, el Mesón Burgos, muy cerca de la Catedral, para comer sus preciadas patatas bravas, (una de las mejores bravas que probamos siempre que vamos a Burgos) también un vermut para relajar las piernas.
Ya más relajados pero muy cansados nos vamos a nuestro hostal (a mi me parece que está lejísimos y solo está a unos 10 minutos escasos).
Nos toca esperar a que esté preparada la habitación y que llegue nuestra mochila.
Aprovechamos a comer en un bar de enfrente a comer el mejor pincho de tortilla de Burgos, eso dicen… Estaba buenísima.
Descanso, ducha y pies al aire, vamos a la Catedral, ahora para ver bien la exposición «Las Edades del Hombre», que coincidía que se exponían allí durante unos meses.
Ver la Catedral de Burgos, siempre es maravilloso, pero si encima coincide que una de las mayores y mejores exposiciones de arte sacro del mundo está en su interior, es lo más…
La escalera de Siloé, la capilla de los Condestables, el retablo mayor, la tumba del Cid, el Papamoscas, el cuadro de Leonardo Da Vinci… Y cientos de detalles increíbles y maravillosos de la Catedral de Burgos, una de las catedrales góticas más importantes del mundo.
El verano pasado podías sacar las dos entradas, la de la catedral y la de Las Edades del Hombre, pero como la última ya terminó no os cuento nada sobre las entradas.
La catedral cuesta 10€ la entrada general. Para los peregrinos con credencial 5€. (Nosotros en esta ocasión).
En LUX, Edades del Hombre en la Catedral de Burgos, solo puedes hacer fotos en el claustro que visitas como parte de la exposición, porque nunca se incluye en el precio de la entrada a la catedra, no se puede ver de forma habitual.
Si la Catedral es imprescindible, también me parece imprescindible la iglesia de San Nicolás de Bari y su increíble retablo en piedra caliza de Hontoria de la Cantera. La misma piedra que se usó para hacer la Catedral.
En esta iglesia su amable párroco, nos selló la credencial y nos hizo prometerle que la etapa de Burgos a León tendríamos que ir allí y empezar nuestro nuevo camino. Eso está hecho….
También visitamos la iglesia de San Lesmes Abad, en la céntrica plaza de San Juan, merece una visita. Para nosotros es la primera vez que la vemos.
Café España
Mucho arte también nos lleva a parar para tomar algo. A mi me gusta mucho entrar a tomar un capuchino al Café España, en la calle de Laín Calvo.
Os enseño una pastelería que tenía muchas ganas de ver, bueno de entrar y probar sus tartitas.
Pastelería Colofón
Tengo que deciros que tenéis que probarla también, Pastelería Colofón. En el Paseo de la Audiencia, es el paseo que continua al del Espolón, al otro lado del Arco de Santa María.
También os quiero enseñar pequeños detalles que enamoran de los alrededores de la Catedral.
Aunque creo que Burgos se merece una entrada solo para ella. Es una ciudad que tiene de todo.
Aquí termino de contaros nuestro especial Camino de Santiago, en el que dedicamos una semana de vacaciones para ir desde Logroño hasta Burgos.
Quizá el día que más esperábamos de todo nuestro a viaje a Milán, era este. Algunos verbalizando todo el tiempo y otros sin confesarlo…
Ver «La Última Cena» de Leonardo da Vinci en el Refectorio de Santa María delle Grazie era un gran sueño.
Vamos en metro desde nuestro hotel Marconi, en este caso nos viene bien coger la línea verde en Gioia, hasta la estación de Cardona FN. Os dejo el plano de Metro de Milán. Como conseguir los billetes y otras informaciones básicas os dejo aquí el enlace.
Cogemos la Via Carducci hasta que enseguida vemos las indicaciones para llegar a la Piazza Santa María delle Grazie número 2.
Y enseguida vamos viendo el ábside de la iglesia del Monasterio Santa María delle Grazzie. Nos aceleramos. Hemos llegado un poco pronto. Es IMPRESCINDIBLE reservar la visita online. Os dejo el enlace de la página oficial cenacolovinciano.
Muchas empresas realizan visita al refectorio con guía, pero son muy caras y vayas con quien vayas, solo entran 33 personas a la vez y solo dura 15 minutos la estancia dentro del refectorio. La entrada normal cuesta 15€ y para los jóvenes de 18 a 25años sólo cuesta 2€. Tienes con la entrada un código QR para la audioguía, que como quieras escuchar dos veces alguno de los puntos, ya no te da tiempo a oír entero los audios.
Echar un vistazo a la página que os aclarará cualquier duda de cómo conseguir las entradas. ¡Por cierto! las entradas se abren trimestralmente, así que tenéis que tener en cuenta cuándo vais a ir, para estar pendiente de conseguir la entrada….
Como llegamos pronto, entramos a ver la iglesia, que no necesita reserva y se puede ver sin colas y sinentrada. La iglesia se construyó entre 1463 y 1490. Fue diseñada por Guiniforte Solari. Ludovico Sforza«El Moro» el gran señor de Milán quería que fuera mausoleo.
La fachada de ladrillo de Solari y la puerta diseñada por Bramante. En el luneto, la pintura de Leonardo da Vinci, un buen aperitivo…
La entrada se hace a través de una pequeña puerta donde se presentan las entradas y solo se puede ir entrando 15 minutos antes de la hora.
Un Patrimonio de la Humanidad nos espera.
Ludovico encargó a Leonardo una obra de La última cena para el refectorio del Monasterio. Os recomiendo también ver la serie en Amazon Prime de Leonardo. El libro de Christián Gálvez«Matar a Leonardo Da Vinci».
Las 33 personas que vamos a estar los 15 minutos pasamos por una parte del Claustro del Monasterio, hasta llegar a una sala donde hay que esperar un poco para poder pasar al refectorio. Mientras vamos viendo fotos de como se ha ido restaurando el edificio después de distintos acontecimientos..
Leonardo hizo la obra con tempera, no como se hacía los frescos en ese momento. Lo hizo igual que si hubiera pintado en un lienzo, porque decía que los detalles se podían hacer mejor, captar la luz, los gestos…
Lo que pretende Leonardo es plasmar el momento justo en el que Jesús les dice a los apóstoles, «…Uno de vosotros me traicionará». Es capaz de captar el instante de asombro ante las palabras.
Pero Leonardo no pensó en la duración de la imagen en el tiempo. Pared y tempera, no casan bien. Además de que no podía prever todo lo que ha ido ocurriendo en la Historia. Cuando llegó Napoleón se usó la sala como establo. En 1943 fue dañada con los bombardeos de la 2ª Guerra Mundial. La Última cena fue tapada con sacos de arena para intentar protegerla.
Solo puedo decir que era como estar en un sueño, ver La Última Cena como en la imagen de un libro, en el que siempre la había visto…. Esos 15 minutos, hay que exprimirlos y aprovecharlos….
En el extremo opuesto a la Última Cena, los dominicos del monasterio encargaron a Donato Montorfano una Crucifixión. Pero está en plena restauración, así que no pudimos verlo, ni tampoco unos retratos que hizo Leonardo de Ludovico El Moro, de su mujer Betrice y de sus hijos, con su firma y año 1495.
Al salir de la sala, por distintas puertas, hay una pequeña exposición sobre las diferentes restauraciones. ¡Qué pena que una mala restauración, pueda estropear una gran obra para siempre! Eso es lo que ha pasado con La Última Cena de Leonardo da Vinci.
Hay mil historias relacionadas con la obra, novelas, películas, gestos, símbolos…. Los 15 minutos son pocos para admirarla, pero es el tiempo que que consideran los expertos para que el aire que expulsamos, no dañe lo que queda de la obra más famosa del mundo. Aunque yo la verdad, tengo mis dudas…. Con las mascarillas seguro que el daño es menor.
Salimos casi sin palabras y con alguna que otra compra de la tienda. Justo enfrente está la Casa degli Atellani y la Viña de Leonardo.
Ludovico regaló a Leonardo en 1498 una viña en el barrio residencial de Milán, que creó para sus seguidores más leales. Leonardo podía ir desde la viña directamente hasta el refectorio para pintar la Última Cena. La casa Atellani es uno de los pocos edificios que quedan de ese proyecto.
Sacamos las entradas directamente en la taquilla, 10€ por persona con audioguía incluida. Desde la calle podemos ver el acceso que nos lleva a un pequeño patio. Aún viven personas en la casa, por eso hay que ser muy respetuosos en la visita y no se pueden ver todas las estancias. La casa es preciosa.
La audioguía nos explica muy bien el origen de la casa, de las familias que vivían, de los objetos que vemos.
Salimos al jardín de la casa que nos llevará al fondo a las viñas de Leonardo. Podéis leer la historia de la casa y de las viñas en el enlace que os he dejado sobre la casa.
No tenemos más remedio que probar el vino que se hace en la actualidad con las uvas de esas viñas. También hay que tomar un capuccino, en el moderno bar que hay en la zona de taquillas.
Callejeamos un poco, porque muy cerca está nuestra siguiente parada casi obligatoria: comer unos panini en De Santis, uno de los más famosos de Milán. Mientras esperamos que los saquen vamos a una pequeña galería que hay justo enfrente.
Para mí, una de las mejores comidas que hicimos en Milán. El mío de embutido típico milanés, para chuparse los dedos.
Seguimos callejeando, pero ya con el estómago lleno, nos encontramos una iglesia al lado del Museo Arqueológico de la ciudad. No podíamos imaginarnos que por dentro fuera así. ¡Nos dejó con la boca abierta la Iglesia de San Mauricio! En la calle Corso Magenta.
La entrada a la iglesia es gratuita, pero puedes dejar la voluntad. ¡Es verdaderamente preciosa!
De camino a San Ambrosio nos encontramos el monumento al Soldado Caído en el Templo de la Victoria.
San Ambrosio, fue construida entre el 379 y el 386 sobre un cementerio de los primitivos cristianos. En 1492 los Sforza pidieron a Bramante que restructurara la rectoría y el monasterio. En 1943 sufrió serios daños después de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Se conserva en el interior el sepulcro de San Ambrosio.
El atrio es quizá la imagen más conocida de la iglesia. Fue utilizado para que se refugiaran los habitantes de la ciudad, antes que se construyeran las murallas. Los capiteles de las columnas están decorados con historias de la Biblia y con animales fantásticos, simbolizando la lucha entre el bien y el mal. Algunas son del siglo XI.
La pieza más increíble está debajo del púlpito y es el sarcófago de Stilicho del siglo IV. Siempre se había pensado que era la tumba de ese general romano. Ahora después de distintas investigaciones, se cree que podría contener los restos del emperador Graciano.
El altar dorado fue hecho en el siglo IX para guardar los restos de San Ambrosio. El mosaico del ábside es de los siglos IV al VII. Fue restaurado después de los bombardeos de la 2ª Guerra Mundial.
La tumba de San Ambrosio es de gran veneración en Milán, ya que es el patrón de la ciudad.
Desde la iglesia de San Ambrosio nos vamos directos a la Pinacoteca di Brera. Es el día de Nochebuena, y tiene horarios diferentes. Los precios del museo son de 2€ jóvenes entre 18 y 25 años. Entrada general15€.
El patio nos recibe con la escultura de Napoleón (que ya habíamos visto el día anterior) y con columnas gemelas del siglo XVII.
Tenemos casi dos horas para ver el museo, aunque eso no es suficiente, lo intentamos. Hicimos el recorrido que marcan, íbamos parando en las obras que no nos podíamos perder.
Alguna joyita hay en la pinacoteca. Cristo Yacente de Mantegna (1480), vimos unas obras de Morandi y de Modigliani «dialogando» con clásicos italianos. Una sala con frescos de Luini, muy importante en Milán. También un retrato de Sofonisba Anguissola. Un Picasso «Cabeza de toro». Piero de la Francesca, Caravaggio, Rafael…
Tienen un cuadro de José de Ribera y un cuadro que descubrí este año que me encanta de Francesco Hayez, «El Beso».
Está a punto de terminar un día intenso y lleno de cosas bonitas: la Última cena de Leonardo da Vinci, vino de vides del siglo XV. Hemos comido los mejores panini de Milán. De casualidad hemos descubierto la iglesia de San Mauricio que apenas sale en las guías turísticas. Hemos paseado por la iglesia donde descansan los restos del patrón de la ciudad, San Ambrosio. Terminando la tarde recorriendo las salas de una de las Pinacotecas más importantes de Italia, di Brera….
Pero es Nochebuena y tenemos que ver dónde vamos a cenar….
Si has llegado hasta aquí ¡GRACIAS por leerme hasta el final! Si te ha gustado 👍✍️
Las fotografías y comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Milán, Navidad 2021.
Uno de los jardines más bonitos y románticos de Madrid se encuentran en la parte de atrás del Palacio Real de Madrid. Los jardines del Campo del Moro.
Uno de esos rincones de Madrid que da exactamente igual la época del año que vayas, porque siempre es muy bonito.
Puedes perderte por sus caminos, contemplar sus fuentes o descubrir sus secretos…
Os cuento un poco de su historia, porque aún estando en el Palacio Real y perteneciendo a Patrimonio Nacional, son poco conocidos.
Cuando Alí Ben Yusuf intentó reconquistar Madrid, él y su ejercito acamparon en ese lugar en 1109, aunque no se le dio ese nombre de Campo del Moro, hasta mucho después en 1809.
Os cuento un poco más de su historia…
Felipe II (que decide que Madrid será la capital de su Imperio), compra los terrenos que están al lado del Alcázar, convirtiéndose así en una zona de ocio para la corte de Felipe II.
La noche de Nochebuena de 1734, siendo rey Felipe V, (el rey y su corte no estaban en el Alcázar, estaban en el palacio de El Pardo) el Alcázar comenzó a arder. Durante cuatro días se mantuvo el incendio que destruyó el lugar donde vivían Los Austrias. Si estáis interesados en saber qué pasó en aquellos días os dejo un enlace a la web de El Reto Histórico que lo cuentan fantásticamente bien.
Realmente el momento en que se decidió dar importancia a esos jardines fue siendo reina Isabel II. Fueron construidos por Narciso Pascual y Colomer (1844), manteniéndose el trazado de las avenidas principales.
La fuente de las conchas, viene del Palacio del Infante Don Luis de Boadilla del Monte. La fuente de lostritones del Jardín de la Isleta de Aranjuez.
Fuente de las conchas. Foto hecha por Imagina Y Vive Tu Viaje el 4 de julio de 2020
Fue en la Regencia de María Cristina de Habsburgo (madre de Alfonso XIII), cuando verdaderamente tomó la forma que tiene hoy en día.
En el último paseo queríamos adentrarnos más en esos pequeños rincones que hacen único el lugar. Al bajar la pequeña escalinata que da acceso (el único acceso) desde el Paseo de la Virgen del Puerto, nos vamos por uno de los estrechos caminos laterales que sale a la izquierda, para ir bordeando todo ese lado (el de la Cuesta de San Vicente). El Paseo de los Castaños.
Apenas había personas y eso lo hace aún más bonito, (pero os animo a que vayáis ¡¡¡eh!!!).
Otros caminos van saliendo al paso y otro tipo de vegetación, como una zona que tiene bambú. También hay caminos con fuentes para beber agua, o bancos para una sesión de fotos.
Salimos de nuevo al camino central, sin poder subir a la Fuente de los Tritones (está cerrado ese paso).
Pasamos al otro lado para ver Los Pabellones del Campo del Moro: El Chalet de la Reina y El Chalet deCorcho.
El Chalet de la Reina parece salido de una montaña tirolesa. Se hizo en 1898 para recreo de la familia real. (Solo se puede ver por fuera).
El Chalet de Corcho, se llama así porque está recubierto de corcho prácticamente en su totalidad. También se construyó en 1898, pero este de forma octogonal, tiene forma de pequeña pagoda. Este pequeño edificio está bastante mal conservado.
En pocos metros viajamos a distintas latitudes del mundo, sin salir del jardín.
Es irresistible no hacerse fotos en cualquier sitio…☺☺☺
Tengo que deciros que las fotos están hechas en primavera y tiene ese encanto especial a nuevo, fresco,…. En otoño tiene que estar precioso con los colores ocres, rojos, naranjas, marrones, o verdes oscuros de los castaños….
Seguro que pronto hacemos otra visita…
Para terminar nuestro paseo y ya casi saliendo a la parte de la escalinata, salen a despedirnos unos hermosos pavos reales. Tuvimos la suerte de que el macho estaba en pleno cortejo y las instantáneas que nos dejó, fueron preciosas.
Seguro que os han entrado ganas de visitar estos preciosos jardines. Puede parecer que están masificados, pero no son muchos los turistas que lo visitan, por tener su entrada tan apartada del centro. Pero también son pocos los madrileños los que se dejan caer por este lugar.
Para mi es un sitio muy especial. Cuando era pequeña mi padre, me llevaba en coche, pasando muy despacito por Virgen del Puerto, para que pudiera ver el Palacio Real a lo lejos… Siempre me decía que era la vista más bonita del Palacio Real y a mi me parecía la vista mas bonita de Madrid.
¡Si has llegado hasta aquí, GRACIAS por leerme hasta el final! Si te ha gustado 👍✍
Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en los Jardines del Campo del Moro. Madrid, abril 2021.
Nuestro último día recorriendo el Valle del Baztán nos lo tomamos con tranquilidad. Queremos ver la Ermita de Belate, también se escribe Velate.
Después de varios aparcamientos que no eran el comienzo de nuestra ruta, dimos con el que sí era. Kilómetro 3 de la NA-1210, Portillo de la Ermita. En el mapa que os dejo hicimos la ruta número 1 de color verde, aunque en vez de circular, hicimos la vuelta por el mismo sitio que habíamos ido, por la parte de arriba que no coincide con el río.
Son 2 km muy sencillos, primero entre bosque, luego un poco más despejado.
Enseguida (unos 20 minutos), vemos el edificio que fue monasterio y al lado la iglesia, que esconde su puerta románica.
El Monasterio de Belate se fundó hacia el año 1160. Aparece por primera vez en la Historia en una bula papal de Alejandro III. Se construyó por el obispado de Pamplona como refugio de peregrinos que hacían el Camino de Santiago, para resguardarse de los bandidos o del mal tiempo en su peregrinaje. Durante años tuvo bastante poder, pero guerras e incendios le llevaron al abandono.
Actualmente quedan en pie un edificio rectangular que pertenecía al monasterio y la iglesia de Santa María de Belate.
La fachada de la iglesia tiene una sola ventana, contrafuertes en los lados y una chimenea que calentaba el edificio, una puerta románica con cinco arquivoltas de arcos ojivales.
El interior lo podemos ver desde la puerta, es un templo de una nave, cañón apuntado con tres arcos.
Iglesia Santa María de Belate
El entorno muy bonito, el río está al lado de la ermita y es muy agradable adentrarse en ese pequeño bosque.
Desde aquí se puede volver por el mismo sitio o continuar al borde del río, que sale de nuevo al Portillo de la Ermita, donde se dejan los coches.
A 1 km de ahí está la Venta de Ultzama, un caserón que se construyó en 1896 por el Ayuntamiento del Valle de Ultzama para acoger a los caminantes que llegaran hasta allí. Lugar ideal para un café observando a los ciervos.
La verdad es que es ideal para comer también y para dormir y alejarte del mundo.
Pero nosotros teníamos reservado comer en el restaurante más famoso de Elizondo, Santxotena…
Las fotografías y comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Belate. Valle del Baztán julio 2020.
Madrid Río sigue el curso del río Manzanares desde el Puente de los Franceses hasta la altura de Legazpi, donde comienza el Parque Lineal del Manzanares. Os dejo un mapa.
Madrid Río cuenta con distintos espacios lúdicos y culturales. Para ser exactos 17 áreas de juegos infantiles, destinadas a distintas edades y con características diferentes.
También cuenta con la zona Playa de Madrid Río, tres recintos acuáticos con chorros de agua para sobrellevar el calor veraniego de Madrid.
Circuitos biosaludables, pistas de petancas, mesas de juegos, pistas para patinar y hacer skate, incluso un Centro de Interpretación del Río Manzanares.
El invernadero de la Arganzuela, precioso que sólo él merece un post por lo bonito que es. Matadero, antiguo matadero de Madrid dedicado ahora a la cultura en su totalidad, biblioteca: La casa del Lector; salas de exposiciones; salas de teatro: Naves del Español; cafés y algún restaurante (La Cantina, me encanta); una explanada maravillosa donde se hacen distintas actividades. Un lugar de visita obligada para todos los madrileños.
Al otro lado del río un enorme centro comercial por si en la visita a Madrid Río queréis hacer alguna compra o comer en alguno de sus restaurantes o especialmente en ver su terraza – mirador para contemplar Madrid: Centro Comercial Plaza Río 2.
Todo el recorrido con terrazas para disfrutar del sol y del aire de la capital. (En estos momentos de Covid-19 muy solicidadas).
Os quiero enseñar un recorrido para hacer un día sin dedicarse a nada concreto, más que a pasear y disfrutar del aire libre en Madrid Río. (Quizá en otro momento iré añadiendo todo lo que podéis encontrar en el paseo).
Puerta de San Vicente
Comenzamos muy cerca de Príncipe Pío, en la Plaza de San Vicente con la bonita puerta diseñada por Sabatini. Puerta de San Vicente. Hoy la que podemos ver es una replica hecha en granito. Se parece un poco a la Puerta de Alcalá. Si vais con niños es genial que juguéis a buscar las diferencias. Esta solo tiene tres huecos.
Si vais a la derecha os encontraréis Príncipe Pío, la antigua Estación del Norte. Otro de los edificios característicos de la Arquitectura del Hierro de Madrid. (De hecho si vais en metro saldréis dentro de la misma estación y podréis ver ese techo de hierro.
Antes de meternos en Madrid Río, vamos a ver la famosísima Ermita de San Antonio de la Florida. La mandó construir el Rey Carlos IV a Francisco de Fontana. Iglesia muy sencilla, con planta de cruz griega y un pequeño ábside en la cabecera. Una cúpula iluminada mediante linterna.
Además de ser famosa por sus romerías en el día de San Antonio (13 de junio). Por si no lo sabéis las modistillas, jóvenes de la época, iban allí ese día para pedirle novio al santo. Metiendo sus manos entre alfileres y si al sacarla tenían prendido un alfiler, conseguirían novio. (Ahora en el mundo pos-Covid impensable). También es famosa por los frescos de Goya en su interior. Es una pena que no se pueda hacer fotos dentro, porque ahora que se han limpiado y restaurado los frescos ¡ES UNA MARAVILLA!
La ermita pertenece a Patrimonio Nacional y para que no sufrieran desperfectos los frescos, en 1928, se hizo una exactamente igual (sin los frescos de Goya) para el culto. Así sería posible conservar la ermita original como museo de Goya. Desde 1919 se conservan los restos de Goya, (sin cabeza, por si no lo sabéis no se encontró en Burdeos) en una pequeña tumba a los pies del altar.
La entrada a la ermita original es gratis. No hay que reservar hora, pero con las normas Covid solo puede haber dentro 10 personas y como máximo 15 minutos. Su horario de verano es de 9:30h a 20:00h. Cierra los lunes.
Al salir de la zona de la Ermita ya nos metemos en Madrid Río, un poco diferente a la parte que os contaré después. Queremos ver el bonito Puente de la Reina Victoria. Puente que inauguraron el 13 de junio de 1909 Alfonso XIII y su mujer Victoria Eugenia, por eso lleva su nombre.
Usando los materiales de moda del momento, hierro y hormigón armado, fue uno de los primeros en construirse al estilo modernista de España. Es el primer puente que os voy a enseñar, de los muchos de Madrid Río.
Si seguimos caminando nos vamos encontrado en las dos orillas del río Manzanares unas columnas clásicas.
Os voy a dejar el enlace del Blog de Secretos de Madrid, porque es ahí donde aprendí lo que eran esas columnas. Es muy interesante como lo cuenta, os lo recomiendo. Solo os aviso que no son restos arqueológicos de ningún templo griego o romano y que las iréis viendo más o menos cada 300 metros.
Con esta curiosidad tan curiosa llegamos justo debajo de uno de los postes del Teleférico de Madrid, ese que va desde Rosales hasta la casa de Campo.
Llegamos así al segundo puente, la Pasarela Almuñécar. Es una viga artesa en forma de U. Es la más larga del mundo construida en fibra de carbono. Ha conseguido diferentes premios por su innovación.
Después llegamos a la Presa nº 3, desde donde ya podemos ver el Puente de los Franceses.
Así llegamos al inicio o final de Madrid Río, el emblemático Puente de los Franceses. Construido para que el tren pudiera cruzar el Manzanares, se llama así porque fueron unos ingenieros franceses quiénes hicieron el proyecto. Se construyó entre 1860 y 1862.
Ahora debajo está preparado para practicar escalada, especialmente para que se inicien los más pequeños.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta volver a la Ermita de San Antonio, no sin antes descubrir que hay muchos bares en ese trocito de Madrid Río, que bien merecen otra visita.
En la Glorieta de San Antonio de la Florida encontramos una taberna donde nos acogen con los brazos abiertos y sin reserva (porque solo somos 2 personas). Se llama Y Lucientes. ¡Me encanta! Os dejo su web aquí.
La decoración es de muy buen gusto, muy cuidada y con detalle, que hace muy agradable el estar.
Desde luego la comida también merece la pena y eso que solo comimos unas tapas. También tenemos que repetir, esta vez reservando y con calma.
Así volveríamos a Príncipe Pio y a la Plaza de San Vicente para poder hacer otra parte de Madrid Río.
Nosotros hemos hecho este paseo en varias veces y tramos diferentes, para sacarle más jugo, podéis elegir el tramo que queréis hacer o todo seguido si os encanta andar y no queréis hacer paradas. Cada parte tiene su encanto, también depende si vais con niños, amigos, pareja,… Lo tenéis todo en la misma entrada porque así está entero el paseo.
Justo detrás a la Puerta de San Vicente a la izquierda, comienza otro tramo de Madrid Río. Estamos justo en una de las entradas a la Casa de Campo también. Nos encontramos con una panel informativo de cómo se fue transformando sobre todo, a lo largo del siglo XX.
Casi desde allí podemos ver las grandes letras de Madrid que se han estrenado hace muy poco tiempo, pero que ya han conquistado a las redes sociales.
Imposible no hacerse alguna foto con ellas, claro que eso lo pensé yo y todo Madrid, muy difícil conseguir la exclusividad.
Se encuentran en la explanada de Puente del Rey. Está hecha a partir de envases de vidrio reciclado, teñido de azul. Los envases fueron recogidos de los contenedores verdes de la ciudad.
12 metros de largo y casi 3 de alto embellecen aún más la vista de alguno de los monumentos más importantes de Madrid. Palacio Real, la Catedral de la Almudena y la Basílica de San Francisco el Grande.
El Ayuntamiento de Madrid junto con Ecovidrio, quieren rendir homenaje a los madrileños y a su conciencia medioambiental.
Por lo visto se iluminan por la noche a través de un sistema led de paneles solares. (Podremos verlo cuando no haya toque de queda).
Este es el momento de un café con vistas a la ciudad, a las letras, a la primavera que está en todos los árboles del paseo en el Café del Río.
Tiene varias zonas, es también restaurante, aunque para comer o cenar, en estos momentos es imprescindible reservar. Tiene una terraza mirador donde las vistas seguro que son mejores, pero la terraza entre los árboles y cerca de las letras nos parece perfecta para nuestro paseo.
Con tranquilidad decidimos cruzar al otro lado por una de sus presas, en concreto por la Presa nº 5.
Si tiene algo interesante Madrid Río son sus puentes o pasarelas que cruzan el Manzanares. Eso es lo que os voy a enseñar ahora, esos puentes que nos ayudan a cruzar el río.
Puente de Segovia
El Puente de Segovia, está muy cerca de la Presa nº5. Es el puente más antiguo de Madrid. Se empezó a construir en 1574, pero será en 1577 Juan de Herrera (si el del Escorial) el que lo termine.
Está formado por 9 ojos con arcos de medio punto y con sillares almohadilladlos.
A lo largo de los años ha sido reparado en varias ocasiones por distintos motivos.
Puente del Principado de Andorra
Pasando por el espacio del antiguo Estadio Vicente Calderón tenemos uno de los circuitos biosaludables.
Circuito biosaludable en Madrid Río
Otra vez vamos a la derecha del río viendo a lo lejos el Puente de Toledo. Uno de los más bonitos de la ciudad. Se empezó a construir en 1719 y se terminó en 1724 por Pedro de Ribera. También tiene 9 ojos de medio punto y sillares de granito. Lo que le da el toque especial e irreconocible son dos templetes en los lados que guardan las imágenes de San Isidro y Santa María de la Cabeza, realizadas por Juan Ron.
A unos cuantos metros podemos ver ya, uno de los emblemas de Madrid Río, el Puente Monumental Parque de Arganzuela.
El puente es una pasarela diseñada por el arquitecto francés Dominique Perrault. Inaugurada en 2011. Es una doble espiral de metal con forma de espiral de dos brazos. Cubierta por una malla metálica, durante el día brilla y por la noche tiene unas farolas que que recrean pájaros y mariposas. (Habrá que ir de noche cuando termine el toque de queda). Por dentro de la pasarela hay bancos y es atravesado por el carril bici del parque.
Así llegamos a la altura del centro comercial Plaza Río 2. Un enorme centro comercial con muchas tiendas. Pero nosotros solo queremos llegar a la zona de la terraza para encontrar un sitio donde comer, cumpliendo las medidas de seguridad adecuadas al Covid-19.
Recordad que os he puesto otro restaurante más arriba, porque hemos ido varias veces, así depende del tramo que hagamos podemos comer en un sitio o en otro.
Elegimos Wanderlust. Un restaurante para el que no tuvimos que esperar mucho y tenía todo buena pinta.
Aunque el verdadero motivo de ir a ese centro comercial (comer también era importante) era ver su terraza – mirador.
Puente del Invernadero
Os recomiendo cruzar por alguno de los puentes gemelos que os enseño ahora.
Los puentes son bóvedas de hormigón, como canoas invertidas, unidas al suelo por unos tensores. 136 cables de acero.
Vemos un gran mosaico de teselas de vidrio. El creador seleccionó a 50 personas del barrio. 25 personas para cada puente. Los fotografió de diferentes maneras. Cada píxel es una tesela del mosaico. Cada una de ellas es de 7x7mm. Se han utilizado 6.500.000 teselas, 260 colores.
Si queréis ir al invernadero, aunque en este momento no se puede visitar debido a la situación Covid-19, cruzad por el Puente del Invernadero.
Anotarlo como pendiente porque es precioso. Rehabilitado en 1992 para ser invernadero. Tiene 900 especies de plantas y rincones preciosos para hacer muchas fotos.
Invernadero La Arganzuela
Os dejo una para que os hagáis a la idea de cómo es el invernadero. Está hecho al estilo del de París o Viena. (No nos falta de nada en Madrid).
Puente del Matadero
Desde allí podéis ir andando hasta el Matadero.
Recordad pasar por el otro puente, el Puente del Matadero.
Lo habitual es encontrar a músicos en alguno de los extremos de los puentes, especialmente en el de Matadero ya que está justo un poco antes de la entrada y ya todo allí es arte…. En todas sus formas.
Os dejo unos segundos de vídeo que resumen perfectamente lo que es Madrid Río.
Así llegamos a uno de los espacios que más me gustan de Madrid, es el Matadero Madrid, Centro de Creación Contemporánea. Mapa instalaciones.
Entramos directamente por un lateral a la Plaza del Matadero. Con el buen tiempo y esta situación en la que nos encontramos llenas de personas en las terraza del Café Naves.
No os enseño la plaza, porque tengo alguna duda sobre si se guardan las medidas Covid….
Salimos al pasillo central que lleva al resto de instalaciones del Matadero, que viene directo del Invernadero y por lo tanto de Madrid Río.
Os dejo unas fotitos para terminar el post.
El deposito ya característico emblema del Matadero está en la Plaza de Legazpi. Metro, autobuses y a 15 minutos andando, Atocha.
Intentaré ir añadiendo esos lugares maravillosos que hacen único el Parque Madrid Río.
Las fotografías y los comentarios son de Imagina Y Vive Tu Viaje en Madrid Río, Madrid. Puente de San José, y el 4 de abril de 2021.